Menú semanal de El Comidista (26 de marzo a 1 de abril)

Fácil, sana y con sabor. Esta versión de ensalada de col es perfecta para estos primeros días y es un fulminante viaje mental por Oriente.

¿Tienes el tarro de estragón muerto de la risa? Pues ya estás adaptando este clásico francés, que mira tú qué pintaza que tiene.

Si sabes pelar una naranja, sabes hacer este postre con fruta de temporada. Jugoso, saludable y que es canela en rama. Esto, literal.

Otra receta sanota. Este caldo es ligero, sabroso y como los langostinos se añaden al final, puedes sustituirlos por tofu si no comes animalitos.

¿Estás flipando con eso de la mantequilla de sardinas, eh? Pues no es ni alta cocina ni un nombre cuqui inventado: clica en el enlace y alucina. 

Los pasteles sin horno son el sueño de los que practican los dos pecadillos capitales más perdonables: la pereza y la gula. Vamos, tú.

Este plato es más de Semana Santa que una saeta, pero el nuestro tiene mejor textura y, encima, no hace falta ser devoto para clavarlo.

Ay, la trucha y el pomelo. Defenestrados por la crítica y el gran público. Pues eso se acabó, hombre ya. Este recetón sí les hace, por fin, justicia.

Si tomaste buñuelos el día de Todos los Santos o si se te pasó: en Pascua puedes repetir. Tú eliges si con nata o con azúcar y canela.

¿Coliflor con cerveza? Correcto. Esta crema tiene un puntillo amargo y ácido, que la alejan de lo convencional. Pero queda su, su, suave.

No, no se nos ha subido el vinazo del Jueves Santo. Esta hamburguesa es japonesa, sí, pero está buenísima y su salsa resucita a cualquiera.

Leche, cacao, avellanas y azúcar. Pocas recetas han calado tanto en el imaginario colectivo. Pero nuestra crema no lleva aceite de palma.

Verduras y una masa que podría hacer cualquiera, ¿se puede pedir más? Sí: un poco de queso brie y tu felicidad, ya, saldrá en procesión.

El risotto necesita un poco de cariño para hacerse. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa: este platazo es tan refrescante que te dejará loco.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos. Pero es un mal menor comparado con su jugosidad. Corre, que se acaban.

Si te gusta el hummus, pero te cansa hacerlo siempre de la misma forma, te dejamos esta otra receta para que conozcas todas sus variantes.

Y de Oriente pasamos a Portugal. Si no te has ido de viaje en Semana Santa, te traemos un pedacito de su cocina. Quien no se consuela.

Mira qué plato y dime si no resucitarías tú también para probarlo una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez...

Hablemos claro: pocos postres superan a un flan bien hecho, con su maravillosa textura y su perfecto equilibrio de lácteos, huevo y azúcar.

El tradicional zumo de tomate y vodka, pero con hierbas aromáticas, mostaza y vinagre de Jerez. Nuestra mezcla te hará subir al cielo.