Mueren 23 personas en Colombia al ser aplastado un autobús escolar por una excavadora

Al menos 23 personas, la mayoría alumnos de un colegio de bachillerato, han muerto y más de una veintena han resultado heridas al caer una excavadora de obras públicas sobre un autobús escolar en una avenida de Bogotá, según ha informado el secretario de Salud de la capital colombiana, Román Vega.

El suceso ha ocurrido en la avenida a Suba, una localidad populosa situada en el extremo noroeste de Bogotá en la que se construye un tramo del sistema de transporte masivo Transmilenio, que fue introducido en el año 2000 y que utiliza autobuses articulados de fuelle intermedio y estaciones fijas. La tragedia ha tenido lugar a las 15.15 (19.15 hora peninsular española), cuando el autobús llevaba a sus casas a 55 estudiantes del colegio Agustiniano Norte, de Bogotá, acompañados por dos adultos. Según varios testigos, una retroexcavadora de 40 toneladas de peso que circulaba por un carril más alto de una avenida se ha deslizado, ha caído sobre el autobús desde una altura de más de cinco metros y ha aplastado al autocar, donde han quedado atrapados varios estudiantes.

El secretario de Salud de Bogotá ha señalado que el número de muertos "se aproxima a las 23 personas y los heridos son 27", aunque ha pedido esperar la confirmación del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, al que han sido trasladados los cadáveres. Román Vega ha agregado que los estudiantes heridos del mismo colegio han sido trasladados a seis clínicas cercanas al lugar del accidente y que algunos de ellos se encuentran en estado grave. Además, Vega ha explicado que casi todos los cadáveres son de niños, aunque se trabaja en la identificación de adultos hallados en el lugar de la tragedia, de quienes se desconoce si eran pasajeros o transeúntes. Fuentes sanitarias hablan de tres adultos muertos -los conductores de ambos vehículos y uno de los profesores- y los 20 restantes niños, mientras que elevan los heridos a 36.

Un descomunal atasco

Esta terrible tragedia ha provocado un enorme atasco en el norte de Bogotá al quedar bloqueada durante varias horas la avenida en la que ocurrió el siniestro, la única vía de entrada a varios barrios muy poblados, mientras medio centenar de ambulancias evacuaban a los heridos y varias grúas retiraban los dos vehículos. Mientras tanto alcalde de la ciudad, Luis Eduardo Garzón, se ha reunido con los familiares de los niños muertos y heridos, que se agolpaban angustiados a las puertas de los centros médicos y en el lugar del siniestro para conocer la suerte de sus hijos.

El alcalde ha pedido que se depuren responsabilidades por el accidente, mientras que la Fiscalía General de la Nación ha abierto una investigación penal de los hechos. En este sentido, Garzón ha señalado que si los contratistas privados que llevan a cabo de las obras "no cumplieron con las medidas de seguridad necesarias, tendrán que asumir las consecuencias". "No hay palabras, es profundamente doloroso lo que ha pasado", ha añadido. El colegio Agustiniano Norte ha suspendido las clases hasta la próxima semana.

Por su parte, el ministro de la Protección Social, Diego Palacios, ha declarado que "todos los servicios de urgencia están funcionando normalmente. Hay suficiente atención frente a esta desagradable y desafortunada emergencia", ha añadido, al tiempo que ha pedido que se tomen "medidas para prevenir este tipo de accidentes lamentables". Sin embargo, no es el primero en el que se ve implicada maquinaria pesada. El pasado 2 de abril, muy cerca de la tragedia de hoy, se registró otro siniestro en las obras de construcción de las nuevas fases del sistema de transporte cuando un vehículo que transportaba maquinaria derribó un puente peatonal y mató a un transeúnte de 76 años.