Lucio Gutiérrez lanza un "grito desesperado" contra la deuda externa que ahoga a Ecuador
El nuevo presidente ecuatoriano toma posesión del cargo ante 1.300 invitados, entre ellos el Príncipe Felipe
El nuevo presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, ha lanzado hoy, durante su ceremonia de investidura, un "grito desesperado" al mundo desarrollado para que comprenda que la deuda externa está "matando el sueño y las ilusiones" de los ciudadanos de esta nación andina. Gutiérrez ha tomado hoy posesión de su cargo, en presencia de siete mandatarios -hispanoamericanos y del Príncipe Felipe de Borbón.
"Lanzamos un grito desesperado al mundo desarrollado, no podemos desarrollar a nuestro país pagando por la deuda externa porcentajes de alrededor del 40% del presupuesto nacional", ha dicho en su discurso de investidura como presidente. Para Gutiérrez, ex militar, la deuda externa "tiene que dejar de ser un dato simplemente estadístico, numérico, frío" y "tiene que ser tratada como un problema social, un problema de los países en vías de desarrollo".
"La deuda externa está matando los sueños, las ilusiones, el derecho a una vida digna de millones de niños que ahora mismo no han desayunado, que no han ido a la escuela", ha dicho ante unos 1.300 invitados, entre ellos el Príncipe Felipe y los presidentes de Brasil, Lula Da Silva; de Cuba, Fidel Castro; de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Álvaro Uribe.
"Tiene que ser analizada desde una perspectiva política. Los acreedores deben comprender que Ecuador no es solamente un país deudor que debe pagar, sino que tiene un pueblo colmado de necesidades y con derecho a un futuro mejor".
El presidente de Ecuador ha señalado que buscará una "solución creativa para la deuda externa" que supera los 15.000 millones de dólares.
Así, ha recordado que en 1953 se realizó un Londres una asamblea en la que Alemania solicitó que se le permitiera primero crecer para luego pagar su deuda externa. "Los países acreedores se sensibilizaron y acogieron este pedido y hoy el mundo admira el desarrollo de esta gran nación".
Gutiérrez ha añadido que si "los países acreedores de la deuda externa escuchan esta súplica, este ruego desesperado, en el nombre de 12,5 millones de ecuatorianos, dentro de un par de lustros podríamos estar emulando la hazaña de Alemania".
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