_
_
_
_
SUBMARINO NUCLEAR

Decenas de grúas logran rescatar el 'Kursk' del fondo del mar

El submarino nuclear es remolcado a dique seco cerca de Múrmansk

La operación para reflotar el Kursk, que se fue a pique el 12 de agosto del año pasado con sus 118 tripulantes, culminó ayer, después de que las 26 grúas instaladas en la barcaza Giant 4 lo removieran de su tumba, a 108 metros de profundidad, y comenzaran a izar los 26 cables que habían enganchado al casco del submarino atómico. El sumergible es remolcado ahora hacia el dique seco de Rosliakovo, cerca de Múrmansk.

Más información
El 'Kursk' llega a puerto un año después del hundimiento
Comienzan las pruebas forenses para identificar los cuerpos recuperados del 'Kursk'
Gráfico animado:: Operación para reflotar el 'Kursk'
Gráfico animado:: Reconstrucción del accidente
Gráfico animado:: Los intentos de rescate del submarino

En Rosliakovo, el submarino será estudiado minuciosamente para tratar de dilucidar las causas de la explosión que se produjo en la proa y provocó su naufragio. El delicado izamiento, que comenzó en la madrugada del lunes, fue progresando a razón de 10 metros por hora, y cuando el Kursk se encontraba a 40 metros de la superficie, la Giant 4 levó sus ocho pesadas anclas y enfiló rumbo al golfo de Kola, al pueblo de Rosliakovo.

En el fondo del mar ha quedado la primera cámara, donde estaba el compartimiento de los torpedos y donde se produjo la explosión que la destruyó. Esa cámara fue separada del resto del casco con ayuda de sierras metálicas, y la decisión de dejarla por el momento en las profundidades del mar de Barents ha sido interpretada por algunos comentaristas como el deseo de Rusia de no dar a conocer secretos militares y de ocultar la verdadera causa de la tragedia.

Riesgo de explosión

Pero las autoridades niegan perseguir esos fines y explican que si hubieran levantado el sumergible con la primera cámara, que se encuentra muy destruida, se corría el riesgo de que ésta no resistiera la presión y se quebrara, con lo que el submarino podía nuevamente caer al fondo.

Un nuevo choque del submarino atómico contra el fondo marino podría provocar fugas radiactivas o incluso una explosión de los dos reactores nucleares, que se encuentran en las cámaras 5 y 5 bis, con las trágicas consecuencias que ello tendría para el medio marino.

Los ecologistas, incluso sin una nueva caída del sumergible, estaban muy preocupados por posibles fugas radiactivas que contaminaran el mar. Para controlar constantemente la situación fueron instalados en el casco una serie de sensores que deben detectar la menor fuga. Además, en el lugar del naufragio permanecerá otros tres días el barco oceanográfico Semión Dezhniov tomando pruebas de las aguas para comprobar si ha habido o no contaminación radiactiva.

La extraordinaria operación de levantamiento del Kursk estuvo a cargo de las empresas holandesas Mammoet y Smit, que tuvieron que dedicar 86 días para preparar el izamiento en la zona del naufragio del sumergible. Ayer reinaba, en palabras de la portavoz de Mammoet, Larissa van Seumeren, 'el entusiasmo y la alegría' entre los que componen el equipo de rescate.

Los preparativos del izamiento incluyeron, además de la separación de la primera cámara, la perforación de 26 agujeros en el casco -las llamadas ventanillas tecnológicas- para fijar otros tantos cables de 25 centímetros de grosor y 900 toneladas de resistencia cada uno.

La barcaza avanzaba a sólo 0,5 nudos por hora hasta que la torre del sumergible entró en 'la envoltura submarina' hecha en el fondo de la Giant 4 para fijar la posición del Kursk y para que el remolcador pueda arrastrarlo a mayor velocidad. De todas maneras, ésta será de un máximo de tres nudos por hora, y el conjunto barcaza-submarino se demorará día y medio en llegar al dique seco número 50 de Rosliakovo.

Allí se procederá a desmontar los 22 misiles de crucero Granit que llevaba el Kursk. Más tarde, el sumergible atómico será transportado al astillero Nerpa, en Snezhnogorsk, para retirar el combustible de los dos reactores nucleares y comenzar el desguace.

Imagen tomada de televisión en la que un oficial ruso observa las maniobras del Giant 4 para izar al Kursk.
Imagen tomada de televisión en la que un oficial ruso observa las maniobras del Giant 4 para izar al Kursk.AP

La tarea más triste

Una de las tareas más tristes y difíciles será la de identificar los cuerpos que se encuentren en el interior del submarino atómico Kursk. El otoño del pasado año, los buzos noruegos, británicos y rusos lograron recuperar sólo 12 cadáveres del interior del caso en el fondo del mar, por lo que se piensa que en el Kursk deben quedar los restos de muchos de los 118 marinos que formaban la tripulación. Antes que el submarino empezase a ser remolcado hacia el pueblo de Rosliakovo, hubo una pequeña pero emotiva ceremonia en memoria de los tripulantes que perdieron la vida cuando el Kursk naufragó. Varios buques de la Armada rusa se acercaron a la zona de la tragedia, mientras sus oficiales y marinos arrojaban flores en homenaje a sus compañeros muertos en la catástrofe que conmocionó y alarmó al mundo el pasado año.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_