Pan integral a cucharadas
Nueva entrega de la sección "tengo miedo al amasado, mamá", esta vez con un pan integral potentorro y satisfactorio que ni siquiera se tiene que tocar con las manos.

Uno de los grandes miedos a los que se enfrenta la gente en sus primeros panes es el miedo (pánico, pavor, ¡terror!) a amasar, especialmente si son masas que se pegan a las manos. Pongamos una idea clara: hay panes cuya masa no se pega a las manos, pero la mayor parte de los panes que comemos hoy en día nacen siendo poco menos que una papilla pegajosa, y es bueno que así sea; esa hidratación ayudará a que la miga sea esponjosa.
A menudo la gente recurre al viejo tópico de “echar harina hasta que la masa no se pegue a las manos”… y acaba con un ladrillo considerable (ya que esta indicación es la receta de un denso y tupido mortero en la mayoría de los casos). Entonces, ¿cómo hacemos para manipular masas muy hidratadas sin que cunda el pánico? Muy sencillo: a cucharadas.
Una buena cuchara es un gran aliado para elaborar, por ejemplo, un pan integral lleno de sabor y cosas buenas. Lo revolveremos someramente con la cuchara y dejaremos que el tiempo haga el resto. Así de sencillo.
Con estos complicados fundamentos teóricos en esta ocasión elaboramos un pan semi-integral chunky-funky con bien de frutos secos. Fácil y satisfactorio. Nos dará rebanadas y rebanadas de felicidad; algo bueno ahora que toca volver al trabajo. Un poner: un jueves tonto a media mañana en la oficina sacas una rebanadita de tu “pan a cucharadas” y parece que la cosa mejora ostensiblemente. Repetir ad libitum.

Ingredientes
Para un pan
- 225 g de harina integral de trigo
- 75 g de harina integral de centeno
- 75 g de harina de fuerza
- 335-350 g de agua
- 7 g de sal
- 5 g de levadura fresca de panadería (cubito del súper o del panadero) o bien 1,5 g –media cucharada de postre– si es seca (granulada, de sobre).
- 135 g de pasas
- 135 g de nueces (o bien cualquier mezcla de frutas y frutos (pasas, orejones, higos secos, avellanas, nueces, almendras, anacardos, etc.) en la misma cantidad.
Además
- Aceite para pincelar el molde
- Un molde rectangular de bizcocho de unos 25-26 cm.
Instrucciones
Ideas, sugerencias y variaciones
- Puedes omitir la harina de fuerza o cambiar las harinas, simplemente intenta corregir la hidratación de la masa.
- Lo puedes congelar, entero o en rebanadas (es buena idea que lo congeles en una bolsa hermética).
- Como opción puedes poner en la masa chips de chocolate y trocitos de naranja confitada, o bien puedes aromatizarlo con semillas de anís, hinojo, cardamomo, cilantro, etc.
- Si no tienes horno, puedes poner el molde (tapado) al baño maría en una gran cacerola y cocerlo unas 3-3:30 horas, idealmente hasta que su centro llegue a los 95° C. La textura será extrajugosa.
- Cómprate dos moldes y dobla la cantidad. El esfuerzo para hacerlo es el mismo, pero la satisfacción es doble. Puedes congelar el segundo.
¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com