‘Cobbler’ de cerezas: un postre rápido para aprovechar la temporada
Merece la pena encender el horno a pesar del calor para disfrutar de este postre de temporada a base de cerezas y galletas de mantequilla, que remataremos con helado de vainilla (o el que más nos guste)
Estamos en plena temporada de las maravillosas cerezas, y uno de los mejores postres para hacerlas brillar es el cobbler, de origen británico: galletitas de masa hojaldrada tiernas, crujientes y mantequillosas, que cubren cerezas asadas con zumo de limón y azúcar. Se sirve caliente, junto a dos buenas bolas de helado de vainilla, y el contraste de calor-frío, crujiente y jugoso, dulce y ácido, hace que sea un postre de primera, con un tiempo de preparación de postre de segunda (vamos, que se hace muy rápido, no sé si ha funcionado mucho esta figura literaria).
Las galletitas pueden hacerse con días de antelación, y mantenerlas refrigeradas en la nevera, listas para ponerla por encima de las cerezas y hornearlo mientras comes, para tenerlo recién hecho y calentito cuando llegue la hora del postre. De hecho, dependiendo de la superficie que tenga el recipiente que escojas para hornearlo, puede que te sobren algunas galletas, pero no te preocupes: puedes congelarlas y tenerlas listas para hacer otro cobbler cuando quieras, pero con la mitad de esfuerzo, ya que la parte de la masa ya estará lista.
Para quitarles el hueso a las cerezas, yo utilizo una pajita de metal, es lo más cómodo; pero también puedes abrirlas por la mitad con un cuchillo. Si no tienes cerezas a mano, cualquier otra fruta pequeña con piel sirve, como los arándanos. Si te sobra, recalienta bastante bien: un minuto en el microondas y estará listo para que le pongas la bola de helado encima y se derrita entre la fruta.
Tiempo: 70 minutos
Dificultad: La de tener paciencia para quitarle el hueso a las cerezas y aguantar el calor del horno
Ingredientes
Para 4 personas
Para la masa
- 150 g de harina de trigo
- 35 g de azúcar
- 9 g de levadura química
- 3 g de sal
- La ralladura de la piel de un limón
- 60 g de mantequilla
- 125 ml de nata para montar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 25 g de mantequilla derretida para barnizar
- Azúcar moreno
Para el relleno
- 600 g de cerezas
- 50 g de azúcar blanco
- 15 g de maizena
- 25 ml de zumo de limón (1/2 limón aproximadamente)
- 1/2 cucharadita de canela molida (opcional)
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
- 3 g de sal
- Helado de vainilla (o el sabor que se quiera) para servir
Instrucciones
En un bol, mezclar la harina de trigo, el azúcar, la levadura química, la sal y la ralladura de limón. Rallar en el mismo bol la mantequilla fría, recién sacada de la nevera. Desmenuzarla con los dedos, creando grumitos, hasta que el trozo más grande sea del tamaño de un guisante.
Mezclar la nata con el extracto de vainilla y después añadirla poco a poco al bol de los ingredientes secos, mezclando para que se reparta homogéneamente. Una vez añadida, transferirla a una superficie ligeramente enharinada y presionar la masa para formar un cuadrado compacto de unos 15x15 centímetros.
Dividir el cuadrado en cuatro porciones iguales, y amontonarlas una encima de la otra. Aplastarlas y estirarlas con un rodillo hasta tenga un centímetro de grosor. Con un cortador de galletas de cuatro centímetros o cualquier objeto circular de diámetro similar, cortar cuantas galletas se puedan. Ponerlas en una bandeja y refrigerarlas mientras se prepara el relleno.
Precalentar el horno a 200 grados, con calor solo por abajo. Quitarles el tallo y el hueso a las cerezas y ponerlas en el recipiente donde se vaya a hornear el cobbler (en mi caso, un molde de 28 centímetros de largo, 12 de ancho y ocho de fondo). Añadir el azúcar, la maicena, el zumo de limón, la canela, el extracto de vainilla y la sal, y mezclar hasta que todo esté bien repartido.
Colocar las galletas por encima de las cerezas, de forma que cubran la mayor superficie posible. Barnizarlas con la mantequilla derretida -pero no caliente- y después espolvorear azúcar moreno por encima. Hornear el cobbler durante 40 minutos, o hasta que esté bien dorado y los jugos de las cerezas borboteen por los laterales.
Sacar del horno y dejar reposar al 20 minutos para que se asiente. Servir, aún caliente, con bolas de helado encima.
Si tienes dudas o quejas sobre nuestras recetas, escríbenos a elcomidista@gmail.com. También puedes seguir a El Comidista en TikTok, Instagram, Twitter, Facebook o Youtube.