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TERREMOTO EN IRÁN

Las autoridades se concentran en los heridos de Bam tras descartar la búsqueda de supervivientes

Los medios locales informan de cinco rescates 'milagro'.- Pone rumbo a Irán el segundo avión español con ayuda humanitaria

Una vez descartada ayer la posibilidad de hallar más supervivientes, el Gobierno de Irán y las ONG concentran hoy sus esfuerzos en atender a los damnificados por el terremoto que el pasado viernes asoló el sureste del país. Mientras los equipos de desescombro aceleran sus labores en el área devastada en medio de temores por epidemias, se multiplican los llamamientos de más ayuda internacional para auxiliar a los supervivientes.

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La prensa iraní informa hoy, cuando han transcurrido seis días de la catástrofe, de que bebé de cuatro meses y una chica de 12 años fueron hallados ayer con vida bajo los escombros de Bam, el mismo día en el que se dieron oficialmente por terminadas las labores de rescate. Según los diarios locales, que no citan fuentes oficiales ni ofrecen más detalles sobre estos milagrosos rescates, la niña fue sorprendida por el terremoto en la cocina de su casa, lo que le permitió encontrar alimentos para sobrevivir.

En total, según la radio estatal, cinco supervivientes fueron rescatados de entre las ruinas ayer, cuatro de ellos en la localidad de Baravat, vecina de Bam, cuando había desaparecido prácticamente la esperanza de encontrar a alguien con vida. Así, los equipos de varios países que habían llegado a Bam para participar en la búsqueda de supervivientes han abandonado ya el país. Ayer, el presidente de Irán, Mohamed Jatamí, declaró que los fallecidos pueden llegar a los 40.000, aunque negó que alcanzasen los 50.000, cifra que barajan las autoridades locales de la provincia de Kerman. En total, 30.000 cadáveres han sido enterrados en una masacre que Jatamí comparó con los efectos de "un ensayo nuclear".

Cuarta noche a la intemperie

Según los expertos, el máximo tiempo que se puede sobrevivir bajo los escombros es de 74 horas, por lo que las labores de socorro se centran ahora en atender a los heridos y enterrar los cuerpos recuperados. Los cadáveres están siendo enterrados en fosas comunes, mientras los equipos de salvamento iraníes rocían la ciudad con desinfectantes para evitar la propagación de enfermedades. Además, el Ejército iraní y los voluntarios internacionales afrontan arduos trabajos de limpieza para retirar los restos de las viviendas sin emplear maquinaria pesada por temor a dañar los cuerpos que permanecen bajo los escombros.

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En cuanto a los damnificados, el Ministerio de Sanidad iraní, citado por la agencia oficial Irna, ha indicado que el seísmo hirió a 14.360 personas, de las cuales unas 8.500 fueron hospitalizadas en Kerman, Teherán y otras ciudades iraníes. Según los cálculos del Gobierno iraní, la localidad de Bam, que contaba con 100.000 habitantes, fue destruida en un 70% por el seísmo. La mayoría de los supervivientes ha pasado su cuarta noche a la intemperie, sometidos a las bajas temperaturas y apenas protegidos por las mantas que han sido distribuidas por las ONG. En este sentido, Unicef ha hecho un llamamiento de urgencia para recaudar cerca de un millón de dólares con el objetivo de "evitar que los niños se muran de frío".

La falta de medicinas y productos de primera necesidad atenaza a la población, mientras continúa la llegada de personal médico y toneladas de ayuda internacional de más de 32 países. Entre estos países, se encuentra España, que a las 7.15 horas de hoy ha enviado un segundo avión con ayuda, un Ilyushin 76 ucraniano fletado por Cruz Roja y con cinco plantas potabilizadoras a bordo. En un intento de normalizar la situación, el ministro de Educación, Mrteza Haji, anunció ayer que se han tomado las medidas necesarias para reanudar los estudios en clases improvisadas en Bam, donde la mayoría de las escuelas han quedado destrozadas. Según Haji, al menos 1.000 profesores han muerto.

Miembros de los grupos de socorro iraníes distribuyen alimentos entre la hambrienta población de Bam.
Miembros de los grupos de socorro iraníes distribuyen alimentos entre la hambrienta población de Bam.AP

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