Comienzan las pruebas forenses para identificar los cuerpos recuperados del 'Kursk'

Los investigadores rusos podrán poner nombre a los cuerpos descompuestos que poco a poco van recuperándose del interior del submarino Kursk. Esta mañana han comenzado las pruebas forenses para identificar a los 118 tripulantes de la nave, que se hundió en el mar de Bárents en agosto del año pasado. Hasta el momento, son 12 los cadáveres rescatados, todos ellos en el noveno compartimento del buque.

Sin embargo, la investigación será lenta. Esta mañana, el general Vladimir Ustinov ha afirmado, en unas declaraciones recogidas por la agencia Interfax, que la tarea de los equipos forenses se prolongará al menos por un mes.

Según Ustinov, el rescate de los cadáveres de los otros cuatro tripulantes que supuestamente deben quedar en la novena sección es difícil debido a que todavía hay mucha agua mezclada con lubricantes en este compartimiento.

Precauciones con la instalación nuclear

Por otra parte, el almirante Viachesláv Popov, comandante de la Flota del Norte, ha asegurado que otros especialistas militares entrarán en el compartimiento sexto donde se encuentran los dos reactores nucleares para neutralizar definitivamente esta instalación.

"Los especialistas deben cortar todos los cables, soldar las conexiones y otras operaciones específicas para que los reactores queden en condiciones en que sea absolutamente imposible reactivar su funcionamiento", ha explicado. El Kursk estaba equipado con dos reactores del tipo OK-650, con una potencia mecánica equivalente a 100.000 caballos de fuerza.

Según expertos rusos, durante el reflote del submarino nuclear del fondo del mar de Bárents el pasado 8 de octubre y su traslado al dique en el astillero de Roslaikovo, donde se encuentra, "no se ha registrado ninguna contaminación radiactiva".

Tras el rescate de los cadáveres y el desmantelamiento de los misiles, el submarino será transportado a otro astillero para retirar el combustible de los reactores nucleares y proceder a su desguace.