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REVUELTA POPULAR EN GEORGIA

Shevardnadze afirma que no abandonará Georgia tras dimitir por una revuelta popular

El ex presidente permanece en su residencia oficial un día después de haber cedido el poder a la líder del Parlamento saliente

Eduard Shevardnadze, presidente durante 11 años y hasta ayer de la república ex soviética de Georgia, ha desmentido en persona los rumores que lo situaban de camino a un exilio dorado en Alemania. En una entrevista concedida hoy a la cadena de televisión alemana ZDF, Shevardnadze ha sido contundente en sus palabras: "Aunque quiero mucho a Alemania, mi patria es Georgia y por ella me siento obligado a quedar aquí. No tengo la intención de venir a Alemania, pero agradezco la invitación". El ex líder georgiano, de 75 años, se encontraba en esos momentos aún en una residencia presidencial cerca de la capital del país, Tbilisi.

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Tras ceder ayer el poder, el paradero y los planes del político que había regido el destino del país casi desde la desintegración en 1991 de la Unión Soviética habían centrado el interés de la prensa y del pueblo georgiano. El portavoz de Shevardnadze, Soso Tkebutchava, tuvo que salir esta mañana al paso de los rumores que le colocaban en un asiento de un avión con rumbo al extranjero; Shevardnadze no ha salido del país, está "en su casa", dijo entonces Tkebutchava.

Pero muchos le colocaban ya en Alemania, donde el Gobierno ya había señalado que "sería bienvenido". Y eso que, ayer, tras dejar anunciar con voz serena su dimisión, señaló: "No pienso abandonar Georgia, ahora me voy a casa". Segundos antes, sus palabras habían certificado el triunfo de una nueva revolución del terciopelo. "Nunca he ido contra mi pueblo. Por eso es mejor que dimita ahora y que todo termine pacíficamente. Si hubiera hecho uso de mis derechos, se habría producido un derramamiento de sangre". El líder de la oposición, Mijaíl Saakashvili, reconoció poco después que con su valerosa decisión había impedido una guerra civil.

Mediación rusa

Y es que la jornada había comenzado de forma dramática y pintaban bastos. Saakashvili había dado a las seis de la tarde (tres de la tarde, hora peninsular española) un ultimátum conminando a Shevardnadze a que renunciar. En caso contrario, conduciría a sus partidarios hasta la residencia de Krtsanisi, donde el aún presidente se había atrincherado el sábado después de haber sido desalojado del Parlamento y de la sede de la presidencia.

Al poco rato, Saakashvili extendió el plazo fatal en una hora, y quince minutos antes de que expirara se presentó en la residencia de Shevardnadze, acompañado de Zurab Zhvania, otro dirigente opositor, y del ministro de Exteriores ruso, Ígor Ivanov, quien desde el sábado por la noche realizaba frenéticas consultas con las partes en conflicto para llegar a un compromiso.

Fuegos artificiales

Tras una hora de reunión, salió una caravana de coches con destino al aeropuerto, que muchos creyeron que era la vergonzosa huida de Shevardnadze. Pero era Ivanov quien daba por concluida su misión. Minutos después, Shevardnadze compareció ante la prensa para anunciar lo que en la plaza del Parlamento se gritaba desde hacía horas: su renuncia. Como por arte de magia, el oscuro cielo de Tbilisi se iluminó con fuegos artificales que anunciaron el triunfo de la revolución de terciopelo georgiana. El ya ex presidente georgiano, sin dar muestras de abatimiento, dijo estar feliz de poder dedicarse ahora a escribir sus memorias.

El poder lo heredó entonces Ninó Burdzhanadze, de 39 años y líder del bloque electoral de Demócratas, quien como presidenta del Parlamento saliente fue designada jefa de Estado interina. Burdzhanadze ha anunciado esta mañana en un discurso televisado que la Cámara surgida de las elecciones celebradas en 1999 asumirá la "autoridad suprema" del país dada la "falsificación" de los resultados de los comicios del 2 de noviembre. Asimismo ha anunciado que "las nuevas elecciones presidenciales se celebrarán dentro de los límites establecidos por la ley", es decir, en 45 días.

Esta tarde ha anunciado su dimisión en un discurso televisado en directo el ministro de Interior, Koba Narchemashvili, al que la oposición había solicitado su renuncia.

Miles de ciudadanos celebran la renuncia de Shevardnadze en las calles de Tbilisi.
Miles de ciudadanos celebran la renuncia de Shevardnadze en las calles de Tbilisi.EFE

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