Europa, a ritmo de vals y efemérides
Del Año Strauss en Viena al 150 aniversario de Maurice Ravel en Francia, un año desbordante de citas magistrales por todo el continente
La agenda cultural europea se nutre cada año del indiscutible tirón de las efemérides: centenarios o bicentenarios del nacimiento de sus más aclamados artistas (compositores, novelistas, poetas o pintores) articulan programas culturales más que interesantes, con las más diversas propuestas; no solo grandes retrospectivas, también ciclos de conciertos, rutas temáticas y hasta experiencias inmersivas con el objetivo de atraer visitantes hasta sus ciudades natales. Tentadores motivos para plantarse, por ejemplo, en la maravillosa Viena.
Porque, para empezar, se cumple el bicentenario del nacimiento de Shani, o sea, Johann Strauss hijo, el más prominente de una saga familiar integrada por Johann Strauss padre y otros dos vástagos, Josef y Eduard. Todos ellos compositores célebres en la Viena del siglo XIX, empapada de valses y champán. El llamado rey del vals, Strauss hijo, va a ser conmemorado desde el minuto uno de este 2025 (concierto de Año Nuevo) en todo el mundo, pero sobre todo en su Viena natal. Allí, entre otras cosas, abren renovadas la vivienda familiar —en la céntrica y peatonal Praterstrasse— y la Casa Strauss, centro temático con museo y conciertos en directo. También se le dedica una gran exposición en el Museo del Teatro (Celebrating Johann Strauss), y en la Casa de la Música, más una experiencia inmersiva con Johann Strauss Dimensions.
Otra figura protagonista en este año es la de Paul Cézanne, uno de los padres de la pintura moderna. El Año Cézanne tendrá como epicentro de celebraciones la capital de la región francesa de Provenza, Aix-en-Provence. Allí se han renovado tanto la vivienda familiar como el atelier que utilizaba en una colina a las afueras. Además, el fantástico (y poco conocido) Museo Granet le dedicará una magna exposición y se reactivará la Route Cézanne, clasificada como monumento histórico y que permite recorrer los mismos senderos y paisajes que el pintor convirtió de forma obsesiva en óleos y dibujos.
Nombres propios
Hay muchas otras figuras que, aprovechando un aniversario más o menos redondo, van a servir de motor para galvanizar la escena cultural europea. Un buen puñado de estos nombres destacados lo forman escritores. En el Reino Unido, el 250 aniversario del nacimiento de Jane Austen se celebrará de manera especial en diversos lugares de Hampshire. Allí es posible recorrer la Ruta Jane Austen, que sigue los pasos de la autora de novelas como Sentido y sensibilidad, Orgullo y prejuicio o Emma (llevadas con éxito al cine) desde Alton hasta Chawton. En este precioso pueblo se conserva su casa y la minúscula mesita donde escribía. Otro de sus lugares más queridos es la ciudad balnearia de Bath, en cuyo Royal Crescent —semicírculo de viviendas neoclásicas adosadas— residió la escritora. Allí, además del renovado Jane Austen Centre, dedicarán a la autora el Festival Jane Austen en otoño.
El escritor irlandés Oscar Wilde será homenajeado en Dublín, su ciudad natal, con motivo del 125 aniversario de su muerte. Escenario de varios homenajes será el Trinity College, donde Wilde cursó estudios. También se honra su figura en el Museo de los Escritores, cerrado temporalmente desde la pandemia.
Alemania recuerda a Jakob Grimm, uno de los dos hermanos cuyos cuentos cautivaron a toda Europa, y pone en marcha una ruta alemana de los cuentos, muy a tono, por cierto, con una de sus campañas promocionales para este año: Embracing German Nature. También celebran el 150 aniversario del nacimiento del novelista y premio Nobel Thomas Mann, quien nació y pasó su infancia en Lübeck. Allí, la Casa Buddenbrook alberga el Heinrich-und-Thomas-Mann-Zentrum, dedicado a su memoria y en el que recalará la muestra Mi tiempo. Thomas Mann y la democracia, que trata de reflejar su activismo político. También será homenajeado en Múnich, donde vivió con su esposa, Katia, y sus seis hijos; en la ciudad lituana de Nida, donde veraneaba (Festival Internacional Thomas Mann), así como en Los Ángeles, donde entre 1942 y 1952 residió la casa blanca del exilio”, en la zona de Pacific Palisades, una de las más afectadas por los recientes y dramáticos incendios.
En España se programan diversas iniciativas para celebrar el centenario de dos escritoras todavía muy recientes en el recuerdo: Carmen Martín Gaite y Ana María Matute. A esta última se le dedicará una exposición en el Instituto Cervantes y se reeditarán algunas de sus novelas. También se editarán textos de y sobre Martín Gaite, e incluso el Teatro de La Abadía (Madrid) adaptará para alguna obra suya. Se cumple igualmente el 150 aniversario del nacimiento del poeta Antonio Machado, que será especialmente recordado en la ciudad de Soria, donde vivió y escribió algunas de sus páginas más conocidas, pero también en Sevilla, donde vino al mundo.
