Verduras asadas navideñas
Un festival vegetal perfecto para acompañar un asado, un pescado o un pollo, comer tal cual calientes o frías o solucionar de un solo golpe de horno la mitad de la ingesta de verduras de la semana.
Cuando llega la época de pensar en festines navideños, lo primero que suele venir a la cabeza es un festival de la proteína de origen animal. Ternera, pescado, marisco, cordero, patos, pulardas y pavos –convenientemente rellenos y bridados como en una convención de S/M– desfilan por nuestras mentes. Vamos, como si estuviéramos a punto de entrar en una nueva era vegana en la que el consumo de animalitos se fuera a prohibir por decreto ley, y fuera necesario un último atracón final para despedirnos para siempre de la carnaca.
Pero, como ya hemos dicho dieces y dieces de veces por aquí, las verduras también pueden ser divertidas y formar parte del menú festivo, y así debería ser. Descubrí estas verduras rustidas en un especial Navidad de Jamie Oliver, uno de esos programas en los que se dedica a hacerle bromas muy locas con picante a su amigo Genaro y a cocinar con sus hijas y sus padres. Las hice una vez en Navidad y pasaron a convertirse en parte del menú semanal de la familia, convenientemente tuneadas según la temporada y lo que corra por la nevera.
La grandeza de esta receta está en que los sabores de las diferentes hierbas y aliños que usamos para cada una de las verduras se mezclan ligeramente, pero siguen manteniendo una diferencia clara entre ellos, con lo que usando una sola técnica y recipiente (se asan todas en la misma bandeja) conseguimos muchos matices. Si os preguntáis cómo lo hago para tener a mano todo ese mogollón de hierbas, la respuesta está en unas macetas que viven en el balcón sin dar demasiado la turra: todos los que aparecen en la receta son arbustos leñosos que no requieren de demasiados cuidados. ¿Secas no sirven? Sí, pero el sabor no es el mismo.
Si ni tenéis todos esos hierbajos ni queréis tenerlos, podéis usar la misma técnica añadiendo a todas las verduras lo mismo: el dúo lalalá del sabor mediterráneo (tomillo y romero), 12 dientes de ajo con piel y golpeados con el lado de un cuchillo, el zumo de dos limones y dos mandarinas –que después podéis cortar en octavos y poner en la bandeja para que la corteza también aporte su aroma–, sal, pimienta y un buen chorro de aceite de oliva.
Dificultad: Pelar, cortar, mezclar y mirar el punto. Dificilísimo.
Ingredientes
Para 8 personas
- 12 zanahorias de manojo
- 2 mandarinas
- 2 ramas de romero fresco
- 3 bulbos de hinojo
- 1 rama de tomillo fresco
- 1 limón
- 6 chirivías bien frescas
- 12 hojas de salvia
- Vinagre de vino blanco
- 6 remolachas bien frescas
- Un buen chorro de vinagre balsámico
- 1 cucharadita de orégano
- 1 kg de patatas de platillo
- 12 dientes de ajo
- 2 cucharadas de perejil fresco
- Sal
- Pimienta
Instrucciones
¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com
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