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'Batch cooking' de junio: cocina una tarde y come toda la semana

¿Organizar el menú semanal te quita el sueño y de lunes a viernes no tienes tiempo? Aquí tienes un montón de ideas de platos sencillos y sabrosos para cuatro personas que se preparan en una sola tarde.

Crema de pepino, fresquísima y deliciosa
Crema de pepino, fresquísima y deliciosaMÒNICA ESCUDERO

Estés todavía en fase uno o viviendo ya los verdaderos encuentros en la tercera fase, teletrabajando con una mano mientras con la otra les das a tu hijos clases de plástica, formes parte del personal sanitario que estos días lo ha dado todo o estés cuidando a un familiar enfermo, una cosa es segura: tienes que comer cada día lo mejor posible. Si en la desescalada tampoco te da la vida, es posible que esta técnica para cocinar una tarde y comer toda la semana se convierta en tu mejor aliada.

Todo lo que puede congelarse, descongelarse y quedar igual de bien es mejor para comerlo a final de semana, priorizando cosas como las ensaladas o la escalivada para el principio de la semana. Si queremos tomar las albóndigas o los muslos de pollo el jueves o el viernes, podemos congelarlos sin problema: para recuperar la textura crujiente de la piel del pollo solo tendremos que encender el horno y, cuando esté bien caliente, meterlos tres o cuatro minutos (por eso es una buena idea duplicar las cantidades: tendremos otra ración para la semana siguiente). La salsa de calamares y berenjena también se puede congelar; mucho mejor sin la pasta, que sufre bastante en el proceso.

Tener una sopa fría siempre en la nevera es un estupendo recurso en los meses de calor, ya que no solo sirve para acompañar comidas, sino también como tentempié entre horas (yo también las tomo de desayuno, pero igual no todo el mundo tiene el cuerpo como para empezar el día con gazpacho). Si las que proponemos hoy no son tus favoritas, puedes probar estas de guisantes y menta, ajoblanco con cerezas y tomate con yogur, una de dos tomates, el ajoblanco con ajo negro o la de melocotón con queso de cabra. Si, al contrario, te gustan mucho y necesitas más versiones, aquí tienes cinco gazpachos con fruta que no son un crimen contra el gazpacho y su versión sin triturar. A la crema de pepino le puedes dar una vuelta añadiéndole melón, cambiando la menta por albahaca o cilantro o el vinagre por limón; especias como el zumaque también le van muy bien.

Seguimos sin incluir los desayunos, meriendas o picoteos en la organización semanal, ya que estos no necesariamente se cocinan. De nuevo recomendamos dejar algunos de los básicos —en cada casa son diferentes— preparados en una bandeja dentro de la nevera para no tener que pensar demasiado de buena mañana cuando aún se te está solidificando el cerebro. Yogur, leche o bebida vegetal con copos de avena para tomar fría o caliente, queso fresco, cerezas, nísperos, albaricoques, los primeros melocotones, paraguayos, ciruelas o nectarinas, además de botecitos o bolsitas con frutos secos y chocolate con 70% de cacao, huevos cocidos -perfectos para improvisar un bocadillo con rodajas de tomate y/o pepino- o algún untable, que son de lo más agradecidos en estas situaciones.

