El extremo espectáculo del ‘youtuber’ que engordó 100 kilos ante las cámaras
Nicholas Perry, conocido en las redes como Nikocado Avocado, lleva años comiendo cantidades impensables de comida ante la cámara, una práctica que le ha hecho célebre, adinerado y enfermo mientras una audiencia millonaria no puede dejar de mirar
Existen en Corea del Sur unos 5,6 millones de personas que viven solas, según datos de Statistics Korea, el Instituto Nacional de Estadística del país. En 2010 ocurrió algo de forma espontánea en la plataforma de vídeo en streaming surcoreana AfreecaTV: cientos de jóvenes empezaron a sentarse frente a sus ordenadores y narrar su día a día ante la cámara mientras comían. Casi siempre coloridos platos de carbohidratos y cada vez en más cantidad. Al espontáneo fenómeno se le llamó mukbang, un término que combina la palabra coreana “comida” (muk-da) con “teledifusión” (bang-song). Su triunfo, casi instantáneo, tuvo que ver con el sentimiento de soledad de gran parte de su sociedad. Millones de personas sintieron que alguien comía o cenaba con ellos todos los días. Y como la soledad es tan generalizada como el amor por la comida basura, el fenómeno caló muy pronto en otros países del mundo.
Presenciar cómo alguien consume de una sentada miles de calorías puede resultar igual de fascinante que repulsivo. Sin embargo, tal como señala Sergio Barreda, CEO de la agencia de influencers madrileña Keeper Experience, “los retos siempre han funcionado, tanto en la televisión como en YouTube. El éxito reside en el interés que suscita ver a extraños que superan un reto, salen de su zona de confort y, de paso, sufren un poco. Además, este tipo de vídeos tienen una connotación de humor y entretenimiento que enganchan”. En esto el estadounidense Nicholas Perry, conocido en las redes como Nikocado Avocado, no tiene competencia. Pero hace tiempo que ya no hay nada de divertido en su evolución.
El héroe de los veganos se pasa a las hamburguesas
Nacido en Ucrania el 19 de mayo de 1992, Nicholas no tuvo una infancia feliz. Como le contó a la controvertida youtuber Trisha Paytas –la otra gran heroína del mukbang, con 2.200 millones de visualizaciones en YouTube– en el podcast The Dish With Trish, siendo un bebé fue adoptado por una familia de Pensilvania (EE UU) y “estuve entrando y saliendo de terapia desde que tenía cinco años”. En esa misma charla narró cuánto le costó procesar la decisión que tomaron sus padres biológicos de abandonarlo. Y que de adolescente le diagnosticaron TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) y TDA (trastorno por déficit de atención).
Atendiendo a su primera cuenta de Twitter, entre 2011 y 2012 se ganaba la vida como violinista independiente. Su sueño era tocar en una orquesta de Broadway, por lo que en 2013 se mudó a Nueva York. Entonces era vegano y mantenía una dieta saludable.
Justo en ese momento, a través de un grupo de veganos en Facebook, conoció a un joven colombiano llamado Orlin Home. Tras meses chateando se vieron en persona en el Woodstock Fruit Festival, un evento para crudiveganos que anualmente se celebra en la ciudad de los rascacielos. El flechazo fue inmediato. Al inicio de 2014 Nicholas aparcó sus aspiraciones musicales y se instaló junto a él en el país suramericano. En su primer vídeo oficial como pareja aseguraban que solo discutían por la comida. Era el prólogo perfecto a aquello en lo que se convirtieron pocos años después.
Fue Orlin, que ya tenía un canal en YouTube, quien animó en 2014 a Nicholas para que se estrenara en la popular plataforma de vídeos. Así surgió Nikocado Avocado (que es aguacate en inglés). En sus vídeos más antiguos, aún disponibles en el canal secundario Nikocado Avocado 2, hablaba tanto de sus rutinas de ejercicio con Orlin como de los múltiples beneficios del veganismo. Todo cambió el 1 de septiembre de 2016: aquel día compartió una pieza titulada ¿Por qué ya no soy un youtuber vegano?, hoy con casi cinco millones de visualizaciones, en la que durante algo más de 30 minutos tildaba a quienes rechazan los alimentos de origen animal de “desequilibrados, hostiles y mentalmente inestables”. Recibió un aluvión de comentarios, por ejemplo: “Aquí descansa en paz la versión cuerda de Nikocado Avocado”.
