Las pruebas de ADN demuestran la inocencia de un condenado a muerte en EE UU
El hispano Nicholas James Yarris, que pasó 21 años en prisión, es el décimo convicto exonerado este año en EE UU
Un condenado a muerte en Estados Unidos por la violación y asesinato de una mujer ha sido absuelto después de que tres pruebas de ADN demostraran su inocencia, según han informado fuentes judiciales del condado de Delaware, en el Estado de Pensilvania.
Nicholas James Yarris, que ha pasado 21 de sus 41 años esperando la ejecución en un corredor de la muerte de Pensilvania, es el décimo convicto exonerado este año mediante pruebas de ADN en EE UU, según ha señalado el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
La absolución de Yarris fue anunciada anoche, al mismo tiempo que el Estado de Texas se disponía a ejecutar a un hombre, Billy Frank Vickers, declarado culpable de asesinar a balazos al dueño de un comercio durante un asalto, que ocurrió hace 11 años. Sin embargo, una apelación de última hora presentada ante tribunales federales ha forzado a suspender la ejecución.
Otra ejecución suspendida
Vickers, un vendedor de automóviles de 58 años, iba a ser ejecutado mediante una inyección letal. Sin embargo, fuentes judiciales han señalado que el traslado de Vickers de su celda a la cámara de ejecución se ha retrasado debido a la apelación. Las mismas fuentes han añadido que, de momento, se desconoce cuándo se dará a conocer una decisión sobre el recurso planteado por los abogados de Vickers.
Durante el juicio, los fiscales aseguraron que Vickers entregó a la policía una confesión escrita del asesinato. Pero el acusado insistió después en su inocencia y sus abogados argumentaron que las pruebas no eran suficientes como para vincularlo directamente con la muerte del empleado del comercio. El Estado de Texas tiene prevista para mañana la ejecución de Kevin Lee Zimmerman, declarado culpable de matar a puñaladas a un hombre en un hotel con la intención de robarle.
Una tercera ejecución que iba a llevarse a cabo esta semana en Texas fue suspendida el lunes después de que un tribunal de apelaciones de este Estado accediera a considerar argumentos de la defensa que Bobby Lee Hines es un disminuido psíquico y que, por lo tanto, no puede ser ejecutado. Hines, de 31 años, fue condenado por matar de varios disparos a una mujer en 1991.
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