Cenas

Comidas

Preparación

  1. El día antes, poner cuatro yogures naturales con un poco de sal en un escurridor con una estameña o tela fina limpia encima. Dejarlo 24 horas, como para preparar un labneh.
  2. También el día antes marinar los muslos de pollo con una pasta hecha con un poco de ajo, aceite, sal y pimentón.
  3. Al llegar de la compra, congelar los filetes de bonitos (si no lo vamos a consumir ese día o al siguiente, o si no lo hemos comprado congelado). Sacar los muslos de pollo de la nevera un rato antes de empezar a cocinarlos, para que estén a temperatura ambiente.
  4. Encender el horno a 180 grados y repartir en una o dos bandejas dos cabezas de ajos, ocho patatas medianas, dos pimientos rojos, cuatro berenjenas y tres cebollas. En una bandeja más pequeña poner cuatro tomates en cuartos y un calabacín en rodajas con dos dientes de ajo picados, sal, pimienta, un chorro generoso de aceite y, si se quiere, unas gotas de vinagre (y aromáticas frescas o secas al gusto: el tomillo y el romero son altamente recomendables). En otra bandeja, los muslos de pollo con su marinada. Obviamente no podremos hacerlo todo a la vez, a no ser que nuestro horno mida 10 m2, pero si ponemos primero los tomates y al sacarlos el pollo, podemos ir jugando con los tiempos de las otras cosas y tenerlo todo listo en un par de horas.
  5. Pasados unos 20 minutos, dar unas vueltas a los tomates y dar la vuelta a las hortalizas y patatas para que se hagan por todas partes (sobre todo si el horno no reparte bien el calor). Los tomates estarán listos en unos 35 minutos, el ajo tardará entre 45 y una hora, las patatas y cebollas pueden tardar alrededor de una hora y los pimientos y las berenjenas más o menos lo mismo, o un poco más, si son muy grandes. El pollo puede tardar entre una hora y cuarto y una hora y media. Como siempre, el tiempo concreto depende del tamaño de las verduras y la potencia real del horno, así que lo mejor es vigilarlo de vez en cuando mientras hacemos otras cosas.
  6. Mientras, cortar dos pepinos, cuatro zanahorias y un pimiento en palitos. Estas crudités en un tarro o bolsa de silicona bien cerrada aguantarán bien tres días en la nevera: en ese momento habrá que repetir el proceso con el resto para acompañar el untable de cebolla y yogur con curry el resto de la semana.
  7. También mientras se cocinan las verduras, poner en una olla cinco pepinos medianos -con las puntas y la mitad de la piel retiradas, y troceados-, seis yogures naturales, un puñado de hojas de menta, aceite, vinagre, ajo y sal al gusto (también se puede preparar en una batidora americana o robot de cocina). Añadir 1,2 l de agua y triturar hasta conseguir una crema fina: la crema de pepino y yogur con menta ya está lista para ir a la nevera; cuando la sazonemos hay que tener en cuenta que tanto la menta como el ajo potenciarán su sabor con el reposo y el frío.
  8. En otra olla -o en el robot-, poner dos kilos de tomates de rama bien rojos sin el pedúnculo, dos pimientos verdes, dos dientes de ajo, una cebolla pequeña y media -o cebolleta-, sal, vinagre y aceite al gusto y 300 ml de agua. Triturar bien: el gazpacho está listo (por supuesto, también se puede preparar con la receta familiar o habitual).
  9. Cuando los tomates y el calabacín estén listos y tibios, mezclar bien con una lata de sardinillas en aceite desmigadas: ya están listas para mezclarse con la pasta. Este plato se puede tomar frío, estilo ensalada, o caliente.
  10. Cuando el pimiento, las cebollas las berenjenas estén listas y tibias, pelarlas, quitar las semilla a los pimientos y trocear una de las cebollas, todos los pimientos y dos berenjenas. Ponerlos en un recipiente con aceite, sal y dos o tres dientes de ajo laminados, que podremos sacar antes de consumirlo. la escalivada ya está lista.
  11. Pelar las dos cebollas asadas restantes, cortarlas y triturarlas también con el labhen, sal y curry al gusto, hasta conseguir una textura de paté untable (más o menos fina, según se prefiera): el untable de cebolla asada con curry y yogur está listo. También se le puede añadir un par de dientes del ajo asado.
  12. Pelar y trocear las dos berenjenas restantes. Poner los calamares en la plancha, sin aceite a fuego fuerte; pasados cinco minutos añadir las berenjenas, un poco de aceite, pulpa de ajo asado al gusto, sal y pimienta.
  13. Cocinar por turnos en el microondas 12 alcachofas usando esta sencilla técnica. Mezclar 100 g de mantequilla con el zumo y la ralladura de un limón hasta que quede una emulsión integrada y guardar todo en la nevera: las alcachofas con mantequilla y limón están listas. En el momento de consumirlas, abrirlas por la mitad a lo largo -apoyándolas en la punta, desde el tallo- pasarlas por una sartén antiadherente y servir con un poco de la mantequilla cítrica, sal y pimienta.
  14. Sacar la pulpa de una de las cabezas de ajo asadas y mezclarla con 150 ml de aceite de oliva virgen extra, tomillo, sal, pimienta y vinagre de manzana o Jerez al gusto. Podemos triturarlo hasta conseguir una crema fina, simplemente mezclarlo con un tenedor o pasarlo por el mortero, dependiendo de la textura que busquemos: la vinagreta de ajo asado está lista, la pasamos a un tarro cerrado en la nevera hasta el momento de consumirla.
  15. Mezclar el queso quark con el queso azul desmigado o fundido -dependiendo de la variedad escogida- y remover bien hasta que quede bien integrado. Trocear las avellanas sin triturarlas y guardar en un tarro bien tapado: ya está todo listo para acompañar a las patatas asadas (mejor con un poco de pimienta recién molida).
  16. Preparar dos ollas en el fuego y usar una para cocer la pasta y el arroz integral -no juntos, uno detrás del otro, siguiendo los tiempos de cocción recomendados por el fabricante-, y la otra para preparar una salsa de tomate exprés con dos kilos de tomate en conserva, cuatro dientes de ajo, un chorro generoso de aceite de oliva y un poco de sal: aquí tienes todos los trucos para que te salga perfecto.
  17. Preparar también unos huevos cocidos nueve minutos desde agua hirviendo, cortar la cocción con abundante agua fría y refrigerar hasta el momento de consumo.
  18. Cuando la salsa de tomate esté lista, dejar la mitad en la olla y reservar la otra mitad. Hacer unas albóndigas con el pavo picado, el pan mojado en leche y los huevos, además de perejil y ajo picados al gusto y un punto de sal. Cocinarlas directamente en la salsa de tomate durante 20 minutos, removiendo de vez en cuando: las albóndigas están listas.
  19. Para preparar la fritatta -mejor en el momento de consumo-, triturar ⅓ de los garbanzos con dos huevos y ¼ de la salsa de tomate reservada. Aplastar un poco los otros garbanzos y dorarlos en la sartén con un poco de aceite. Batir los seis huevos restantes y mezclarlos con los garbanzos dorados, la masa de garbanzos, huevo y tomate triturada y ⅓ de la salsa de tomate restante. Cuajar en una sartén como una tortilla, y servir acompañada de escalivada y ricotta.
  20. También en el momento de consumo, preparar dos huevos revueltos por persona con el tomate restante, y servir acompañados de tostadas (aquí tienes una técnica para que queden perfectos).
  21. Para la ensalada de lentejas de lentejas, perejil y queso feta mezcla estos ingredientes con un pepino, un par de tomates cortados y un puñado de aceitunas negras, puedes prepararla el día antes de consumirla siempre que la aliñes al momento (usa tu vinagreta favorita).
  22. El bonito se hace vuelta y vuelta con un poco de aceite, al punto de cocción que cada uno prefiera, y a la misma sartén se añade un chorrito más de aceite y un diente de ajo por cabeza (o al gusto, a mí me gusta con más). Cuando el ajo empieza a dorarse, ponemos una cucharadita de pimentón, removemos y añadimos un chorro de vinagre: distribuimos el refrito sobre el pescado y a comer.

