_
_
_
_

Crema de cebolla caramelizada

La cebolla es uno de los ingredientes básicos de nuestra gastronomía. ¿Qué sería del sofrito, de la tortilla de patatas, las cebollas rellenas o del clásico conejo encebollado sin el susodicho bulbo?

Queso, cebolla y patata: nada puede ir mal
Queso, cebolla y patata: nada puede ir malRAQUEL BERNÁCER
Raquel Bernácer

Alguien tendría que haberle dicho a Victoria Beckham que España, además de oler a ajo, huele a cebolla, y que sin ella muchos de nuestros platos estarían cojos. Pero no solo nuestra gastronomía se beneficia de los aromas y sabores de esta humilde hortaliza. La cocina danesa tiene el bøf med løg, un clásico en forma de masa de carne picada, que recuerda a la hamburguesa, coronada con cebolla caramelizada. En Irlanda hacen una especie de puré de patata con cebolletas llamado champ y en Italia las cipolline in agrodolce son un acompañamiento tradicional de las carnes del país. El ceviche no sería igual sin su cebolla roja y podría seguir un buen rato en modo “por 25 pesetas, recetas donde la cebolla sea un ingrediente principal, como la sopa de cebolla: un, dos, tres, responda otra vez”.

La sopa de cebolla francesa, una absoluta delicia llena de sabor y de intenso color, es quizás una de las recetas internacionales más conocidas con cebolla. Esta sopa se hace caramelizando a la susodicha, un proceso relativamente sencillo, pero más largo que un día sin pan. Para hacerlo siguiendo el método tradicional, simplemente hay que pocharlas a fuego lento durante unos 40 minutos. Sé que en esta sociedad de la inmediatez nadie tiene cuarenta minutos para caramelizar cebollas, pero yo os lo aconsejo como método de relajación y desconexión, ya veréis qué bien dormís luego.

La buena noticia para los que viven pegados al reloj es que resulta posible acortar el proceso a la mitad utilizando bicarbonato sódico (el bicarbonato de toda la vida). Confieso que no soy muy fan del truco porque como no controles bien la cantidad queda un regusto químico que tira para atrás, pero bien utilizado te ahorra un montón de tiempo. En este vídeo, el jefecillo de todo esto Mikel López Iturriaga os explica cómo utilizar correctamente el bicarbonato para caramelizar cebolla. Yo, que estoy en un momento muy zen, os pongo la receta con el método tradicional.

Dificultad: La de caramelizar cebolla mientras conectas con tu yo más profundo

Ingredientes

Para cuatro personas

  • 750 g de cebollas amarillas
  • 3 patatas medianas
  • 2 dientes de ajo
  • Una rama de apio, picado
  • ½ vaso de leche evaporada
  • 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
  • Una cucharada sopera de vinagre balsámico
  • 2-3 ramas de tomillo
  • 1 l de agua o caldo
  • Sal al gusto

Para decorar

  • 4 rebanadas de pan
  • 4 lonchas de queso comté

Instrucciones

1.
Pelar las cebollas y el ajo y cortarlos en láminas finas. Pelar las patatas y cortarlas en daditos, picar la rama de apio. En una olla de fondo ancho, calentar el aceite de oliva. Añadir la cebolla, una pizca de sal y cocinar a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando, durante unos 40 minutos.
2.
Cuando la cebolla tenga una textura blanda y color marrón, añadir el ajo, el apio y las hojas de la rama de tomillo. Cocinar otros cinco minutos y añadir el vinagre balsámico.
3.
Cuando el vinagre se haya evaporado, incorporar las patatas y el agua o caldo. Tapar y llevar a ebullición. Dejar que hierva a fuego vivo unos 15 minutos o hasta que las patatas estén hechas. Cuando las patatas estén cocidas, apagar el fuego.
4.
Encender el grill del horno y poner las rebanadas de pan con una loncha de queso encima de cada una para que se gratinen.
5.
Retirar uno o dos vasos de caldo y reservar. De esta manera se podrá ajustar la consistencia de la crema: es mejor que quede espesa al principio que demasiado líquida, y no tenga solución.
6.
Triturar la cebolla con la patata y el caldo restante. Añadirle la leche evaporada para aportar más cremosidad y más caldo si ha quedado demasiado espesa. Ajustar de sal. Servir la crema en un bol con una rebanada de pan con queso gratinado.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Raquel Bernácer
Es dietista-nutricionista, cocinera y divulgadora. Máster en Nutrigenómica y Nutrición Personalizada por la Universitat de les Illes Balears y actualmente cursando el Máster en Nutrición, Medicina y Salud Hormonal de la Mujer por la Universidad de Murcia.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_