Otro 150 aniversario, en este caso de su muerte, recordará al escritor danés Hans Christian Andersen, autor de algunos de los cuentos infantiles más populares en Europa. También algunos músicos (no vieneses) sirven de gancho: en Francia se preparan eventos con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Maurice Ravel —quien también compuso un célebre vals, además del famoso Bolero—, especialmente en Montfort-l’Amaury, donde está su casa-museo, así como del de Georges Bizet, creador de la ópera Carmen. Y un centenario más: el del fallecimiento de otro músico exquisito, provocador y menos popular, Erik Satie.
Capitales efímeras
El título de capital europea de la cultura, que tanto éxito ha cosechado y tantos eventos genera, últimamente se otorgaba no a una, sino a dos ciudades; este año se extiende a tres. Por un lado, la eslovena Nova Gorica y su vecina italiana Goritzia, o sea, una “capitalidad sin fronteras”, como reza su lema Go!25=Borderless. Por otro lado, la urbe alemana de Chemnitz, la mayor de Sajonia, que junto a 38 municipios satélites asociados ofrece sus propuestas más creativas bajo el lema C the Unseen (Ver lo nunca visto) para englobar más de un millar de eventos entre ferias, mercados, festivales de jazz y danza, o arte callejero.
El tirón de la etiqueta cultural ha hecho que ahora cada país quiera tener su propia capital del ramo durante el año. Así, en Italia será la siciliana Agrigento, la del Valle de los Templos griegos y cuna de dos eximios escritores: Luigi Pirandello, renovador del teatro del siglo XX y nobel de Literatura (se visita su casa-museo), y el recientemente fallecido Andrea Camilleri, creador de la saga (llevada a televisión) del comisario Montalbano.
En el Reino Unido, la capital cultural de este año será Bradford, primera ciudad cinematográfica del mundo proclamada por la Unesco, con un programa de más de un millar de actuaciones y la apertura en primavera del nuevo Darley Street Market, donde saborear la cultura local. Y en Portugal el título recaerá en la ciudad de Braga, elegida también como mejor destino emergente del mundo en los últimos World Travel Awards (braga25.pt). La también portuguesa Viana do Castelo será capital de la cultura del Eixo Atlántico, un proyecto que tiene ya 16 años y trata de promover la creatividad tanto del norte de Portugal como de la vecina Galicia.
Aprovechando un poco la idea, también se otorga desde hace años el título de capital verde europea, que este año ostenta la de Letonia, Vilna. Y rizando el rizo, Alicante será la capital española de la gastronomía, y la isla tunecina de Yerba la capital mundial de la gastronomía insular.
Otros grandes eventos
Dos acontecimientos que tienen que ver con la esfera religiosa acaparan la atención: el jubileo o año santo convocado por el Papa ha hecho que Roma, a través del programa Caput Mundi, haya acometido más de 350 iniciativas culturales y urbanísticas para restaurar monumentos, acondicionar museos y emprender mejoras urbanas de calado. En España, la ya clásica muestra Las edades del hombre tendrá su epicentro en la catedral de Zamora, y extenderá algunas de sus manifestaciones a la vecina ciudad portuguesa de Oporto.
En Múnich sería una lástima que el tirón futbolístico de la final de la Liga de Campeones de la UEFA, a finales de mayo, restara importancia a los muchos reclamos artísticos y culturales de la capital bávara. Y lo mismo ocurriría con la ciudad suiza de Basilea, sede del Festival de Eurovisión, que es además uno de los emporios artísticos de Europa, tanto por sus museos y colecciones de primera como por su legado arquitectónico —del gótico o Renacimiento a las más innovadoras tendencias—, pródigamente anclado en su tejido urbano.
Flandes, con el proyecto Maestros flamencos in situ, pretende dar a conocer obras maestras (pintura, escultura, tapiz, relicarios) que sorprendentemente se mantienen en el lugar mismo para el que fueron creadas; ubicaciones a veces poco conocidas, pero muy accesibles. Se han establecido para ello varias rutas temáticas, de modo que el visitante pueda sentir el lugar, la luz, la naturaleza o incluso las delicias culinarias que inspiraron y envuelven a dichas piezas de arte.
Festivales por doquier
Habrá tantos festivales por toda Europa que casi parece injusto señalar siquiera algunos. Como el Festival Chopin, concurso internacional de piano que se celebra en Varsovia cada cinco años; esta será ya su XIX edición. Relacionado con esto, un lugar imprescindible en Varsovia es el Museo Fryderyk Chopin, en el barroco palacio Ostrogski, verdadero santuario dedicado a la memoria del músico. Este primer semestre del año, por cierto, Polonia ostenta la presidencia de la Unión Europea, con sus propias celebraciones. En la República Checa es ya un clásico —va por su 80ª edición— el Festival Primavera de Praga, al que se suman dos clásicos veraniegos, el Litomyšl de Smetana (ópera) y el internacional de música de Ceský Krumlov. El también afamado Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC), que cumple su 41ª edición, extiende sus actuaciones a ocho islas (sí, ocho), con 61 conciertos que abarcan músicas desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Algo parecido ocurre en Malta, cuya primavera y verano se trufan de festivales al tiempo que estrena el flamante y atrevido Museo Internacional de Arte Contemporáneo.
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