España suaviza sus tesis sobre inmigración ilegal para satisfacer a Francia y Suecia

El Consejo Europeo, que se centra en la inmigración ilegal, en la reforma del Consejo y en la ampliación de la Unión Europea (UE), arrancó hoy sobre las 10.30 horas con la tradicional foto de familia ante el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla. Tras la apertura oficial, la presidencia española ha presentado, en la primera sesión de trabajo, un texto en el que suaviza la posibilidad de sanciones a los países que no colaboren de forma suficiente contra la inmigración ilegal.

Con el fin de satisfacer a Francia y Suecia, que se oponían a castigar a los países de origen de los clandestinos, dejando en suspenso los acuerdos de cooperación, España ha optado por poner sobre la mesa un compromiso que matiza hasta tal punto los textos anteriores que, muy probablemente, permitirá sacar adelante un acuerdo.

"El Consejo, después de que los mecanismos comunitarios sean agotados sin resultado, podrá constatar por unanimidad, una falta de cooperación no justificada por parte de un país tercero en la gestión común de flujos migratorios", señala el texto.

La clave: decisiones por unanimidad

"En este caso, el Consejo podrá adoptar, conforme a las reglas de los Tratados, medidas o posiciones en el marco de la Política Exterior y de Seguridad Común y otras políticas de la UE, respetando los compromisos adquiridos por la Unión y sin poner en duda los objetivos de cooperación al desarrollo", añade.

De este modo, cualquier decisión respecto a sanciones —incluida una posible suspensión- sería tomada no sólo por la Comisión, sino por el Consejo de Ministros, que en estos asuntos deberá resolver por unanimidad. El mecanismo, ya pactado entre los Quince, será la inclusión en todo futuro acuerdo de cooperación de una cláusula conjunta sobre flujos migratorios.

Respecto a este problema el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ha declarado por la tarde que apoya esta idea, y se ha declarado contento porque desaparezca la referencia a sanciones contra los países que no impidan la inmigración ilegal.

Interrogado por la prensa, Prodi ha declarado al término de la primera jornada de la cumbre que la última propuesta de compromiso "es buena", porque es "muy respetuosa con los inmigrantes".

Por otra parte, la presidencia española aboga por la necesidad de una "evaluación sistemática" de las relaciones con los países terceros que no cooperen en esta materia. "Una cooperación insuficiente podría hacer más difícil la profundización de las relaciones", indica a modo de advertencia. Esta cooperación se centrará en la gestión conjunta de la inmigración, el control de fronteras y readmisión de ilegales.

En cuanto a los demás asuntos de la cumbre, también se prevé que se examine un informe sobre la reforma de los consejos europeos, que aboga por reducirlos a una sola jornada y por devolverles su carácter "político".

Otro tema a debatir es la situación en Oriente Próximo. Sobre este extremo, los líderes europeos reiterarán su firme condena del terrorismo Israel y reclamarán el cese de las operaciones de represalia de los israelíes, en una declaración en la que instarán a la convocatoria de una conferencia internacional. En la misma participarían las partes implicadas, EE UU, la UE, la ONU y Rusia, además de los Estados árabes interesados.

Para acabar este día los reyes Juan Carlos y Sofía ofrecerán una cena en los Reales Alcázares con todos los dirigentes que asisten a la cumbre.