Menú para hoy: las judías verdes en su punto
Ni pasadas, ni que rechinen en los dientes: hay una manera de cocer las judías verdes que respeta su sabor y las deja tiernas a la vez. La usamos en varias recetas y te proponemos un menú con una de ellas.
¿Recuerdas esas judías verdes de toda la vida que tu madre cocía y recocía y que quedaban color Guardia Civil? Si no las guardas en la memoria, seguro que te las han puesto así en algún menú del día. Pues bien, hay otra manera más educada de comportarse con esta verdura para que dé lo mejor de sí misma, y no, no hablo de dejarlas tiesas y que te rechinen en los dientes. Nuestra técnica permite conservar el verdor y el sabor fresco de esta legumbre, y que a la vez quede tierna. Lo mejor de los dos mundos.
¿Cómo obro el milagro?
Para conseguir unas judías verdes cocidas perfectas, sólo debes cortarlas longitudinalmente en tiras finas; normalmente, en dos, pero si son muy anchas, puede que hasta en tres (hablamos de judías planas, no redondas, obviamente). Después, hay que poner a hervir agua con mucha sal, lo que ayudará a que conserven el verdor. Al estar cortadas en tiras, podremos aplicarles una cocción corta (unos 3 minutos) y que se cocinen sin perder sabor. ¿Que no quieres cocer? Pues aplica exactamente el mismo procedimiento al vapor, que funciona igual. Como ves, no hemos hecho ingeniería aeroespacial, sino aplicar un mínimo de sentido común. Y sí, lleva un poco más de curro que cocer las judías enteras, pero lo agradecerás cuando te las comas.
Ya tengo las judías cocidas. ¿Qué hago con ellas ahora?
Primera opción tan minimalista como deliciosa: junta las judías cocidas con unas patatas peladas, picadas y cocinadas en el microondas unos 7-8 minutos. Aliña con sal, pimienta negra o pimentón (ambos opcionales) y un buen aceite de oliva virgen extra, y ya tienes un platazo de diario.
Segunda opción más fácil imposible: aliñarlas con aceite, una cucharadita de mostaza de Dijon y sal, y añadir el fruto seco que tengas a mano. Las avellanas, por ejemplo, pegan muy bien con el sabor de la judía.
Si te quieres poner finolis, un poco de foie micuit en lascas les viene al pelo; el miso ese que compraste antes del confinamiento y que está muerto de risa en la nevera tendrá una salida digna si lo juntas con mantequilla a partes iguales y aliñas las judías con la mezcla. Otra opción es servirlas con limón marinado como en esta receta, alegrarlas con una vinagreta de aceitunas y unos picatostes como en ésta, o darles un empujoncito con limón, piñones y parmesano como en ésta.
¿Y si me sobran?
Si has cocido un montón de judías y ves que no las vais a comer todas, lo mejor es reservar una parte y guardarla sin aliñar ni añadir más ingredientes. Pones un papel de cocina doblado en el fondo de un táper, las judías cocidas sobrantes, y encima otro papel de cocina doblado, tapas, y a la nevera. Así se conservarán algo más de tiempo, pero si crees que no te las vas a comer en los tres días posteriores, mejor que las metas en una bolsa para congelar y las mandes al Polo Norte de tu frigorífico.
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¿QUÉ COMEMOS HOY?
COMIDA
Judías verdes con patatas
Estofado de ternera con mostaza y brandy
Mandarinas
CENA
Salmón marinado
Bocaditos de guisantes y menta
Fresas con mascarpone
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