Los primeros soldados japoneses llegan al sur del país

Una avanzadilla de una treintena de soldados japoneses llegó ayer a la ciudad de Samawa, 480 kilómetros al sur de Bagdad, donde tienen previsto desplegar su campamento. Es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que efectivos japoneses se despliegan en un país que se encuentra prácticamente en guerra, por lo que la decisión del primer ministro Junichiro Koizumi -un estrecho aliado de George W. Bush- ha levantado ampollas en Japón, cuya Constitución prohíbe la guerra. Según la encuesta publicada el domingo por el prestigioso Asahi Shimbun, el 48% de los japoneses se oponen a este despliegue de tropas en Irak.

En Samawa, ayer, había al menos tres veces más periodistas japoneses que soldados. Según lo previsto, esta avanzadilla preparará el terreno para el despliegue de un total de 1.000 soldados, que sólo deben utilizar sus armas con fines defensivos y en respuesta a un ataque previo.

De momento, japoneses y holandeses compartirán un mismo campamento a las afueras de Samawa, una pequeña ciudad comercial en la rivera del Eúfrates, hasta que los japoneses levanten totalmente el suyo, situado en las cercanías.

Por otra parte, Alemania va a dar en marzo un curso de entrenamiento a policías iraquíes en Emiratos Árabes Unidos (EAU), indicó una portavoz. El ministro alemán del Interior, Otto Schily, firmó ayer un acuerdo en Jordania con representantes de Irak y de EAU para que la policía alemana entrene a 154 oficiales de la policía criminal iraquí. La portavoz añadió que Francia y Japón también han mostrado su disposición a entrenar oficiales iraquíes de manera que se puedan reconstruir las fuerzas de seguridad del país.