Los carritos de la compra con los que querrás estar todo el día en el mercado
Tres marcas de carros de la compra diseñados y fabricados en España que ponen el diseño y la comodidad en el centro


En el objetivo colectivo que es reactivar la compra en mercados y negocios locales entran en juego muchos factores. Hay algunos más evidentes, como replantear los horarios de apertura teniendo en cuenta los hábitos de los nuevos consumidores o educar en alimentación y cocina a las nuevas generaciones. Otro menos obvio es poner de moda los carros de la compra. En esta cruzada se encuentran tres marcas españolas buscando, no solo, hacer los carros atractivos —con diseños actuales y modernos—, sino también dar soluciones a problemas de movilidad y accesibilidad o tener impacto social y medioambiental positivo.
Una de estas marcas nace observando una necesidad en las calles. Albert Cardona y Oriol Martí, fundadores de Carlett, trabajaban en una empresa del sector cuando observaron que los carros de compra cumplían una función para la que no estaban diseñados. Muchas personas mayores, ante la estigmatización de usar andadores, utilizaban los carros para pasear. Esto no era solo un nicho en el mercado, era la oportunidad de crear un objeto seguro, cómodo y útil que hiciera más fácil la vida a las personas. Los primeros modelos de Carlett, empresa que fundaron en Barcelona en 2016, fueron carros con compartimento para dejar la compra, con asiento para descansar a lo largo del paseo, muy ligeros y con doble freno. “Aunque las ventas de este producto se localizan sobre todo en una población senior, nuestro objetivo es llegar a cualquier persona con movilidad reducida, sea de la edad que sea”, cuenta Sandra Puigví, encargada de marketing de la marca.
Este sigue siendo su producto estrella, pero enseguida aparecieron nuevos modelos. Las premisas son las mismas: buenos materiales, ergonomía e innovación constante. La gama Urban, fabricada con un tejido termoformado —que siempre mantiene la forma, aunque no lleve nada dentro—, la Classic, que mantiene una forma más tradicional, o la Lite, algo más económica sin prescindir de la calidad que caracteriza a la marca. Los precios rondan los 100 euros.

Un ejemplo de cómo lo tradicional puede modernizarse y adaptarse al mundo actual es Playmarket. Sus primeros carros (que ahora serían el sueño vintage de más de un moderno) llegaron a los hogares españoles en los años 70. Desde entonces, y especialmente en los últimos años, han puesto el foco en el I+D, en el diseño y en la sostenibilidad. La finalidad es clara: hacer del carro de la compra un objeto de uso cotidiano, que dure mucho tiempo, que minimice el impacto en el medio ambiente y que, además, quede bien. ¿Quién no se ha quedado atascado intentando plegarlo, o se ha dejado la espalda llevando bolsas mal equilibradas? Para que esto no pase, estudian constantemente al consumidor, dando soluciones a sus necesidades. Son el ejemplo de algo: comodidad y estilo, pueden ir de la mano. Buscando esa confluencia crearon el modelo We Go, de forma cuadrada, con una bolsa más elevada, de fácil acceso y con un diseño muy actual. Al igual que todos sus productos —que van desde los 90 euros a los 170—, cuenta con manillar regulable en altura y ergonómico, chasis de aluminio, ruedas muy resistentes… Siempre pensando en el usuario.
Y en el medioambiente. Carlett y Playmarket comparten una filosofía que engloba todo. Desde trasmitir las ventajas de ir a hacer la compra a pie, a ofrecer un servicio de posventa en el que cada una de las piezas del carro es reemplazable de forma independiente. “Vemos carros de más de 30 años por la calle. Para nosotros es esencial que el producto sea duradero, de ahí que poder reemplazar las piezas por separado sea algo esencial en nuestro servicio”, afirma Mireia Rodríguez, del departamento de marketing de Playmarket. También han puesto el foco en los materiales reciclados. La empresa empezó en 2022 a utilizar tejido RPET, fabricado a partir de botellas de plástico recicladas; instalaron placas solares en sus instalaciones; y cambiaron sus embalajes por bolsas biodegradables, con el objetivo de reducir el plástico hasta su total eliminación.

Esta misma premisa es el principal compromiso de otra marca de carros de la compra 100% hecha en España. Garmol lleva desde 1968 fabricando en Denia multitud de referencias. En la actualidad cuentan con alrededor de 60 modelos, lo que les permite ofrecer opciones muy económicas —desde 50 euros— sin dejar de lado la calidad ni la sostenibilidad. Utilizan plástico reciclado para construir las piezas y siempre tratan de buscar proveedores cercanos.
¿Cómo se hace de ir a comprar con carro, algo cool? Aunque el usuario medio del carro de la compra sean personas de más de 50 años, todas las marcas comparten un objetivo común: rejuvenecer su público. El aumento anual de las ventas en e-commerce parece decir que el carro de la compra vuelve a estar de moda. Apuestan por un tono muy juvenil en redes sociales y colaboraciones con creadores de contenido que conecten con sus valores. “Al final todo va unido a esta conciencia de la sostenibilidad y de facilitar una compra más saludable, incentivar el comercio de proximidad… Se ha perdido en los últimos años los hábitos de cocinar, de ir a comprar al barrio, de cocinar productos frescos. Y hay un sector del público joven vuelve a conectar con estos valores, más concienciado”, cuenta Rodríguez, “El diseño es un punto esencial. Atractivo, moderno, que puede ser un accesorio más en tu día a día que puedes llevar con orgullo.”
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