A las pocas semanas realizó su primer mukbang. Las empanadas que devoró en aquel vídeo no contenían carne, pero internet fue testigo por primera vez de su voraz apetito. Tras aquello, ya en 2017, introdujo pizzas y otros tipos de comida rápida. Siempre en cantidades industriales. Sus suscriptores, alarmados, le hicieron llegar cientos de mensajes, preocupados de que padeciera un trastorno alimenticio. En el vídeo Mi alimentación compulsiva (no apto para niños) negó que tuviera un problema.
El drama vende
Nikocado Avocado no es únicamente popular por deglutir a diario cantidades obscenas de hamburguesas, pollo frito o tallarines picantes, su plato favorito. El 15 de marzo de 2017, justo un mes después de que Orlin le pidiera matrimonio –el anillo lo ocultó dentro de un aguacate XXL–, su canal de YouTube viró en una telenovela, un melodrama descaradamente amarillista. Esa tarde en concreto habló de los problemas que arrastraba con su futuro esposo y desveló, entre sollozos, que Orlin había intentado suicidarse cortándose las venas. Ese vídeo marcó un punto de inflexión.
A partir de ahí, ha sobreexpuesto todas sus miserias personales con un único objetivo: alcanzar el máximo de visitas posibles. Sin ir más lejos, el 1 de abril de 2017 afirmó que su relación había terminado porque, estando de viaje, le fue infiel a Orlin con 12 hombres y le trasmitió una ETS. A las dos semanas, para sorpresa de muchos, se casaron. Y en octubre, como su visado de matrimonio fue rechazado, lo deportaron de Colombia. Dado el aumento de suscriptores y visualizaciones —y, por lo tanto, de sus ingresos—, Nicholas decidió explotar su vis más histriónica e hiperbólica. Desde entonces, raro es el vídeo en el que no llora, grita o padece un colapso mental. En uno llamado “No gusto a nadie, estoy acabado” se limita a llorar ante una enorme fuente de huevos fritos con tallarines mientras se rapa el pelo y, al final, ejecuta una crucifixión a modo de performance. Mención aparte merecen sus incontables peleas con Orlin, en las que ambos se insultan y agreden físicamente restregándose comida en la cara. YouTube está repleto de recopilaciones. Actualmente residen en Florida y continúan casados, pero en estos años ha habido tantísimas rupturas y reconciliaciones que resulta imposible trazar una cronología fidedigna de sus idas y venidas maritales.
Uno de los vídeos más vistos de Nikocado Avocado, en el que prueba, con otra estrella del mukbang, unos tallarines “extremadamente picantes”.
Ante esto, la pregunta del millón: ¿Qué hay de verdad y de ficticio? La respuesta la dio el propio Nicholas en una entrevista que concedió a MEL Magazine en 2020: “Todo está guionizado. YouTube ha sido una forma de crear un personaje y ofrecer entretenimiento. Lo que se ve en la cámara es completamente exagerado para conseguir clics. La gente ve la lucha libre y sabe que es falsa. Saben que la telerrealidad es falsa, pero eso no les impide disfrutarla. Soy lo suficientemente inteligente como para saber que el drama vende. Orlin ha practicado cada vez más conmigo estas falsas peleas por la comida, crisis de engaño y rupturas. Para nada refleja nuestra relación en la vida real”.
“Siempre estoy dos pasos por delante. Este ha sido el mayor experimento social que he conocido”, confesó el pasado 5 de febrero ante sus seguidores. Y agregó: “Es apasionante ser testigo, observar a todos estos seres enfermos, desequilibrados, desorientados, vagando por internet en busca de historias […] Siento como si mi vida se hubiera posicionado en el lugar donde estoy, monitoreando hormigas en una granja de hormigas. Una sigue a otra. Es fascinante. Basta con mirar a todos estos consumidores, todas estas personas perdidas y aburridas que consumen cualquier cosa que les digan que consuman. Soy el villano”.