¿Quieres más ideas de 'batchcooking'? Mira nuestras anteriores entregas.

La lista de la compra

Fruta y verdura

5 cabezas de ajo, 8 patatas medianas, 4 pimientos rojos, 4 berenjenas, 5 cebollas, 4 tomates de pera (para el horno), 2 k de tomates de rama, 1 calabacín, 10 pepinos, 8 zanahorias, menta fresca, 2 pimientos verdes, 12 alcachofas, 1 limón, 15 o 17 tomates para ensalada (1,5 por ración para la vinagreta de ajo asado, 2 si son pequeños, más los de la ensalada de lentejas).

Aves

4 muslos de pollo (enteros, con el contramuslo), 22 huevos (2 para las albóndigas), 800 g de pavo para estofar picado.

Pescado

4 filetes de bonito de ración (unos 150 g), 400 g de calamares limpios troceados.

Lácteos

10 yogures naturales, 1 tarrina de queso quark, 150 g de queso azul, 250 g de ricotta, 300 g de queso feta (mitad para la ensalada, mitad para los huevos revueltos).

Además

Aceite, sal, pimentón, vinagre, 2 latas de sardinillas en aceite, curry, mantequilla, tomillo, 100 g de avellanas, 120 g de aceitunas negras (para las ensaladas de tomate y la de lentejas), pimienta, 500 g de arroz integral, 800 g de pasta integral, 2 k de tomate triturado de lata, 200 ml de leche, 800 g de garbanzos cocidos, 800 g de lentejas cocidas, 80 g de pan (para las albóndigas) y más para acompañar los huevos revueltos.

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