Akáyev recuerda que aún es presidente de Kirguizistán y asegura que no piensa dimitir
El nuevo Parlamento de la república ex soviética aceptó ayer a Kurmanbek Bakíyev como presidente
El derrocado presidente kirguizo, Askar Akáyev, ha subrayado esta tarde que sigue siendo jefe de Estado de Kirguizistán y ha asegurado que no piensa dimitir. "Soy el único presidente legítimo, elegido por todo el pueblo, y mi mandato concluye el 30 de octubre de 2005", ha indicado Akáyev, refugiado en Rusia tras la rebelión popular que lo apartó del poder el pasado día 24, a la emisora de radio Eco de Moscú. Estas declaraciones se producen apenas 24 horas después de que nuevo legislativo se reuniera para reconocer por unanimidad a Kurmanbek Bakíyev como presidente en funciones del país.
En la entrevista con radio Eco de Moscú, Akáyev ha reclacado: "Por ahora no he renunciado a mis poderes presidenciales ni he presentado la dimisión. Actualmente no veo razones para dimitir". En este sentido, se ha manifestado dispuesto a entablar un diálogo con el nuevo Parlamento del país con el fin de superar la crisis política en esta antigua ex república soviética del Asia Central. Como condición para estas negociaciones, Akáyev ha exigido que las nuevas autoridades le den garantías de seguridad, al tiempo que ha revelado que no tenía intención de abandonar el país pero que finalmente optó por huir porque tenía información de que había planes de eliminarlo.
Akáyev ha explicado que el nuevo legislativo, que eligió como presidente al veterano político Omurbek Tekebáyev, es por ahora "el único órgano legítimo de poder" en el país. Preguntado sobre las posibles negociaciones con el Parlamento, Akáyev ha indicado que el objetivo debe ser devolver la vida en Kirguizistán al cauce constitucional". El mandatario kirguizo, en el poder desde 1990, ha negado que se proponga buscar otro mandato presidencial después de que venza el actual, como afirmaba la oposición que lideró la rebelión popular, y que tampoco preparaba un sucesor.
"El pueblo debe decidir"
Así, ha reiterado que no se presentará a los comicios presidenciales que el viejo Parlamento kirguizo, antes de aprobar ayer su disolución, decidió adelantar al próximo 26 de junio. "Es el pueblo quien debe decidir quién será el próximo presidente de Kirguizistán y también depende del pueblo si el próximo jefe de Estado será mejor dirigente que yo", ha señalado. Además, se ha mostrado confiado en poder volver a Kirguizistán cuando se imponga el orden constitucional y cuando el país tenga unas nuevas autoridades legítimas que puedan dar garantías de seguridad para él y su familia.
En su opinión, la revuelta en su país fue el resultado de una "aceleración forzosa de los procesos democráticos por parte de algunas organizaciones internacionales", en alusión a las fundaciones extranjeras, ante todo estadounidenses, que operan desde hace varios años en Kirguizistán. "Lo que sucedió son efectos secundarios de esas nuevas tecnologías para acelerar por la fuerza los procesos democráticos que emplea la 'internacional revolucionaria'. En Georgia y Ucrania esas revoluciones terminaron pacíficamente, pues, en fin de cuentas estos países están más cerca de Europa", ha añadido. En cambio, en Kirguizistán "acabaron en una terrible pesadilla, en pogromos y saqueos, porque nuestra oposición no es democrática", ha manifestado el aún jefe de Estado.
Las cámaras baja (Asamblea de Representantes del Pueblo) y alta (Senado), que formaban el antiguo Parlamento bicameral kirguizo, aprobaron entre ayer y hoy su disolución para favorecer la estabilización de ese país ex soviético. Con este paso han acabado con la dualidad de poder y han dado carta de legitimidad al nuevo Parlamento unicameral, elegido el 27 de febrero y el 13 de marzo. El presidente del nuevo Legislativo ha anunciado la creación de una comisión parlamentaria encargada de negociar su renuncia con el huido Akáyev, de quien ha admitido que "formalmente sigue siendo el presidente de Kirguizistán". Tekebáyev señaló además que sólo se podrá fijar una fecha de los comicios una vez que Akáyev presente su dimisión.
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