Al menos 25 milicianos chiíes abatidos en una operación de EE UU en Kerbala

Un responsable militar estadounidense ha informado a primera hora de la mañana de que al menos 25 milicianos chiíes han muerto en una operación de la Coalición a gran escala lanzada esta noche en la ciudad de Kerbala, en el centro de Irak. Siete soldados estadounidenses también han resultado heridos, cuatro de los cuales han podido regresar a sus puestos, según el mismo responsable. Ya por la tarde, la Coalición ha informado en un comunicado que seis "rebeldes" han muerto tras atacar un convoy con lanzagranadas.

Las fuerzas de la Coalición lideradas por Estados Unidos han lanzado esta noche una operación militar de envergadura alrededor de una mezquita dirigida por milicianos del clérigo radical chií Múqtada al Sáder, situada en la zona de Iskan, en el centro de la ciudad sureña de Kerbala. Los combates se han prolongado hasta el alba.

A falta de más detalles de fuentes oficiales, varios testigos han indicado que se han escuchado disparos de armas pesadas y ligeras en este sector durante toda la noche y que el acceso al centro de la ciudad seguía cortado esta mañana por parte de las fuerzas de la Coalición. Un responsable del hospital de esta ciudad santa chií situada a 110 kilómetros al sur de Bagdad, Ali Ardaui, ha explicado a la agencia France Presse que "las ambulancias y los coches de bomberos no han podido llegar a los lugares de enfrentamientos". Otro testigo, Ali Husein, ha afirmado que un edificio próximo a los mausoleos de los imanes Husein y Abbas había sido alcanzado por los disparos.

Un acuerdo para detener la revuelta

Por su parte, el corresponsal de la radio polaca en el sector centro-sur, Krzysztof Renik, ha informado de que las fuerzas de la coalición desarrollan, paralelamente a la operación de Kerbala, otras similares en las ciudades de Nayaf y Kufa. Estas operaciones están minando poco a poco la resistencia de la revuelta instigada por Al Sáder, que empieza a emitir señales de que podría detener la rebelión, en parte también por el propio hartazgo de la población. Hoy mismo, el clérigo radical ha insinuado que retirará a sus milicias si lo piden las autoridades chiíes, aunque ha llamado a sus seguidores a seguir luchando mientras tanto. En una rueda de prensa en la mezquita del Imán Alí, en la ciudad de Nayaf, donde está refugiado, el joven religioso ha recordado que está "dispuesto a dejarse matar" si no se cumplen sus condiciones, pero ha añadido que "el desmantelamiento del Ejército del Mahdi (nombre de su milicia) es una decisión que debe provenir de la Maryayía (concilio de sabios que forman la máxima autoridad religiosa chií)". El desarme de la milicia es la condición que exige EE UU para levantar el asedio, impuesto hace más de mes y medio, a las ciudades de Nayaf y Kerbala.

La palabras de Al Sáder se producen después de que hoy se informase de un acuerdo entre varias autoridades chiíes para poner fin de forma pacífica al enfrentamiento entre los seguidores de Al Sáder y las fuerzas de EE UU en las ciudades sureñas santas para la comunidad chií, mayoritaria en Irak. Según fuentes chiíes, el supuesto acuerdo prevé el desarme de los seguidores del clérigo radical, la salida de las tropas de EE UU de Nayaf, Kerbala y Kufa, y el aplazamiento del juicio contra Al Sáder hasta después del 30 de junio, fecha en la que Washington planea transferir el poder a los iraquíes.

También prevé que una fuerza de la policía iraquí se encargue de la seguridad en las ciudades chiíes. El mando militar estadounidense, que no ha comentado hasta el momento el supuesto acuerdo, había anunciado que quiere "vivo o muerto" a Múqtada al Sáder, agitador de la insurrección chií y acusado de estar implicado en el asesinato en abril del año pasado de otro clérigo en Nayaf.