_
_
_
_

Manuel Estrada: así se diseña la portada de los libros de bolsillo más famosos de España

Premio Nacional de Diseño en 2017, el madrileño expone en la capital 150 de sus trabajos para Alianza o EL PAÍS, y desvela los procesos creativos que los alumbraron

Seis portadas de Manuel Estrada para El Libro de Bolsillo de Alianza Editorial.
Seis portadas de Manuel Estrada para El Libro de Bolsillo de Alianza Editorial.Estrada Design
Carlos Primo

En cierta ocasión, al diseñador Manuel Estrada (Madrid, 1953) le encargaron una portada para un libro sobre Viriato perteneciente a la colección de novela histórica publicada por EL PAÍS. “Me fui a Toledo y compré una daga romana de acero para turistas, la forré con unas tiras de cuero viejo que encontré, las mojé para que se ciñeran a la forma y cuando la fotografiamos parecía una daga sacada de un yacimiento arqueológico”, recuerda. “No había mentira en la imagen, que tenía un fondo blanco, pero era un lenguaje que permitía hacer actual un texto que hablaba de hechos del siglo II antes de Cristo”.

Ese proceso de síntesis visual basado en lo conceptual, la fotografía como señuelo y la cubierta como forma de actualizar textos forma parte del estilo con el que Estrada, Premio Nacional de Diseño 2017, se ha convertido en un nombre fundamental del diseño editorial en nuestro país. Así lo demuestra Leer libros, diseñar portadas, la exposición que acoge hasta el 11 de septiembre la Biblioteca Regional de Madrid. En la muestra, el protagonismo recae sobre las reproducciones de 150 portadas a gran tamaño y sobre varias vitrinas con cuadernos de bocetos. “No son cuadernos de artista”, advierte Estrada, “sino cuadernos que utilizo para tomar notas en las reuniones o para hacer bocetos, a veces más rápidos y en ocasiones más dibujados”. A partir de ahí, las portadas se materializan con la ayuda del ordenador o del estudio fotográfico, un elemento fundamental en el léxico visual de Estrada.

Retrato del diseñador Manuel Estrada.
Retrato del diseñador Manuel Estrada.

El diseñador, con una amplia experiencia en el diseño gráfico, de logos y de identidad visual, afirma que aprendió a hacer libros sobre la marcha, con la práctica. “Siempre me habían interesado esos artefactos pequeñitos donde metes mucha información, porque me gusta mucho sintetizar”, apunta. “Me curtí mucho haciendo las primeras portadas de series de libros que sacó EL PAÍS. De la serie negra se llegó a vender un millón de ejemplares, a un euro cada uno. Luego vinieron los clásicos de la literatura española. Hacíamos dos portadas a la semana, y en aquella época pensaba que el texto de la contraportada era suficiente para hacer una portada. Pero me he dado cuenta de que las mejores portadas vienen cuando uno ha leído el libro, lo identifica y se emociona. Debo de haber hecho más de tres mil portadas, pero últimamente me he dado cuenta de que las más bonitas son aquellas cuyos contenidos me han emocionado. Esa es la tesis de la exposición”.

Portada para 'El libro de las tierras vírgenes' de Kipling en El Libro de Bolsillo.
Portada para 'El libro de las tierras vírgenes' de Kipling en El Libro de Bolsillo.Estrada Design

La muestra gira en torno a un proyecto fundamental en su trayectoria: las portadas que crea desde hace años para Alianza Editorial. De ahí surge inevitablemente otro nombre, el de Daniel Gil, que diseñó desde 1966 hasta 1989 las portadas de El Libro de Bolsillo, la colección de Alianza con la que han aprendido y leído varias generaciones de españoles. El estilo forjado por Gil, basado en juegos tipográficos e imágenes sintéticas de resonancias casi surrealistas, ocupan un capítulo destacado —y voluminoso— de la historia del diseño en España. “El trabajo de Alianza fue como una ventana en la época oscura de la dictadura”, reflexiona Estrada. “Conocí personalmente a Daniel Gil cuando estaba jubilado, era una persona encantadora, un cascarrabias magnífico, y nos hicimos amigos”, recuerda. De esa amistad da testimonio el hecho de que Gil le dedicara uno de los objetos que utilizaba para componer sus portadas, construidas a partir de utensilios cotidianos hackeados para adquirir matices simbólicos o escultóricos. “Él mandaba a gente de su estudio al Rastro para buscar objetos, y cuentan que en su estudio tenía una estantería llena. Muchos de aquellos objetos se perdieron en una exposición. Me dedicó uno de ellos, para una portada de La Regenta”.

Una metáfora visual da forma a este diseño de Estrada para Alianza Editorial.
Una metáfora visual da forma a este diseño de Estrada para Alianza Editorial.Estrada Design

Por eso, cuenta, cuando le propusieron asumir el diseño de El Libro de Bolsillo, la misma colección, su primer impulso fue rechazar la oferta. “Daniel Gil es un hito del diseño español y también era mi amigo. Su influencia me parece innegable, pero no trato de seguir su rastro porque me parece imposible. Sus portadas solo las podía hacer él. Cuando me lo propusieron, pensé que la gente de la profesión iba a pensar que mi trabajo era peor que el de Daniel. Por eso dije que no. Pero después me convencieron y no me arrepiento, porque son unos cómplices de trabajo magníficos”. En un sector donde suelen valorarse varias propuestas antes de tomar cualquier decisión, el trabajo de Estrada en Alianza lo apuesta todo a un solo cartucho. “Aunque haga veinte versiones, solo les enseño una portada, y nunca hay problemas”, explica.

