Una segunda manifestación chií recorre el centro de Bagdad en demanda de elecciones
La protesta, mucho menos multitudinaria que la que tuvo lugar ayer, ha sido convocada por los partidarios del más radical de los líderes chiíes
Varios miles de chiíes iraquíes han salido hoy, por segundo día consecutivo, a las calles de Bagdad para exigir la celebración de elecciones, rechazar los planes de un estado federal para Irak y protestar por la consideración del ex presidente, Sadam Husein, como prisionero de guerra.
La manifestación ha congregado a unas 5.000 personas, mucho menos multitudinaria que la que tuvo lugar ayer -con al menos 30.000 personas, la mayor registrada en irak desde la guerra-, y en este caso ha sido convocada por los partidarios de Muqtada al Sadr, el más radical de los líderes chiíes y rotundamente opuesto a la ocupación del país por tropas extranjeras.
Los manifestantes han comenzado su marcha en la Plaza Al Andalus, en pleno centro de la ciudad, con numerosas banderas verdes y fotografías de Muqtada, un joven que basa su prestigio en su radicalismo y en el hecho de ser hijo de un prominente clérigo chií asesinado por el régimen de Sadam.
Sadam, un simple criminal
Las pancartas de los congregados y sus eslóganes piden que Sadam sea considerado como un simple criminal, sin los derechos que otorga el estatus de prisionero de guerra, y rechazan los planes de un estado federal en Irak por el peligro que supondría para la unidad del país.
La exigencia de elecciones, tal como ha sido expresada por el gran ayatolá Alí al Sistani, máxima autoridad chií en Irak, está una vez más en el centro de las protestas, como ha venido sucediendo en todas las ciudades chiíes desde la pasada semana, cuando Sistani hizo pública su petición.
Sistani argumenta que todo proceso de transferencia de poder que no esté precedido de elecciones generales no tendrá legitimidad, pero el Consejo de Gobierno y la Administración Provisional del estadounidense Paul Bremer ven inviable la celebración de comicios y han pactado transferir el poder en junio a un Gobierno elegido por asambleas provinciales. Mientras tanto, la petición unánime de que la ONU participe en el proceso de transición en Irak apunta a un retorno al país, aunque sea limitado, tres meses después de que fuera retirado el personal internacional. Ayer, Bremer pidió ayuda a su secretario general, Kofi Annan, para acelerar el traspaso de poder.
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