La casualidad conduce a la captura del terrorista más buscado de Arabia Saudi

Las autoridades saudíes han confirmado hoy la detención anoche del terrorista mas buscado del reino, Faris Ahmed Jamaan Al Zahrani, supuestamente vinculado con Al Qaeda y que cayó en manos de la policía gracias a una casualidad. Tras meses de una ardua búsqueda, Al Zahrani fue localizado a través de un joven que distribuía octavillas en protesta por la celebración de un concierto de música y que había sido detenido por las fuerzas de orden en el transcurso de una operación rutinaria.

Según fuentes de los servicios de seguridad, el arresto del joven se llevó a cabo en la ciudad de Abha, al suroeste de Riad, próxima a la frontera con Yemen y donde el joven repartía panfletos de rechazo al concierto musical, que todos los años tiene lugar en un parque público. El testimonio del joven permitió a la Policía averiguar que Al Zahrani se ocultaba en la montaña de Abu Jayal, cercana a Abha y por la que el prófugo trató de huir durante varias horas antes ser finalmente apresado por las fuerzas de orden.

Junto a Zahrani, que en el momento de su detención no ofreció resistencia, fue también capturada otra persona que no ha sido identificada pero que observadores locales sospechan que se trata del joven que realizó la delación. De 27 años, casado y con dos hijos, Al Zahrani ocupaba el puesto número 11 en la lista de los 26 terroristas más buscados en el reino, elaborada por las autoridades saudíes tras los atentados registrados en esta capital el 12 de mayo de 2003 y que costaron la vida a 26 personas.

Más de 130.000 dólares por su cabeza

Todos los terroristas que le precedían, sin embargo, en esa relación han resultado desde entonces apresados o muertos en enfrentamiento con las fuerzas de orden, a las que solo les queda por detener a los 11 activistas de la lista que continúan en paradero desconocido (nueve saudíes y dos marroquíes). Las autoridades ofrecían 500.000 reales (133.326 dólares) por la entrega de Al Zahrani, a quienes acusaban de "instar a ataques contra instalaciones oficiales del Gobierno y amenazar la seguridad nacional del país". Tras la captura, el ministerio de Interior ha justificado su detención en "el bien de la nación".

El apresamiento se inscribe en la guerra sin cuartel emprendida por las fuerzas de orden contra las células terroristas vinculadas con Al Qaeda que desde hace más de un año han perpetrado en Arabia Saudi una espiral de atentados que costaron la vida a decenas de personas -tanto de nacionalidad saudí como extranjeros-, y sumido el reino en una vorágine de inseguridad. El último de los ataques terroristas se produjo el martes, cuando un ciudadano irlandés fue asesinado por desconocidos armados que le acribillaron a balazos cuando salía de una agencia de viajes en el barrio de Al Rauda, en el este de Riad.

De pasaporte saudí hasta que el Gobierno de Riad le desposeyó de su nacionalidad en los 90, el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, tiene viejas cuentas pendientes con la monarquía wahabí, a la que acusa de complicidad con Occidente y a la que trata de derrocar con la campaña terrorista lanzada por sus partidarios que, según fuentes diplomáticas, continúan en buen número infiltrados en el reino.