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Los reproches de Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett en su documental: racismo, falta de apoyo de la familia real y la prensa como villana

La primogénita de los reyes Harald y Sonia de Noruega y su marido, un chamán estadounidense, estrenan en Netflix un proyecto donde hablan de todas las polémicas a las que se han enfrentado durante su relación

La princesa Marta Luisa y Durek Verrett en un fotograma de 'Realeza rebelde: una insólita historia de amor' en Netflix
Andrea Jiménez

Está de moda airear los trapos sucios de las familias reales. Y los que lo hacen, precisamente, suelen ser sus miembros. Comenzó hace cuatro años, cuando Enrique de Inglaterra y Meghan Markle dieron una controvertida entrevista a Oprah Winfrey, siguió con el estreno de la docuserie Enrique y Meghan y concluyó con la publicación de las memorias del príncipe, En la sombra. También lo hicieron Joaquín y Marie de Dinamarca después de que la reina Margarita decidiese despojar de los títulos reales a sus hijos; él con un documental, ella, en entrevistas. Ahora es el turno de Marta Luisa de Noruega y su marido, el chamán Durek Verrett. Este martes 16 de septiembre, el matrimonio estrena en Netflix Realeza rebelde: una insólita historia de amor, un documental en el que repasan cada capítulo de su relación, comentan las polémicas más sonadas y envían algún que otro dardo a la familia real noruega y a la prensa del país nórdico.

“Ser incomprendida es muy duro. Y esa ha sido la historia de mi vida”, es una de las primeras frases que pronuncia la princesa Marta Luisa, primogénita de los reyes Haakon y Sonia de Noruega. “De pequeña tenía mucha ropa que era incómoda, tenía que sentarme y comer adecuadamente. Odiaba estar en ese tipo de ambientes. Ahí es cuando empecé a darme cuenta: era totalmente diferente al resto de mi familia”, añade mientras se proyectan imágenes de su infancia. Ya siendo adulta, decidió formarse para mejorar sus habilidades psicológicas y su capacidad de sanación, dice. “Fui contando mi verdad y sentí que esa era mi misión”, explica. En 2018, una de sus clientas le dijo: “La única persona con la que también he sentido esto es con el chamán Durek Verrett. Tienes que conocerle”. El resto es historia. Y en toda historia de príncipes y princesas, también hay villanos que intentan que los protagonistas no sean felices —ni coman perdices—.

Son casi dos horas de documental en las que la pareja intenta blanquear y normalizar el trabajo del chamán, que vuelve a asegurar que fue faraón en el antiguo Egipto y que regresó a la vida después de morir. “Todo el mundo quería conocerme. La prensa me decía que era el chamán de las celebridades porque trabajé con Gwyneth Paltrow. Pero soy el chamán de las personas”, asegura. Coincidiendo con ese momento, Marta Luisa de Noruega le empezó a enviar mensajes: “No quería conocer a nadie, así que la ignoraba. Estaba soltero, pero tenía amigos con beneficios”, explica el chamán. Una frase de la princesa lo cambiaría todo: “Yo ya te conozco”. “En el momento en el que la dijo, vi mi pasado en Egipto y me vi en el trono junto a ella. Pensé: ‘Te he encontrado, mi amor”, explica él a cámara. En otro momento asegura que era más aprehensivo que ella porque “pensaba que iba a acabar con un hombre”: “Decidí que era alma sexual y que me atrae el alma de la persona”.

Durek Verrett y Marta Luisa de Noruega en un fotograma de 'Realeza rebelde: una insólita historia de amor'.

Marta Luisa y Verrett cuentan con el apoyo de algunos amigos y familiares en el documental, aunque no hay rastro de la familia real noruega —que a la espera de ver las reacciones de este proyecto, sigue enfrentando la difícil situación legal de Marius Borg, primogénito de la princesa Mette-Marit, imputado por la Fiscalía por cuatro violaciones y otros 28 delitos—. “Cuando me hablaba de él, tenía como estrellas en los ojos”, recuerda Elisabeth Braten, mejor amiga de la princesa. La primogénita de los monarcas noruegos ha encontrado en Estados Unidos un remanso de paz. “La gente no la reconoce. Por eso puede ser más libre allí”, explica Braten. Libre y evitando ser fotografiada por la calle. “Todo el mundo crece creyendo que ser princesa es lo más increíble. Aunque he experimentado cosas geniales, he estado perseguida toda la vida. Fue peor cuando empezaron a perseguir a mis novios, era muy intrusivo. Nadie puede entender lo que se siente hasta que les ocurre a ellos”, explica Marta Luisa.