En Alianza se fían de su capacidad sintética y también de un estilo gráfico que se ha vuelto reconocible: tipografías marcadas y juegos visuales que “tienen que ver con el trabajo de alguien a quien le gustan los logos, como a mí”, explica. Estrada menciona a José Cruz Novillo, “que ha aportado a nuestro diseño una capacidad sintética escalofriante”, apunta. “Lo comparas con otros diseñadores en la cumbre de la gráfica europea, y es muy bueno”. En Estrada, esa influencia se traduce en un sello propio que consiste en plantear interrogantes visuales y simbólicos que no siempre resultan inmediatos, pero que adquieren sentido cuando dialogan con el texto al que ponen portada. “Una portada ni debe contar el libro, ni resumirlo. No tiene por qué ser fácil aunque luego lo sea. Para mí, si una portada es buena, debe parecerlo más cuando se ha leído el libro, porque es como si fuera una verdad cifrada”. Algunos ejemplos: un botijo recompuesto a partir de pedazos de distintos botijos para La España invertebrada de Ortega, una pipa de fumar convertida en foco para Sherlock Holmes, un crucifijo hecho de hojas de árboles para San Juan de la Cruz o una paleta de albañil que recuerda a un rostro humano para el Frankenstein de Mary W. Shelley. Es decir, jeroglíficos plásticos que se fotografían en su propio estudio —”al principio hacíamos las fotos en la cocina del estudio, pero ya tenemos uno en condiciones”, explica el diseñador”— y funcionan como señuelos. “La clave está en establecer complicidad con los textos, y en invitar a la gente a entrar en esa complicidad. Es decir, a leer esos libros”.

La fotografía es el punto de partida de muchos de los diseños de Estrada para Alianza.
La fotografía es el punto de partida de muchos de los diseños de Estrada para Alianza.Estrada Design

Más rasgos de estilo: la inmensa mayoría de sus títulos tienen fondo blanco, un recurso que en ocasiones cuenta con la oposición de los libreros, que argumentan que se ensucian fácilmente y, en ocasiones, resultan más difíciles de vender por ese motivo. “Además, no están plastificados”, reconoce, “los imprimimos en una cartulina que no es totalmente lisa, porque los libros de bolsillo tienen que ser baratos, pero el blanco y el negro permiten marcar la síntesis mejor. Cuando tienes un objeto fotografiado, o un collage, y lo llevas hasta los bordes de la cubierta, su percepción es más débil. Una viga de hierro en la pared blanca de un museo adquiere una dimensión tremenda que no tendría en medio de otros objetos. Es algo instintivo, no pensado. El fondo blanco permite crear una especie de paspartú que te separa del resto”.

Portada para 'Romancero gitano', de Federico García Lorca, para El Libro de Bolsillo.
Portada para 'Romancero gitano', de Federico García Lorca, para El Libro de Bolsillo.Estrada Design

Sus trabajos para Alianza Editorial permiten, además, esbozar una cierta teoría sobre el diseño editorial en España y los rasgos que lo distinguen del de otros países. “En España tenemos una cultura tipográfica menor. Hay muy pocos diseñadores de tipografías porque no compra nadie las letras y es muy difícil convencer a empresas e instituciones. Por eso no tenemos esa cultura tipográfica que ha impregnado los libros de Faber and Faber, de Penguin o de muchas editoriales alemanas. Sin embargo, tenemos una cultura visual muy fuerte. No sé si se debe a que Madrid tenga una de las pinacotecas más importantes del mundo, pero lo cierto es que es una ciudad con una cultura visual muy alta, en la que hay muchos pintores, fotógrafos y directores de cine. Eso es extensible a toda España. Nuestra industria editorial empezó más tarde, con unos tipos de plomo refundidos de los franceses o italianos, pero hemos desarrollado una vía propia que tiene que ver con el dibujo y con los lenguajes cifrados de otra forma”.

Este planteamiento encierra un concepto humanista y democrático del libro que, en ocasiones, choca con ciertas tendencias del sector. “Los departamentos de marketing siempre están buscando best-sellers, y tienen la idea de que las portadas pueden ayudar a convertir un libro en superventas”, afirma. “Es una idea errónea, porque cuando las portadas entran en el terreno de las ventas, pierden su capacidad narrativa. Una portada puede llamar la atención o ayudar a que la gente se acerque al libro, pero siempre desde el libro, no desde la venta. Es una sutileza, pero es importante”. Fiel a esta filosofía de trabajo, Estrada asegura que su estilo se ha ido definiendo por acumulación, diseñando y leyendo, tal y como enuncia el título de su exposición. “Cuanto más llevo trabajando con las imágenes más me interesan las palabras”, concluye.

En primer plano, una vitrina con objetos y cuadernos empleados por Manuel Estrada en sus diseños.
En primer plano, una vitrina con objetos y cuadernos empleados por Manuel Estrada en sus diseños.
La muestra también incluye ejemplares de los libros de la colección El Libro de Bolsillo.
La muestra también incluye ejemplares de los libros de la colección El Libro de Bolsillo.PEDRO SANCHEZ


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_