El Pentágono prueba la "madre de todas las bombas" para disuadir a Sadam Husein
Se trata del proyectil convencional más potente del mundo
La primera bomba de la guerra contra Irak, y la más gorda, estalló ayer en Florida. Esta península estadounidense de clima tropical ha sido el lugar elegido por el Pentágono para probar la MOAB, un proyectil de 9.500 kilos que podría ser usado en caso de conflicto bélico en el Golfo Pérsico, según han informado fuentes militares a la CNN.
"La bomba explotó" poco después de las 13.00 horas locales (19.00 hora española), explicó Nicholas Brown, portavoz de la base aérea de Eglin, en Florida, al ser consultado sobre las pruebas. Se trata de la bomba convencional más potente del mundo, "la madre de todas las bombas", como la llaman en los militares familiarmente, ya cuenta con un poder destructivo similar al de un pequeño dispositivo nuclear.
"Eso no es nada", señaló por su parte el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, durante una rueda de prensa. La MOAB supera en potencia a la BLU-82 (apodada daisy cutter, literalmente segadora de margaritas), considerada hasta ahora como la mayor del mundo y la más destructiva del arsenal convencional de EE UU y que se usó en Vietnam, en la guerra del Golfo y en Afganistán. La prueba ha tenido como objeto "quitar las ganas" de luchar a los soldados iraquíes e "incentivar a Sadam Husein para que se vaya", ha reconocido Rumsfeld.
"Un arma psicológica"
"Su uso contra fuerzas terrestres puede ser devastador, es un arma psicológica", declaró Jake Swenson, portavoz de la base. Lanzada en esta ocasión por un avión militar de transporte sobre un campo de pruebas de la base aérea de Eglin, en un conflicto real la bomba tendrá como misión destruir objetivos estratégicos terrestre (grandes concentraciones de tropas) o subterráneos (búnkers).
Su potencia es tal que el Pentágono estaba pendiente además del Centro Nacional de Información Sísmica para comprobar si su explosión causaba un terremoto. En esta ocasión el proyectil sólo ha generado un ruido ensordecedor y una nube de humo de más de 3.000 metros de altura, amén de borrar del mapa las instalaciones donde se realizaba la prueba, es de suponer. Ahora el Pentágono evalúa si todo ha funcionado como debía, para decidir si está lista para ser usada en Irak en caso de guerra.
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