Después de ocho meses de relación, llegó el momento de viajar a Noruega y conocer a la familia real. Pero antes de aterrizar en Oslo, decidieron, sin consultarlo con su equipo de comunicación, hacer pública su relación a través de sus perfiles de Instagram. “Cuando pisé el aeropuerto, me empezaron a perseguir como 40 cámaras. Me sentí sobrepasado. Nos vigilaban por todos los lados. No era difícil: era un hombre negro en un país de blancos”, asegura Verrett. El consejo que le dio la princesa es que fuese él mismo. “Cuando les conocí [a los reyes], se quedaron mirándome y hubo un silencio incómodo. Llevaba un kimono, unas botas cowboy y no tenía ni idea de que tenía que llevar un traje. Marta me dijo que fuese yo mismo. No era el caso, porque odiaron mi ropa. Todo lo que hice fue incorrecto. No fue como: ‘Bienvenido a la familia. Te queremos’. Fue un: ‘¿Por qué estás con este hombre’. Fue raro entrar en su vida, todo es superficial", confiesa el chamán sobre aquel primer encuentro.

Durek Verrett y Marta Luisa de Noruega en un fotograma del documental.

En 2022, tres años después de oficializar su noviazgo, anunciaron su compromiso en redes sociales. “Quería proponérselo desde hacía mucho tiempo, pero quería estar seguro de que contaba con el apoyo familiar. Solicité [a los reyes] una reunión para pedirles la mano. Sabía que estaban juzgando cada cosa que decía, pero les dije que así era el amor verdadero”. A partir de entonces, las críticas se intensificaron: “La gente fue mucho más dura. A partir de entonces era real para ellos. Como pagan a la familia real, se creen que pueden controlarlo todo. Me decían que estaba destrozándola, que utilizaba magia negra. La familia real no llamó a la prensa para decir nada bueno sobre mí, lo que ayudaría a que entendieran que me toleraban”, lamenta.

El chamán reconoce que hay días en los que le da igual lo que digan de él, pero otros en los que se siente “muy juzgado”: “No es fácil cuando eres bombardeado con cientos de mensajes cada día; o cuando recibes amenazas de muerte. Nadie de su familia sabe lo que es el racismo, eso fue complicado, porque me miraban como si estuviese loco. Su familia no iba a hacer nada para ayudarme. Solo cuando Enrique y Meghan dieron esa entrevista con Oprah [Winfrey], recibí un mensaje del rey preguntándome si sentía que me habían tratado de la misma manera. Cuando le dije que sí, me dijo que necesitábamos una reunión familiar”, explica el chamán de esta situación hasta ahora desconocida. Y añade: “Mi familia me dijo: ‘Ellos no quieren una reunión porque no te quieran tratar de esa manera, quieren tener una reunión porque tienen miedo de que tú seas el siguiente en Oprah’. Seamos realistas...”.

Él da más detalles de aquella reunión que cambiaría todo: “Les dije que tenían que ver que ella me quería y ellos la querían. ‘¿Por qué no nos protegéis?’. Por fin me escucharon. Y me dijeron que no había tolerancia sobre cómo me habían tratado. Enviaron una nota de prensa sobre el racismo”. “Mis padres tienen una mente muy abierta y están dispuestos a aprender cosas nuevas”, defiende Marta Luisa de Noruega, y añade: “No esperaban que me casase con una persona de la realeza. Desde pequeños nos dijeron que siempre aceptarían lo que quisiésemos. El padre de mi padre estaba en contra de que se casase con mi madre y tuvieron que esperar nueve años”. El documental también hace referencia a la relación del príncipe heredero Haakon y Mette-Marit, quienes también tuvieron que hacer frente a duras críticas hasta que fue aceptada por la sociedad noruega. “Entrar en su familia era como estar haciendo historia. Lo estaba haciendo por todas las personas de color que no han tenido la posibilidad de alcanzar ese nivel de la sociedad. Ahí estaba yo, el chamán, y tenía lugar en la mesa”, rememora Verrett.

