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Arroz con pollo digno para los que van al gimnasio

Si vas al gimnasio y te ha dado la fiebre del arroz con pollo, hazte un favor y prepáralo siguiendo esta receta. Con un simple adobo saldrás del pollo soso y del triste arroz blanco.

Así sí
Así síMIRIAM GARCÍA
Miriam García

Existe un arroz con pollo mejor que el que tomas habitualmente… ese mejunje soso y sin gracia que toman aquellas criaturas que hacen ejercicio y necesitan hidratos de carbono y proteína, como epítome del plato saludable y equilibrado. Lo sé de buena tinta porque tengo un churumbel que se ejercita en el gimnasio y el indocumentado de su monitor se lo recomendó… hala, haciendo amigos.

Pero queridos, no hay que sufrir más de lo estrictamente necesario, que ya os castigáis glúteos, abdominales y demás músculos cuya existencia ni siquiera conozco: un arroz con pollo puede ser una cosa sabrosísima si seguís nuestras sabias instrucciones. De nada.

Nada más sencillo que adobar unos contramuslos de pollo -una de mis piezas favoritas del pollo- y dejar que el especiado impregne el arroz. El adobo que usamos en esta receta se asemeja al del pollo tikka masala, que lleva yogur y jengibre, entre otros condimentos, con un resultado delicioso. Adobamos las piezas de pollo el día anterior y las dejamos en la nevera; que no, que no hace falta mirarle a los ojos al pollo todas las horas del adobo y solo hay que acordarse de prepararlo la noche anterior. Vosotros podéis.

En cuanto al arroz, hemos usado arroz redondo tradicional, pero es igualmente posible preparar el arroz con pollo con basmati si lo preferís, aunque tened en cuenta que la cocción del arroz basmati es más corta y el sabor del pollo se difundirá menos posiblemente. También os damos la opción de usar arroz integral, que es más saludable porque, además del aporte de hidratos de carbono de absorción lenta, os proporciona sana fibra para vuestro tránsito intestinal. Ahora hay marcas de arroz integral con un tiempo de cocción similar al del arroz sin cascarilla, que el tiempo necesario era uno de los factores que influían en una mayor pereza para su uso.

Dificultad: Ninguna, solo la paciencia y la previsión de adobar el pollo en la nevera desde el día anterior.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 750 g de contramuslos de pollo
  • 1 yogur natural sin endulzar
  • Zumo de 2 limones
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
  • 2 cucharadas de pimentón dulce
  • 2 cucharadas de pimentón picante
  • ½ cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • Aceite de oliva para sofreír
  • 1 cebolla
  • 300 g de arroz de grano redondo o integral
  • Sal al gusto
  • Por lo menos 750 ml de agua

Instrucciones

1.
Preparar el adobo del pollo la noche anterior. Majar los dientes de ajo pelados en un mortero. Rallar el jengibre fresco y añadir.
2.
Poner en un cuenco el zumo de limón, el yogur y las cucharadas de aceite. Añadir la mezcla de ajo y jengibre, así como el comino molido, los pimentones y la cúrcuma. Mezclar bien.
3.
Introducir los contramuslos en una bolsa con cierre zip grande o en un táper. Agregar el adobo y masajear un poco las piezas de pollo para distribuir el adobo. Meter en la nevera y dejar toda la noche.
4.
Al día siguiente, cubrir con aceite de oliva el fondo de una sartén o cazuela donde haremos el arroz y pochar la cebolla picadita hasta que esté transparente.
5.
En la misma cazuela saltear a fuego vivo las piezas de pollo escurridas del adobo y previamente saladas, hasta que se doren. Retirar momentáneamente las piezas de pollo.
6.
Agregar el arroz, remover un poco para que se impregne del aceite, devolver a la cazuela las piezas de pollo y añadir el agua, que cubra el conjunto de arroz y pollo. Salar a conciencia (también es posible usar caldo de pollo ya salado en lugar de agua y sal).
7.
Llevar a ebullición y cocer destapado a fuego bajo, sin más que algún meneo ocasional a la cazuela, por lo menos 20 minutos, hasta que el arroz tenga el punto deseado.
8.
Servir de inmediato para que no se pase el arroz.

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Sobre la firma

Miriam García
Química y traductora de inglés de formación, gastrónoma por pasión desde el 2013. Divulgadora gastronómica y fotógrafa para marcas de alimentación o medios como El Comidista y 'Bon Viveur', profesora de cocina en la Escuela Alambique de Madrid, recetea en su blog 'El invitado de invierno' y en donde le lleve el viento, gastronómicamente hablando.

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