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Las conexiones de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell que acorralan a Bill Clinton

Según nuevos informes, el expresidente invitó a la supuesta ‘madame’ del millonario pedófilo a una cena en Los Ángeles en 2014, años después de que una víctima la acusara de reclutar chicas para el tráfico sexual

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell en Nueva York en marzo de 2005.
Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell en Nueva York en marzo de 2005.Patrick McMullan (Patrick McMullan via Getty Image)
El País

No vienen buenos tiempos para Bill Clinton. El que fuera presidente de los Estados Unidos se encuentra inmerso de pleno en el escándalo sexual que trae de cabeza a la élite neoyorquina desde que en julio de 2019 el empresario millonario Jeffrey Epstein fuera detenido acusado de tráfico sexual de menores y conspiración y se enfrentaba a 45 años de cárcel. Un caso que se acrecentó cuando, solo un mes después, el pedófilo apareció muerto en su celda del Centro Correccional Metropolitano del sur de Manhattan. Aunque aún no hay consenso sobre si se suicidó, como sostiene la autopsia oficial, o lo mataron, como creen expertos forenses según el tipo de fracturas que presentaba su cuello, no es la única incógnita que mantiene vivo el caso Epstein.

La primera denuncia contra el financiero data de 2005, cuando los padres de una adolescente de 14 años denunciaron a la policía en Palm Beach un caso de abuso sexual. A partir de ahí, el FBI identificó más de una treintena de potenciales víctimas, la mayoría entre 13 y 16 años. El poderoso magnate se defendió alegando que “no sabía que eran menores” y que los encuentros eran consentidos. Unos encuentros que, en su gran mayoría, tenían lugar en la isla privada que el pedófilo poseía en Saint James, en las Islas Vírgenes, y a la que supuestamente han viajado grandes personalidades como el príncipe Andrés de Inglaterra, Donald Trump y el expresidente Bill Clinton, entre otros.

Un portavoz de este último reconoció el año pasado que Clinton viajó al menos cuatro veces en el avión privado de Epstein pero siempre con viajes relacionados con su fundación. También sostuvo que el demócrata no sabía nada “de los terribles crímenes” de los que acusaban a Epstein y aseguró que Clinton nunca estuvo en dicha isla y que su relación con Ghislaine Maxwell, la supuesta madame del empresario y quien le conseguía a las chicas para sus actos sexuales, era nula. Los informes e investigaciones posteriores no parecen coincidir con el expresidente. Virginia Giuffre, una de las presuntas víctimas que sostiene que fue abusada por Epstein y por el príncipe Andrés de Inglaterra, afirmó en su declaración en su demanda contra Maxwell haber visto al exmandatario en la isla de Esptein. Y el pasado agosto el tabloide británico The Daily Mail publicó fotos de Clinton en las que parecía estar recibiendo un masaje en el cuello de otra presunta víctima de Epstein, Chauntae Davies, en 2002, que tenía 22 años en ese momento.

Bill Clinton ha reconocido que viajó al menos cuatro veces en el avión privado de Epstein, aunque niega saber nada de sus crímenes. También asegura que no ha mantenido relación alguna con Ghislaine Maxwell.
Bill Clinton ha reconocido que viajó al menos cuatro veces en el avión privado de Epstein, aunque niega saber nada de sus crímenes. También asegura que no ha mantenido relación alguna con Ghislaine Maxwell.Getty Images

Además, la relación de Clinton con Maxwell no era tan insignificante como el expresidente ha hecho creer, pues según publica ahora The Daily Beast, Bill Clinton tuvo una cena a escondidas en un restaurante de Los Ángeles en 2014 en la que una de sus invitadas fue Ghislaine Maxwell. Una prueba más que acorrala al exmandatario estadounidense en todo el escándalo sexual y que se suma a la que hace unos meses puso sobre la mesa un libro publicado tras el estreno en Netflix del documental sobre Epstein.

En A convenient death: The mysterious desmise of Jeffrey Epstein (Una muerte conveniente: el misterioso fallecimiento de Jeffrey Epstein), publicado en EE UU por Penguin Random House, los periodistas de investigación Alana Goodman y Daniel Halper sostienen que el nexo entre ambos era, precisamente, Ghislaine Maxwell, con quien parece que Clinton no solo mantenía una relación de amistad. “La complicidad entre Clinton y la encantadora socialité británica llamó la atención en los círculos sociales de Nueva York. El expresidente y Maxwell fueron vistos cenando en el restaurante italiano Nello, en Madison Avenue, y ella se convirtió en una presencia habitual en las galas benéficas organizadas por la Fundación Clinton”. En sus páginas se relata también que Clinton y Maxwell no solo se veían a escondidas en los viajes organizados por Epstein, sino que el expresidente “visitó en múltiples ocasiones la casa privada de Maxwell en el exclusivo barrio de Upper East Side, una vivienda adosada valorada en 11 millones de dólares situada a escasas manzanas de la mansión palaciega del propio Epstein”.

Mientras todos cierran filas en torno a Clinton, Maxwell fue detenida en julio acusada de traficar con menores para el pedófilo Jeffrey Epstein. Entonces se declaró inocente y continúa en la prisión federal de Brooklyn bajo vigilancia para no autolesionarse a la espera de su juicio, programado para julio de 2021.

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