Once buenas cervezas sin alcohol para la vuelta de vacaciones
Somos el país que más cerveza ‘sin’ consume. Cada vez hay más oferta, las cerveceras artesanas han entrado en el juego y no hay fabricante que no la tenga: estas son nuestras favoritas
Puede ser para evitar los refrescos azucarados, por una mayor conciencia a la hora de cometer excesos, porque hay toca conducir, o por lo que cada uno quiera, pero en España somos el país de occidente donde más ‘sin’ se consumió el año pasado. Lo dice la asociación Cerveceros de España, que a pesar del nombre no es gente que se dedica a ponerse fina a birra, si no a estudiar cómo nos ponemos finos el resto.
Esta bebida tiene haters que la comparan con pis de gato -no lo he probado, y me he negado a hacerlo para este artículo, así que no lo sé- y que no la consideran siquiera una bebida; pero también, los datos lo dicen, cada vez más gente que no solo la bebe, si no que empieza a tener sus favoritas. Hemos preguntado por ellas a unas cuantas personas con criterio gastronómico demostrado, y nos hemos quedado con esto. Hay de un poco de todo: quienes agradecen que las cerveceras artesanas hayan empezado a producir esta variedad, otros premian la comodidad y se han hecho adictos a las cervezas de marca blanca de su supermercado de cabecera.
La de la unanimidad: Estrella Galicia Tostada 0,0
Es la ganadora en este no-ranking: lo dice una sumiller, un enólogo, la OCU, e incluso Mònica Escudero, la editora de todo esto. Incluso el que arriba firma lo apoya. Es una cerveza bastante potente y con cuerpo, pero no de esas que tienes que tomar con cuchillo y tenedor: tiene tanto sabor que te sorprende que no tenga alcohol. “Una vez en una comida un amigo sirvió de postre cerveza negra con una bola de helado de vainilla y aunque primero todos pusimos ojitos de sospecha la combinación funciona sorprendentemente bien”, me cuenta Mònica. Yo, si fuera tú, y me tocara hacer de anfitrión en estas fechas, tendría unas cuantas en la nevera: vas a acertar si alguien pide una sin alcohol.
Skol sin alcohol
Además de rimar, la venden en todos lados y casi por palés: será que gusta. Me cuenta un camarero que mucha gente la pide porque la lata da el pego. Es verdad que entre el azul eléctrico y lo de ‘Skol International’ a todo trapo puede pasar perfectamente por brebaje del Oktoberfest. Es bastante ligera y si vas a tomar varias es una buena opción: también está en el top ten de la OCU.
Ordum, Tostada sin alcohol
“La mejor cerveza sin alcohol que he probado”. Así de tajante se muestra Mikel López Iturriaga, AKA el jefe de todo esto, al valorar esta birra artesana de Borines, en la Asturias oriental. “La descubrí en la romería Una Señora Fiesta, y me encantó porque es una cerveza sin que no sabe a sin. De estilo Pale Ale, tiene un amargor suave y una espuma densa que aguanta, y no empalaga en absoluto. Un exitazo”.
Althaia, Mediterranean IPA sin alcohol
De entre los muchos y buenos ejemplos de artesanales, hay otro que le gusta especialmente a Mikel López Iturriaga: la sin de Althaia, una IPA elaborada en Altea (Alicante) premiada en el último Barcelona Beer Challenge. ¿Por qué? Porque no es dulzona, no sabe a papilla, y es de lo más cercano a la cerveza con que puedes encontrar en el mercado.
Mahou 0,0 Tostada
Antes de empezar la ronda de preguntas, estaba segurísimo que esta cerveza iba a salir citada antes o después, aunque solo sea por la amplia distribución que tiene. A ver, no da para ponerte fino porque es densa, pero si me pongo en plan catador de postureo: tiene un amargor suave, un punto de acidez que la hace ser similar a la con. No hace falta bebérsela muy muy fría, pero muy muy fría también está buena. Los más puristas no la citan -a ver, recomendar Mahou es como recomendar a Mozart si alguien te pregunta por algo para escuchar-, pero cuando vas al consumidor final cerocerocervecista sale siempre.
Weihenstephaner Hefeweissbier Alkoholfrei
Gran cerveza, mejor contraseña del wi-fi. En su web pone que “un fino olor especiado penetra en la cabeza de poros finos de la cerveza del festival de invierno, lo que enfatiza el carácter fuerte de la cerveza”. Nosotros preferimos decir que da el pego absolutamente, tanto por la presentación de la botella como por el color de la cerveza.
Moritz 0,0 tostada
Es mi cerveza sin alcohol favorita para preparar michelada, que es mi bebida favorita, añade Mònica Escudero. ¿Cuela como cerveza “con”? “Pues no, pero tampoco pasa nada. Tiene buen sabor y aroma, las burbujas y el cuerpo son agradables sin empapuzar -lo que se agradece especialmente en verano-, todo bien, todo correcto”.
Bavaria Wit 0,0
No es fácil de encontrar en bares o tiendas, pero por internet hay bastante oferta y sale a menos de 1,50 euros el botellín. Se elabora directamente sin alcohol, no se extrae después, como en muchas otras. El fabricante, Bavaria, es el más antiguo de Holanda. Hoy sigue siendo propiedad de la familia, cosa que dice mucho de ellos, ya que lo que se lleva en estos casos es acabar a lo Falcon Crest.
Clausthaler
“Pionera en la producción de cerveza sin alcohol -llevan vivos desde 1979-, Clausthaler elabora una birra alemana de estilo lager correctísima, muy clasicona pero bastante por encima de sus primas industriales españolas. Si buscas algo más de intensidad, también tienen la variedad Dry Hopped, que vendría a ser una especie de tostada con más sabor a lúpulo”. Esta recomendación es de Mikel López Iturriaga, así que no le he cambiado ni una coma.
Las de marca blanca
Falke 0,0 (Mercadona)
El sumiller de un conocido restaurante de Madrid me cuenta que es la que se bebe en su casa para evitar excesos entre semana. ¿El motivo? Dice que además de gustarle el sabor hidrata, porque está elaborada solo con agua, malta de cebada y lúpulo. Añade que le resulta cómodo por aquello de que se la traen con el resto del pedido: que por falta de comodidad, no sea. Te sale a menos de medio euro la lata, tiene también versión tostada, hay opción botellín, y la elabora Heineken.
Aurum 0,0 (Eroski)
Una enóloga de una famosa bodega de D.O.Rioja que vive en Vitoria me cuenta que lleva años bebiendo esta cerveza, porque le gusta mucho su sabor, y porque se elabora en España. Esto tiene su historia: durante años se fabricó en Valencia -pertenece a una empresa del grupo cervecero Damm-, y hace unos años se comenzó a fabricar en Francia. Cosa que por lo visto afectó a su sabor y los fans se rebelaron. Desde hace un tiempo, ha vuelto a fabricarse en Valencia, y los Aurumbelievers vuelven a brindar.
Otras de marca blanca han salido en las conversaciones han sido la Hollbrand (Alcampo) y la 0,0 del Día.
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