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Pollo con piña, ron y soja

La cocina china y la caribeña se fusionaron tras la abolición de la esclavitud africana en las colonias, y desde entonces ingredientes como la piña, el ron y la soja retozan en platos deliciosos como este.

Salado, dulce y picante
Salado, dulce y picanteMIREIA FONT

¡Nǐ hǎo, papacitos y mamacitas ricas! Hoy, una receta de aires chino-caribeños. ¿Cómo? ¿Salsa de soja en el Caribe? Correcto. Han leído bien. En 1834 se abolió la esclavitud africana en las colonias caribeñas y los colonos se fueron a Asia en busca de mano de obra a la que explotar en latifundios y construcciones ferroviarias y marítimas de Latinoamérica. Y no se llevaron a pocos, precisamente: más de un siglo y medio después, se calcula que casi el 1% de su población es de ascendencia asiática.

Exceptuando la chifa -chino-peruana-, la comida chino-latina no es de fusión, sino más bien de convivencia; en un solo plato cohabitan dos gastronomías separadas, una al lado de la otra. Así, por ejemplo, en los restaurantes chino-cubanos se ofrece lo mein y ropa vieja; en los chino-boricuas, ternera salteada con pimientos y monfongo, y en los chino-quisqueyanos, arroz frito y tostones. Por cierto, la capital actual de la gastronomía chino-latina es Nueva York; después de la Revolución Cubana de 1959, muchos chino-cubanos abandonaron la isla y se establecieron en la Gran Manzana donde empezaron a abrir esta clase de restaurantes. En la actualidad, los hay en todos los distritos y de todo tipo. Los más míticos son; Pao&Cha Cha en Queens (chino-venezolano), Sabrosura en Bronx (chino-dominicano), Caridad China en Brooklyn (chino-puertorriqueño) y La Dinastía en Manhattan (chino-cubano).

Nuestra receta no sale de ningún recetario ni menú chino-latino porque es de libre inspiración y más de fusión que no de coexistencia. El ron es indiscutiblemente caribeño y la salsa de soja, incuestionablemente china. Si desean que predominen los sabores asiáticos por encima de los latinos, sazonen el pollo con un poco de polvo de cinco especias, añadan jengibre junto a la cebolla y aumenten la cantidad de salsa de soja. Pueden acompañar la carne con un poco de arroz blanco o tostones.

Dificultad: Gócenlo, mis papitas fritas. Gócenlo mucho. Gócenlo siempre.

Ingredientes

Para 2 personas

  • 2 muslos de pollo deshuesados (unos 450 g)
  • 3 rodajas de piña fresca (sustituible por piña en conserva)
  • 2 cebollas pequeñas
  • 1 chili rojo fresco (sustituible por chili en polvo)
  • 3 cucharadas de ron blanco (sustituible por dorado, añejo o viejo)
  • 3 cucharadas de zumo de lima (sustituible por limón o naranja)
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 2 cucharadas de aceite
  • Sal
  • Pimienta negra

Para decorar

  • Cebollino (sustituible por cilantro o perejil)

Instrucciones

1.
Calentar el horno a 190C. Salpimentar el pollo. Calentar 2 cucharadas de aceite en una sartén. Meter el pollo y marcarlo un par o tres de minutos por cada lado o hasta que esté ligeramente dorado. Reservar los jugos que ha desprendido la carne en la misma sartén.
2.
Trasladar el pollo en una bandeja apta para horno untada con un poquito de aceite. Hornear la carne con su piel en contacto con la bandeja durante 20 minutos.
3.
Mientras, pelar y picar las cebollas en daditos. Abrir el chili por la mitad, quitar los nervios y las semillas y picar muy fino. Cortar las rodajas de piña en dados.
4.
En la misma sartén donde se ha marcado el pollo y sin desaprovechar los jugos que ha soltado, añadir el azúcar y remover hasta que se disuelva. Agregar la cebolla y freírla durante unos 4 minutos a fuego medio o hasta que se ablande.
5.
Añadir el ron, el zumo de limón, la salsa de soja, la piña y el chili. Bajar el fuego y cocer durante unos 5 minutos.
6.
Pasados los 20 minutos, dar la vuelta al pollo, echar el contenido de la sartén por encima y hornear otros 15 minutos más. Mientras, picar el cebollino.
7.
Pasados los 15 minutos de horno, retirar la bandeja y emplatar. Esparcir cebollino por encima y servir inmediatamente.

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