Menú semanal de El Comidista (16 a 22 de septiembre)

Las judías no son aburridas y no siempre se comen calientes. En esta ensalada, cocidas al dente, y con el aliño de mostaza de casera de manzana, están estupendas.

Jugosas, cítricas y dulces son estas albóndigas tailandesas que te harán salir de las de siempre. Y tienen un plus: son aptas para celíacos.

El resultado es crujiente por el cereal, gomosillo por el mazapán y jugoso por la pera. O sea, un escándalo.

Un puré vistoso y sabroso, lejos del color verde-muerto que tenía el que nos daban en el comedor escolar. Si aún tienes trauma, prueba a meter en cada cucharada un poco de lacón.

En la prohibición italiana de mezclar lácteos y frutos del mar en platos de pasta hay una excepción consensuada: las anchoas con mantequilla. Añadimos muchos tomates cherry, algo de ajo, y tenemos un platazo.

Esta fruta es rica en pectinas y fibra, además de estar buenísima, así que aprovecha las que trae la nueva temporada.

¿A quién no le gusta una buena mazorca de maíz con mantequilla? Pues esta receta lo lleva a niveles estratosféricos.

Servimos una ensalada con frutos secos, aceitunas y fruta sobre dos mitades de calabaza asada y las aliñamos con una vinagreta de aires moruno.

Una receta de nuestra sección con técnicas de alta cocina fáciles de preparar en casa. Si no queréis ser Can Roca, también tenéis la opción normal.

Inspirada en los libros del chef israelí Yottam Ottolenghi, esta ensalada tan alegre agradece un aliño un poco gamberro.

Un plato de clara ascendencia catalana pero cuya gracia está en un ingrediente tan andaluz como el oloroso: sencillamente insuperable.

Aprovecha que las uvas ya están de plena temporada y cómelas a todas horas aunque las pepitas te den pereza.

Los higos llegan a su fin. Simula que eres un gran chef juntándolos con dos ingredientes salados que harán brillar su dulzor con el mínimo esfuerzo.

Pocas cosas de tu nevera no son tortilleables, por eso a esta combinación de berenjenas, gambas y aceitunas negras puedes añadirle o quitarle lo que quieras.

Currarse un brioche es una de las experiencias más satisfactorias que puede tener un panadero: integrar la mantequilla, trabajar la masa... y comérselo, claro.

Este plato se prepara en 15 minutos, más o menos el mismo tiempo que tardas en descongelar o calentar cualquier bazofia precocinada en el microondas.

Están jugosas, están buenas, están de temporada y se pueden comer solas o combinadas. No hay fallo.

La versión vegetariana del típico estofado de origen ruso no te decepcionará ni un poquito. Juega con las cantidades de los ingredientes según tus gustos.

La sencilla manzana asada se puede convertir en un postre tan completo y elaborado como quieras: solo hay que darle aroma con algunas especias, la textura de los frutos secos y algo de untuosidad gracias al queso fresco.

Un par de versiones más de este clásico cóctel: la del bar Tommy´s y la frozen.