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El escollo de la falta de mano de obra

Gran parte de las empresas de construcción afrontan un problema estructural de personal cualificado

EXTRA INMOBILIARIO 360 30/03/2025
Óscar Granados

Javier, “el manitas”, no da abasto. El teléfono de su negocio de construcción, en el centro de Madrid, no para de sonar. Son las nueve de la mañana de un lunes de marzo y ya ha respondido una decena de llamadas. “Si alguien quiere que le haga una obra tiene que esperar dos o tres meses”, dice. “Hay mucho trabajo”, reconoce. “Podría hacer muchas cosas a la vez, pero no hay personal”. El sector vive un verdadero drama con la falta de mano de obra, el envejecimiento de las plantillas —la edad media en la actividad es de 50 años— y un relevo generacional que no se está produciendo.

La demanda es acuciante. “El mercado requiere de unos 700.000 trabajadores y trabajadoras hacia 2026 para mantener el ritmo y los compromisos adquiridos como país”, afirma Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). Entre ellos, los proyectos residenciales de obra nueva y residencial, la rehabilitación y reforma (incluyendo proyectos para el sector terciario) y la construcción civil, enumera Miguel de la Fuente, perm recruitment team manager de Construcción e Inmobiliaria en Hays España. Si a eso se añaden los proyectos ferroviarios, los data centers, así como aeropuertos y edificaciones industriales, se necesitan entre 800.000 y un millón de trabajadores adicionales hasta el próximo año, indica De la Fente. Hoy, más del 50% de las empresas tiene dificultades para encontrar a profesionales, asegura José Manuel Fernández, director de Grupo de Industriales en The Adecco Group España. Esta escasez pone sobre las cuerdas el crecimiento económico del país y su aportación al producto interior bruto (PIB) del 3,5%, explica el último experto.

El escenario del sector muestra señales mixtas. La construcción cerró el año pasado con una caída del 7,1% en el desempleo: el número de parados llegó a 198.490 personas, de acuerdo con datos del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe). En términos absolutos, la actividad perdió 15.288 desempleados en los 12 meses del ejercicio anterior, consolidándose como el segundo sector con mayor reducción relativa (solo superado por la agricultura, con una bajada del 14,5%) y el segundo en términos absolutos, tras servicios. Por su parte, el número de afiliados medios del sector de la construcción alcanzó en diciembre la cifra de 1.414.857 personas trabajadoras. Este dato supone un decremento respecto al mes anterior (-0,8%). En la variación anual, la cifra aumenta un 2,2%, lo que supone 30.055 afiliaciones más que en 2023, registrando el mejor mes de diciembre en cuanto afiliación desde 2010, según cifras oficiales.

Casi el 60% de las ocupaciones más demandadas responde a peones de la construcción de edificios y albañiles, de acuerdo con el último informe Radiografía del desempleo en el sector en el primer semestre de 2024, publicado por el Observatorio Industrial de la Construcción de la Fundación Laboral de la Construcción con datos del Sepe. “Después vendrían conductores asalariados de camiones, electricistas de la construcción y afines, y encofradores y operarios de puesta en obra de hormigón”, agrega Fernández Alén. “Pero hay demanda en todas las ocupaciones y cada vez más en puestos altamente cualificados”, abunda. Encontrar profesionales desempleados en oficios como carpintería o fontanería es prácticamente imposible, subraya Fernández, de The Adecco Group España. “Lo mismo ocurre con soldadores, técnicos de mantenimiento, operarios de maquinaria especializada o jefes de obra, donde su tasa de desempleo es casi nula”, afirma.

Bajas cifras de formación

Y mientras el mercado demanda cada vez más profesionales cualificados, las cifras sobre la formación para cubrir estos puestos no llegan a las necesidades. Las previsiones de empleo en construcción para el alumnado de Formación Profesional (FP) de Grado Medio y Superior se aproximan a las 200.000 oportunidades hasta 2030, de acuerdo con la CNC. “El abandono de la FP, principal causa de la escasez de trabajadores, ha sido muy agudo en los últimos tiempos”, destaca Fernández Alén. El apagón generacional lleva varios años en marcha. En 15 años (2008-2022), las matriculaciones en Edificación y Obra Civil (EOC) han caído un 45%, según explica el experto de la patronal, tomando como base la información del último informe del Observatorio Industrial de la Construcción sobre Formación Profesional en Edificación y Obra Civil. “La situación no ha mejorado en el último año del que tenemos datos, el curso 2022-2023: solo el 0,66% de los matriculados en total lo estaba matriculado en EOC”, lamenta.

“Si no hay talento joven que sustituya a los profesionales que se jubilarán, el crecimiento no será sostenible”, advierte Fernández. Este déficit de profesionales se suma a otro: el de 600.000 nuevos hogares adicionales que se ha acumulado en el país entre 2022 y 2025 (a pesar de que existen casi cuatro millones vacíos o desocupados), según estimó el Banco de España. Por su parte, la Asociación de Promotores Constructores de España dice que para equilibrar oferta y demanda se necesitan más de 120.000 viviendas anuales. “La vivienda sigue siendo un tema crítico”, apunta De la Fuente, de Hays.

Tecnologías que agilizan la edificación

Las nuevas tecnologías se abren paso en este sector, que cobrará más vida ante la llegada del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica de la vivienda. “Previsiblemente, el PERTE se presentará en abril”, asegura Antonio Ballester, CEO de Cementos La Cruz. “Y cobra vital relevancia gracias al impulso que dará a la industrialización del sector y a la construcción modular”, añade. Este proceso permitirá fabricar más viviendas en menos tiempo debido a la agilización de los tiempos de obra, a la posibilidad de trabajar pese a las inclemencias meteorológicas y a la mejora del impacto ambiental o a la reducción de residuos, dice el experto. “Las nuevas técnicas permitirán un mejor aprovechamiento de los recursos materiales y humanos, lo que sin duda resultará determinante en un contexto marcado por una alarmante falta de mano de obra”, resalta. Ante esta realidad, la impresión 3D de hormigón marca la pauta. “Nos da la posibilidad de crear estructuras sin la necesidad de moldes predefinidos, lo que reduce el desperdicio de materiales y permite desarrollar diseños personalizados y adaptados a las necesidades de cada situación”.

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Sobre la firma

Óscar Granados
Es periodista. Estudió Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón (México) y cursó el Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Colaborador habitual del suplemento Negocios.
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