El mejor restaurante del mundo crea 12 cócteles que se venden en el supermercado a 10 euros

Este proyecto comenzó en pandemia, en 2021, cuando en pleno confinamiento, el equipo del restaurante Disfrutar, en Barcelona, con los locales cerrados debido a la crisis sanitaria, empezó a acompañar los envíos de comida a domicilio con algunos cocteles de elaboración propia. La iniciativa, que comenzó tímidamente en el laboratorio de innovación de la calle Villarroel, acaba de nacer bajo el nombre de Cocktology, una colección de 12 cócteles con el sello de Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, cocineros y artífices del actual mejor restaurante del mundo, según la lista de The World’s 50 Best Restaurants. “Es una de estas ideas que nació en la pandemia y ha visto la luz ahora. Ha llevado mucho trabajo, muchas pruebas, mucho papeleo hasta que lo hemos podido lanzar. Lo que buscamos es acercar la coctelería al mundo de los bares, de la restauración y al cliente final”, sostiene Castro en conversación con este periódico.

El objetivo, además de disfrutar de elaboraciones prémium, es la de llevar, de la mano de la empresa Gourmand & Guiard, del cocinero Alain Guiard y especializada en salsas, fumets, fondos y bases para restauración, la alta coctelería a los hogares, ya que han comenzado a venderse en el espacio Gourmet de El Corte Inglés a un precio de 9,90 euros la unidad. “Están perfectamente acabados, elaborados con pulpa de fruta fresca y alcoholes de alta gama. Solo hay que agitar, añadir hielo y servir, aunque si se quiere se pueden adornar con piel o algún trozo pequeño de fruta o con alguna hortaliza. Son cócteles con mucha fruta y textura”, detalla el cocinero, copropietario también de los restaurantes Compartir, con locales en Barcelona y Cadaqués (Girona).

El resultado son unos combinados que conjugan técnica, sabor, armonía y una suave textura en boca. Entre la docena de propuestas se encuentran clásicos como el mojito, elaborado con ron, lima y menta; la piña colada, a base de ron, coco y piña; la caipiriña brasileña, con cachaza y lima; el bloody mary, preparado con vodka, tomate y especias; o el moscow mule, con vodka, yuzu y jengibre; clásicos reinterpretados como el cosmopolitan, elaborado con vodka, frutos rojos y menta; o el daiquiri de pasión, que lleva ron, amaretto y fruta de la pasión; así como nuevas propuestas de autor, bautizadas con nombres como Jalisco, con tequila, naranja sanguina y jengibre; Dama Roja, con licor de violeta, kirsch (licor destilado con cereza) y frutos rojos; Coco Thai, un viaje a Tailandia con este preparado de sake, coco, yuzu y hojas de pandan (conocida como la vainilla de Asia oriental); Sant Jordi, una propuesta para celebrar el día de los libros y las rosas, a base de ginebra, frambuesa, rosa y albahaca; o Diablo, que se adentra en México con mezcal, tequila, mango y jalapeño. Los cócteles se envasan y se expiden en frío, a una temperatura de entre uno y tres grados para mantener sus propiedades.

A todas las elaboraciones se les puede añadir algún complemento. En el caso de Diablo, donde se aprecia el picante y el ahumado, se puede agregar, además del hielo pilé (picado), unas hojas de cilantro, piel de lima y una juliana de chile. O el Sant Jordi, que va bien con unos pétalos de rosa natural y dos frambuesas frescas; o el moscow mule, al que le queda bien un poco de coco fresco o de piña deshidratada; o el Jalisco, que se puede decorar con un twist (piel de cítrico) de naranja y un ramillete de hojas de albahaca; este último adorno también le va al cosmopolitan. Aunque lo importante es agitar y servir sobre una cama de hielo picado.