Un grupo de laboristas pide a Blair que se vote en el Parlamento el despliegue de tropas en Irak
El desafío al primer ministro se produce un día después del secuestro de una cooperante británica en Bagdad
Un grupo de 45 diputados laboristas ha pedido al primer ministro británico, Tony Blair, que se vote en la Cámara de los Comunes el despliegue de tropas británicas al suroeste de Bagdad solicitado por Estados Unidos para tener apoyo directo en su ofensiva sobre el bastión insurgente de Faluya. Los parlamentarios creen que de llevarse a cabo tal medida "se incrementaría significativamente el riesgo" de las tropas británicas en la zona. Blair ha insistido en que esta decisión se tomará a partir de las recomendaciones que realice un grupo de reconocimiento que se ha enviado al lugar.
El desplazamiento de tropas británicas desde la zona relativamente pacífica de Basora a la zona caliente del llamado triángulo suní fue solicitado por EE UU para reforzar las posiciones actualmente controladas por las fuerzas norteamericanas y permitir a éstas combatir en la ciudad rebelde de Faluya.
El parlamentario laborista Eric Illsley recordó que la peticion estadounidense "se produce en el momento de la campaña electoral". Por su parte, el también diputado Andrew Mackinlay explicó que él y la mayoría de sus colegas no creen que Estados Unidos no pueda reforzar las zonas del norte de Irak con sus propias tropas. "Hemos dado el 110% de lo que tenemos y creo sinceramente que están pidiendo demasiado", dijo.
Más problemas para Blair
El ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, se defendió de las acusaciones que aseguran que se va a poner en peligro a las tropas británicas para ayudar politicamente al Gobierno de Bush. El jefe de la diplomacia del Reino Unido calificó de "mito" que se considere segura la región de Basora, en el sur de Irak, actualmente bajo mando británico. "Siempre nos es posible decir que no" a esta petición norteamericana, precisó Straw, "pero pienso que abandonaríamos a un aliado si dijéramos que no". Straw advirtió de que la decisión depende de la opinión de los soldados que se encuentran sobre el terreno. "Si este nuevo despliegue es justificado operativamente, debería llevarse a cabo", indicó.
Esta decisión se tendrá que tomar en un momento delicado para Tony Blair, tras el asesinato en Bagdad del ingeniero Kenneth Bigley y el secuestro, ayer, de Margaret Hassan, la responsable de una organizacion humanitaria. Hassan está casada con un iraquí y posee doble nacionalidad iraquí y británica. Blair indicó que Hassan es una persona muy respetada en el país y que durante 30 años ha estado haciendo lo mejor para ayudar a Irak. Asimismo, explicó que su Gobierno hará todo lo que pueda para que sea liberada, aunque reconoció que no conoce qué grupo la tiene retenida.
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