EE UU admite que no podrá restaurar el suministro de agua y electricidad en Irak hasta otoño

Estados Unidos ha reconocido hoy que, casi cuatro meses después del fin de los combates en Irak, ha sido incapaz de reconstruir las infraestructuras básicas del país para proveer de servicios esenciales como agua corriente y electricidad a todos los iraquíes. El administrador civil del país, Paul Bremer, ha insistido sin embargo en que espera levantar la red eléctrica antes del fin de septiembre si los continuos sabotajes no lo impiden.

Después de que el pasado 1 de mayo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, diera por terminadas las grandes operaciones militares (que no la guerra) en Irak, una vez derrocado el régimen de Sadam Husein, los ataques guerrilleros contra los soldados de las potencias ocupantes (estadounidenses y británicos) se hicieron cada vez más frecuentes. Los terroristas (fieles a Husein, en su mayoría) han cambiado de táctica en las últimas semanas, y ahora, además de atacar a los soldados (tres británicos han muerto y otro ha resultado herido grave hoy en Basora), han colocado en su punto de mira objetivos civiles y económicos.

Prueba de ello son los ataques de la semana pasada a un oleoducto y a la tubería que provee de agua a la mayor parte de Bagdad, así como el atentado contra la sede de la ONU en la capital iraquí, que causó 23 muertes, entre ellas las de un militar español y la del enviado de la organización internacional al país, Sergio Vieira de Mello.

Beneficios pero con presteza

El descontento de los iraquíes crece cada día que pasa sin que se reestablezcan esos servicios esenciales. Tanto es así que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, ha urgido a la comunidad internacional a actuar con la máxima presteza para trasladar a la población iraquí los supuestos beneficios de la caída del régimen de Sadam.

Bremer, la máxima autoridad civil en el país, ha reconocido además que no cuenta con información suficiente como para evitar ataques como el dirigido contra la sede de la ONU, perpetrado según él por miembros del antiguo régimen, terroristas extranjeros o por ambos grupos. Naciones Unidas ha reanudado esta mañana sus actividades en Irak tras el ataque a su sede en el hotel Canal, aunque ha reducido su personal de 500 a tan sólo 200 personas.

La ONU, "objetivo fácil"

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, anunció ayer al Consejo de Seguridad su intención de nombrar, con carácter provisional, al coordinador de acciones humanitarias en Irak, el portugués Ramiro Lopes da Silva, como su representante tras el fallecimiento del brasileño Sergio Vieira de Mello, muerto en el ataque.

Lopes da Silva, herido en el ataque, ha afirmado hoy que pese a que sigue siendo un "objetivo fácil", la ONU continuará prestando asistencia al pueblo iraquí sin cambiar "el modo abierto" de relacionarse con él.

Entre tanto, esta tarde se ha celebrado el funeral por Vieira de Mello en Río de Janeiro, su ciudad natal. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, que ha participado en el acto, ha calificado de "héroe de la ONU" al diplomático brasileño, que tras ser despedido hoy por familiares y amigos será enterrado en la localidad francesa de Thonon-les-Bains por deseo de su ex esposa y sus hijos.