“El personaje es casi lo más importante en este tipo de contenidos. Sobre todo, para empatizar de alguna forma con el público y crear controversia. La audiencia espera ver show, no comida”, opina Barreda. “Al tratarse de contenidos muy virales generan una retención muy alta en la audiencia. Por tanto, la publicidad que producen a través de las propias plataformas ya supone una fuente de ingresos bastante importante. Muchos restaurantes contratan a ese tipo de talentos para superar retos en sus establecimientos y ganar publicidad. Aunque, en su caso, esto no creo que sea su ingreso principal”.
En efecto, así es. Aparte de sus seis canales activos en YouTube (entre todos suman más de 7,2 millones de seguidores), Nicholas tiene una cuenta en Patreon, un perfil en Onlyfans y comercializa camisetas y sudaderas estampadas con su cara. Igualmente, es uno de los muchos famosos que pueden contratarse en Cameo: recibir un mensaje suyo personalizado cuesta 139 euros; una videollamada, 232.
La consecuencia de todo esto
“Desde una perspectiva psicológica, su conducta podría asemejarse a la de un trastorno por atracón”, apunta Julia Vázquez, neuropsicóloga clínica e investigadora del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR). “En dicho trastorno la presencia irregular de atracones lleva consigo sentimientos de malestar y falta de control. Pero en su caso, por lo que se aprecia en los vídeos, estos componentes no estarían presentes: planifica la comida que va a ingerir, la cantidad o el momento. En definitiva, todo el set. Asimismo, es frecuente también que los atracones se den en momentos de soledad, y él en muchas ocasiones lo hace con un compañero, ya sea Orlin u otro mukbanger. Por eso mismo, no acabaría de encuadrarse en ese diagnóstico. Su conducta alimentaria compulsiva, utilizada como espectáculo y como medio de vida, iría más ligada a determinados rasgos de personalidad y a la creencia de que los beneficios económicos compensan el perjuicio en la salud”.
Independientemente de que sus dramas sean una farsa y apelen al clickbait, hay algo innegable: ahora pesa 368 libras, unos 166 kilos. Literalmente, 100 kilos más que cuando debutó en YouTube. “Lo que está claro es que, si perdura en esta alimentación, acabará teniendo muchos problemas físicos y psicológicos”, vaticina Vázquez. “Los síntomas físicos de una alimentación malsana, el sobrepeso y la obesidad son la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto. Todo ello puede desencadenar en problemas cerebrovasculares como un ictus, algunos cánceres, dolores, dificultades de movilidad y, entre otros, problemas musculares, en los huesos o las articulaciones”.
Las primeras secuelas ya son una realidad. Nicholas relató en 2019 a Men’s Health que tiene problemas de erección, “algo que nunca me pasó hasta que empecé a hacer mukbangs”, o que “no puedo dormirme porque siento que mi tracto digestivo está en llamas”. Y por mucho que le quite hierro al asunto (una de sus frases más recurrentes es que ha engordado por culpa del “peso del agua”), sus fans más fieles andan muy preocupados. Especialmente, desde que a finales de 2020 se le pudo ver comprando en Walmart con un escúter eléctrico para discapacitados. O, por ejemplo, cuando el pasado septiembre compartió que se había roto tres costillas como consecuencia de una tos severa.
“El youtuber más parecido a él que tenemos en España sería Esttik. Sin embargo, físicamente éste se mantiene en forma por la cantidad de deporte que hace, contrarrestando así los atracones de comida que se mete”, asevera Barreda. “En nuestro país un perfil tan agresivo como el de Nikocado no funcionaría porque no estamos acostumbrados a esos extremos”.
Nicholas lleva tiempo asegurando que dejaría de hacer mukbangs una vez cumpliera los 30. Si así fuera, en escasas semanas se produciría este retiro. Pero a sabiendas de su historial, y de cómo disfruta troleando a diestro y siniestro, nada hace pensar que esto vaya a suceder y no espere un nuevo giro de guion en esta tragicomedia que engancha a millones de personas.
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