Un periodista palestino muere por disparos estadounidenses en Irak

Un cámara palestino de la agencia británica REUTERS murió ayer alcanzado por un disparo cuando filmaba los exteriores de una prisión Abu Gharib que la noche anterior había sido objeto de un ataque. El Pentágono ha reconocido hoy que fueron los soldados estadounidenses encargados de vigilar la cárcel quienes le dispararon.

El cámara, Mazen Dana, de 41 años y padre de cuatro hijos, recibió un disparo mientras tomaba imágenes desde el exterior de la prisión de Abu Grahib, la más grande de Irak. El teniente coronel Ken McClellan, portavoz del Pentágono, ha dicho no disponer de detalles sobre el suceso.

"El incidente está en fase de investigación. En principio no fue evidente que se tratase de un periodista", ha explicado el portavoz. "No sé en qué circunstancias sucedió. Obviamente la coalición [británica-estadounidense] no apunta a matar periodistas. Si le dispararon fue porque confundieron su identidad", ha dicho McClellan. Horas antes otro portavoz de Ejército había explicado que los soldados confundieron la cámara con un lanzacohetes.

Algunos vecinos de la zona habían advertido en varias ocasiones a los periodistas de que no se acercaran a la cárcel "porque los americanos disparan a todo lo que se mueve". La muerte de Dana, que tenía una amplia experiencia en conflictos armados y que incluso había sido herido de bala en 2000 y 2002 cuando cubría el conflicto de Israel y Palestina, eleva a 17 el número de informadores muertos desde que comenzó la invasión, el pasado 20 de marzo. Entre los informadores fallecidos hay dos españoles, el cámara de Tele 5 José Couso y el periodista de El Mundo Julio Anguita Parrado. Además, dos periodistas de la cadena británica ITN permanecen desaparecidos desde los primeros días de la guerra.

Ataque al centro penitenciario

El ataque a la prisión que Dana había ido a cubrir se produjo la noche anterior. Un comunicado estadounidense explica que hubo tres impactos de mortero en el recinto. Tres de los reclusos murieron en el acto, mientras que otros tres fallecieron en el hospital. El Ejército estadounidense ha abierto una investigación para aclarar el ataque.

La prisión de Abu Grahib, rebautizada como Centro penitenciario de Bagdad por la coalición anglo-estadounidenses, la más grande del país y uno de los centros de represión del extinto régimen de Sadam Husein, alberga a unos 500 detenidos iraquíes, entre delincuentes comunes y sospechosos de pertenecer a las guerrillas antiamericanas que están convirtiendo la posguerra iraquí en un infierno para los soldados estadounidenses y a quien los estadounidenses atribuyen la autoría del ataque. De momento, mientras se remodelan las instalaciones, los prisioneros están alojados en tiendas.