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Caldo de camarón y langostinos

Un caldo tradicional de la cocina mexicana cuya única dificultad radica en encontrar camarones secos (pero puedes sustituirlos por frescos). Pruébala y apunta, que la Navidad está a la vuelta de la esquina.

Un sabor imbatible
Un sabor imbatibleCARLOS ROMÁN

Otra Navidad más, otro año de dramas por no saber qué vas a poner en la mesa, otro quebradero de cabeza. O no: siempre te queda el recurso de repetir el menú del año pasado, pero, ¿de verdad quieres ser así de cutre con tus invitados? Cuando alguien va a comer a tu casa, lo suyo es sorprender, darlo todo y conseguir que después se vaya con una sonrisa de oreja a oreja. Y, no nos vamos a engañar, la sopa de toda la vida lo consigue. Pero si le das unas pequeñas vueltas al menú navideño que tienes en la cabeza, vas a conseguir que te abracen con lágrimas en los ojos.

En esta época no me suelo poner nostálgico. Tampoco triste, ni especialmente contento. Quizás me entra una pequeña crisis porque mi cumpleaños es el 29 de diciembre, pero quitando eso la Navidad me suele resultar indiferente (lo que no significa que me resulte indiferente el juntarme con familia y amigos a mover el hocico). Sin embargo, este año me ha dado una pequeña punzada en el corazón al acordarme de ese riquísimo caldo de camarón seco que comía de pequeño en México.

Allí los camarones tienen un tamaño parecido al de nuestras gambas. Además, se secan para conservarlos mejor. Cuando secas algo, se potencia su sabor. Así que de aquellos polvos, estos caldos. El plato de hoy es algo que te va a llevar por terrenos conocidos para después desviarte por un camino poco transitado. No te asustes si no encuentras los dos ingredientes más difíciles de conseguir -obviamente el camarón seco, que yo encontré en una tienda de alimentación del mundo, y el chile guajillo seco-, ya que el primero lo puedes sustituir por 400 g más de langostinos y el segundo por tres cayenas (que es lo que hice yo).

Dificultad: Media-baja, no requiere mucha atención, la verdad.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 500 g de langostinos o gambas
  • 150 g de camarón seco (en mi caso, camarón oriental congelado, aunque es opcional)
  • 3 tomates maduros
  • 2 zanahorias grandes
  • 2 patatas medianas (unos 400 g)
  • 2 dientes de ajo
  • 2 cebollas dulces
  • 1 rama de apio
  • 1.5 l de agua (más si es necesario)
  • 2 chiles guajillo secos o tres cayenas (en caso de no encontrar los chiles)
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra

Instrucciones

1.
Si usas camarón seco, lo primero es triturarlo con la batidora para hacer un polvillo que te servirá para el fondo.
2.
Picar la cebolla y rehogarla en una olla amplia con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Pasado ese tiempo, retirarla y reservar. Aprovechar la misma olla para dorar las cáscaras y las cabezas de los langostinos -reservar las colas en la nevera- junto con los dos dientes de ajo enteros y la ramita de apio.
3.
Mientras tanto, triturar en una batidora de vaso las cebollas junto con los tomates. En caso de tener chiles guajillo (o de otro tipo que te guste) secos, hidratarlos y agregarlos también en la batidora (en caso contrario, ignorar este paso y agregar picante al plato con las indicaciones del punto 8). Esto es lo que en México se llama recaudo.
4.
Bajar el fuego, agregar una cucharada de aceite de oliva virgen extra más si el fondo empieza a quedarse vacío. Retirar las cáscaras, aplastar un poco las cabezas para que saquen su jugo y retirarlas también. Añadir el recaudo a la olla junto con el polvo de camarón seco, agregar un golpe de pimienta, bajar el fuego y dejar que se cocine durante un mínimo de media hora.
5.
Pasado ese tiempo, agregar el agua, subir el fuego y cuando rompa a hervir, dejar cocer otros 20 minutos. Pasar el fondo por un colador fino para eliminar la mayor parte del recaudo y dejar un caldo más limpio.
6.
Marear las cayenas unos dos o tres minutos en una sartén a fuego medio con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Retirar las cayenas y añadir el aceite al caldo. Pelar y picar las zanahorias y las patatas y cocerlas en el caldo hasta que estén blandas. Probar y corregir la sazón.
7.
Colocar las colas de los langostinos crudas en los platos en los que se vaya a servir la sopa. Subir el fuego para que la sopa rompa a hervir y repartirla entre los platos. Acompañar con lima, aguacate recién cortado y cilantro (bien en rama, bien picado).

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