En el documental, ni Marta Luisa ni sus tres hijas se olvidan de Ari Behn, exmarido de la princesa, quien se quitó la vida el 25 de diciembre de 2019. “Era nuestra primera Navidad juntos [con el chamán], estábamos toda la familia y mi padre recibió una llamada. Mi exmarido se había suicidado. Fue devastador”.

Otro de los temas que ocupa parte del relato es el estado de salud del chamán. Hace años, después de que uno de sus riñones fallase y estuviese a punto de morir, tuvo que someterse a un trasplante. La donante era su hermana. Ahora vuelve a enfrentarse a esta situación y está en lista de espera para recibir el riñón de un donante. Ninguno de los protagonistas es positivo al respecto. “Está mucho más débil de lo que estaba antes. La lista para el trasplante es de 10 años. Me he hecho la prueba para donarle un riñón, pero yo no soy compatible. Solo rezo para que reciba un trasplante a tiempo. Dicen que puedes estar en diálisis entre 5 y 10 años antes de morir, antes de que tu corazón se rinda. Todavía sigue adelante, aunque es como si su cuerpo no quisiera. Es sorprendente lo que consigue hacer, aunque esté muy enfermo”, comenta visiblemente triste la princesa. “Estar en diálisis es como una prisión. Vas tres veces a la semana, te sientas en una silla durante cuatro horas. No tienes opción. Eres más vulnerable a los ataques de corazón, estoy empezando a tener dolores en mi brazo y en mi pecho”, afirma él.

Durek Verrett y Marta Luisa de Noruega en un fotograma de 'Realeza rebelde: una insólita historia de amor'.

Los preparativos de la boda y la ceremonia ocupan la última parte del documental, que en su momento ya vendieron en exclusiva a una revista. Ni la fecha ni la hora fueron escogidas al azar: el 31 de agosto es cuando Virgo y Escorpio “se fusionan con Venus” y la hora la eligió un astrólogo. “Nuestra boda no es una boda europea noruega. Eso es aburrido para ser realistas”, asegura el chamán. Un enlace que revivió los fantasmas del pasado, ya que regresaron las críticas hacia él. “He cometido errores. Pero estaban metiéndose donde podían para intentar atacarme desde todos los ángulos. La prensa quería demostrar que soy un estafador, malo y oscuro”, recalca. “Y pagan muy bien”, responde su mujer en referencia a que hay quienes hablan por dinero. Él aprovecha este nuevo altavoz para negar las acusaciones de que tuviese conductas sexuales con clientes y anuncia medidas legales contra todos aquellos periódicos que así lo afirmaron. La hija de los reyes quiere ser muy clara: “La prensa fue a por mi exmarido del mismo modo y eso acabó mal. Tengo miedo de que le pase lo mismo a Durek”.

Fue tras anunciar su compromiso cuando la princesa de Noruega anunció su deseo de abandonar la familia real: “Tuvimos muchas conversaciones. En todas llegamos al mismo punto: no estaba funcionando ni para ellos ni para nosotros. No tengo un rol oficial, ni voy a galas o cenas de Estado. Ha sido difícil, pero es lo que todo el mundo quería. Soy buena en aceptar cosas que no puedo cambiar”.

En total, 100 minutos de documental en los que participan sus seres queridos más cercanos, pero no hay rastro de los miembros de la familia real noruega más allá de algunas imágenes de archivo y del príncipe Haakon, que sale en una de las escenas de la preboda. Hasta ahí llega su participación. Unas imágenes que reflejan que los reyes no dieron su consentimiento a ser grabados durante el enlace ni participar en la boda comercial que organizaron y que vendieron a Hello! y Netflix. “Es un cuento de hadas de amor. El chamán y una princesa se enamoran... y tenemos villanos”, concluye el protagonista.

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Sobre la firma

Andrea Jiménez
Redactora de la sección Gente y Estilo de Vida. Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, ciudad natal en la que realizó prácticas en RTVE. Trabajó en Jaleos de El Español y cursó el máster de Periodismo UAM-EL PAÍS con la promoción 2021-2023.
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