Así disfrutó Metallica de la noche madrileña: tortillas, croquetas y cerveza sin alcohol

Patas de cangrejo, tortilla española, croquetas, arroz con almejas, risotto de sémola con trufa negra de Soria y salmón teriyaki. Estos fueron los platos de la comida que más les gustó en la etapa madrileña de su gira mundial el pasado fin de semana a dos de los miembros de la banda Metallica, el lead guitar Kirk Hammet y el bajo Robert Trujillo, que cenaron dicho ágape en el restaurante Bestial by Rosi la Loca de la calle del Prado.

“Cuando vi a estos dos músicos, que son ídolos para mí, entrar en el restaurante acompañados por cuatro personas que resultaron ser su manager y miembros de la organización y solicitarnos una mesa no me lo podía creer”, dice el montenegrino Vladimir Bojovic, director de Bestial. Se declara “superfan de Metallica”, un grupo al que he seguido por varios países de Europa”.

El local estaba completo y hubo de ofrecerles compartir acomodo junto a otros cuatro comensales en la larga mesa-piano del local y las imágenes en movimiento de peces de colores, rayas y otra fauna marina que plasma un proyector parece que alucinaron a ambos heavys. Bebieron cero alcohol, cerveza sin, porque “a nuestra edad hay que cuidarse y además está prohibido cuando estamos de gira”, comentó el manager de Metallica a los camareros del Bestial.

El risotto y el arroz con almejas fueron los que más gustaron de la cena y el grupo se comportó con una educación exquisita y en ningún momento adoptó una actitud de divos, “estuvieron de lo más normal”, dice el director de Bestial. Y además, dejaron una generosa propina para el personal. Pero fue Bojovic quien se llevó el premio de la noche cuando estos roqueros le invitaron al último concierto del grupo en la capital, en el estadio Civitas Metropolitano del Atlético de Madrid, el pasado domingo.

Al contrario de los clientes más jóvenes que hacían fotos y vídeos con sus móviles por el local de decoración psicodélica y de temática marina y que no reparaban en los miembros de Metallica, varios entre los de más edad no pudieron disimular su sorpresa ante la aparición de Hammet y Trujillo —“fliparon”, comenta un camarero—. Aun así, no pudieron acercarse para una foto ni mucho menos un selfi, ya que el manager del grupo se ocupó de negar el permiso.

Hacía tres años desde el último concierto de la banda californiana en Madrid y en los dos shows que ofrecieron el pasado fin de semana brindaron algunos guiños a la cultura española, con un tema instrumental que Robert Trujillo manifestó haber compuesto especialmente para la primera noche, Sangría Brain, y que interpretó junto a los rasgueos de guitarra de Hammet ante un público de 65.000 almas rendidas a sus pies —quién sabe si la idea no surgió durante la cena abstemia en el Barrio de las Letras— y en el segundo, con una sorprendente versión del Bienvenidos de Miguel Ríos. “Mucho respeto por este hombre”, dijo Trujillo segundos antes de versionar la introducción del legendario Rock & Ríos.