La Casa Blanca promete justicia para los asesinos del joven decapitado en Irak

"Perseguiremos a quienes sean y les llevaremos ante la justicia". Así se expresó anoche el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, tras conocerse la decapitación de un joven estadounidense a manos de militantes islamistas en Irak en venganza por las torturas a los prisioneros en las cárceles. Los asesinos grabaron la ejecución en vídeo y la difundieron por Internet.

En declaraciones desde Little Rock, en Arkansas, a donde el presidente de EE UU, George W. Bush, se desplazó para participar en un acto electoral, McClellan, aseguró que el vídeo muestra "la auténtica naturaleza de los enemigos de la libertad".

El cuerpo de Nick Berg había aparecido hace cuatro días tirado junto a un paso elevado sobre una autopista en las cercanías de Bagdad, aunque las tropas estadounidenses en el país árabe no informaron de ello hasta anoche, cuando apareció el vídeo en Internet. El vídeo, de calidad de aficionado y colgado hoy en una página web, muestra en sus primeras escenas al joven, vestido en colores naranjas y con barba de varios días, rodeado de cinco encapuchados ataviados de negro.

Venganza por las torturas

"Me llamo Nick Berg, mi padre se llama Michael y mi madre Suzanne. Tengo dos hermanos y vivía en Filadelfia", asegura ba el joven, desaparecido desde hacía un mes, ante la cámara momentos antes de ser asesinado. Tras esas palabras, se ve cómo uno de los hombres, supuestamente Abu Musaba al Zarqawi, considerado por EE UU el hombre de Al Qaeda en Irak, agarra al joven y le clava un cuchillo en el cuello, entre gritos que proclaman en árabe "Alá es el más grande".

Los encapuchados justificaron el asesinato por las torturas perpetradas por los militares estadounidenses a los presos iraquíes. De hecho uno de los militantes islamistas insta a los musulmanes a la venganza después de la publicación de las fotografías en las que se ve a militares de EE UU perpetrar vejaciones y abusos, algunos de ellos de índole sexual, contra prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, en las afueras de Bagdad.

Las imágenes del vídeo han eclipsado en los medios estadounidenses la comparecencia ante el Congreso del general Antonio Taguba, autor de un informe sobre los abusos en Abu Gharib. Según Tabuga su investigación concluyó que un factor principal del problema fue la "ausencia de liderazgo". El general aclaró que no encontró pruebas de que las vejaciones sufridas por los prisioneros iraquíes en esa prisión cercana a Bagdad hubiesen sido ordenadas por el alto mando.