El presidente de Georgia dimite ante las movilizaciones de la oposición

Las movilizaciones que desde hace dos semanas han sacudido Georgia han conseguido su objetivo de obtener la renuncia del presidente del país, Eduard Shevardnadze. El presidente ha anunciado su dimisión después de reunirse en su residencia con el líder de la oposición, Mijail Saakachvili, que ha dirigido una campaña de manifestaciones que ayer consiguió tomar el Parlamento de forma incruenta y que hoy, pese a la oferta de diálogo del presidente, al que acusan de fraude electoral, ha culminado con la renuncia de Shevardnadze. La ex presidenta del Parlamento, Nino Burdzhanadze, asumirá el poder hasta que se celebren nuevas elecciones, dentro de 45 días.

"Me voy a casa". Lacónicamente, Shevardnadze ha confirmado por televisión que no seguirá al frente de la república ex soviética de Georgia. Preguntado por un posible sustituto, el ya ex presidente se desmarcaba del futuro del país: "Ya no es asunto mío". Minutos antes, los miles de manifestantes congregados, como venía siendo habitual desde las elecciones del 2 de noviembre, en el centro de Tbilisi, la capital, clamaban victoria cuando la ex presidenta del Parlamento, la opositora Nino Burdzhanadze, anunciaba desde una de las ventanas de la residencia presidencial que Shevardandze había firmado su dimisión. Tres semanas de movilizaciones incruentas arengadas por la oposición, que acusaba al presidente de amañar los resultados electorales, habían alcanzado su objetivo: la renuncia del polémico mandatario.

Shevardnadze ha firmado su renuncia tras reunirse en su residencia con el líder de la oposición y alma de las movilizaciones, Mijail Saakachvili, y el ministro ruso de Exteriores, Igor Ivanov, enviado por Moscú para actuar como mediador. De nada han servido sus ofrecimientos de diálogo de esta misma mañana, rechazados por Saakachvili en un principio, aunque luego se avino a reunirse en la residencia presidencial.

La ex presidenta del Parlamento georgiano y líder de uno de los movimientos opositores, Nino Burdzhanadze, será la sustituta provisional de Shevardnadze, según estipula la Constitución georgiana. Así lo ha confirmado Saakachvili a sus seguidores tras obtener la renuncia del presidente y el triunfo de su revolución de terciopelo. Burdzhanadze ya se autoproclamó ayer presidenta en funciones, tras la huida del presidente, acompañado por sus guardaespaldas, cuando la turba opositora irrumpió en el Parlamento.

Fraude electoral

La crisis que vive el país estalló tras las elecciones del pasado 2 de noviembre, en las que el partido de Shevardnadze se proclamó vencedor, aunque en medio de acusaciones de fraude por parte de la oposición que avalaron los observadores de la comunidad internacional. El descontento de la oposición cristalizó la semana pasada, en que las manifestaciones de protesta convocadas por Saakachvili hicieron tambalearse al Gobierno de Shevardnadze. Finalmente, ayer, cuando el presidente abría con un discurso la nueva legislatura, los seguidores del líder rebelde irrumpieron en el Parlamento y obligaron al presidente a huir protegido por sus guardaespaldas, aunque se resistía a abandonar el poder.

Así, mientras la anterior presidenta del Parlamento, la opositora Nino Burdzhanadze, asumía las funciones del presidente "de acuerdo con la constitución", el aún presidente decretaba el estado de emergencia por 30 días.

Así ha amanecido el día de hoy, en una indefinición sobre la titularidad del poder y con nuevas concentraciones que amenazaban con tomar otras sedes oficiales. Finalmente, la oposición ha rechazado el diálogo ofertado por Shevardnadze, ante la evidencia de que contaba con el apoyo del Ejército.