La polémica por el caso del novio de Ayuso revienta la fiesta de la Constitución organizada por la presidenta de Madrid

Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pisa este martes la Real Casa de Correos afectado por una noticia de última hora: el 8 de enero declarará ante el Tribunal Supremo como testigo en la investigación sobre la filtración de un correo del caso que afecta a Alberto González Amador, pareja de la baronesa. La noticia le llega a través de un teletipo de agencia justo antes de que arranque una ceremonia para celebrar la Constitución. “Veré lo que me preguntan y veré lo que contesto”, declara a este diario. Que todos los presentes queden pendientes de su reacción a la citación recuerda que el acto ha quedado reventado desde el principio por una doble investigación: a González Amador, por la presunta comisión de dos delitos de fraude fiscal y otro de falsedad en documento mercantil, y al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por supuesta revelación de secretos. Nadie habla de otra cosa en Sol. El día que se celebra la Constitución que unió a todos los españoles se explicita una radical división.

El primero en disparar es Alfonso Serrano, el número dos de Ayuso en el PP de Madrid: “Todo está en riesgo por un gobierno capaz de todo contra todos. Sanchez y su Gobierno son un peligro para nuestra democracia. El mismo PSOE que creo los GAL usa la guerra sucia contra sus adversarios”. Sin tiempo a digerir esa comparación del PSOE de hoy con el de los GAL, los grupos paramilitares que practicaron terrorismo de estado contra ETA, llega el turno de Carlos Díaz-Pache, portavoz de los conservadores en la Asamblea. “Celebramos la resistencia de la nación frente a un autócrata [Sánchez] que ha decidido dinamitar nuestro marco de convivencia para permanecer en el poder, probablemente, por miedo a las consecuencias judiciales de sus actos”, dice. “Enfrentarse al Gobierno ahora mismo es un deporte de riesgo, pero a nosotros no nos asusta esta mafia”.

Y para dar testigo del enfrentamiento indisimulable, del choque frontal, llega Manuela Bergerot, la portavoz de Más Madrid: “Hoy la igualdad ante la ley está amenazada por un frente judicial que trata de convertir el caso Ayuso y de su pareja en el caso contra los adversarios políticos (...) Quien tiene enormes problemas legales es un señor de profesión comisionista que ha visto multiplicarse su fortuna desde que es pareja de la presidenta de Madrid gracias a sus negocios con el mayor contratista de la Comunidad de Madrid [en referencia a Quirón]”.

Todo gira alrededor de la polémica sobre los correos del caso del novio de Ayuso, que arrancó en marzo. Entonces, el jefe de gabinete de la presidenta filtró a varios medios de comunicación un email de la causa con la intención de que pareciera que la Fiscalía había ofrecido un pacto a González Amador. Al poco, se conoció un segundo correo, cuya filtración está judicializada, que demostraba que había ocurrido justo lo contrario: el abogado del investigado era quien había ofrecido un pacto y reconocido la comisión de dos delitos de fraude fiscal. Que esa comunicación se haya conocido ha llevado al encausamiento por supuesta revelación de secretos del fiscal general García Ortiz.

Con ese telón de fondo, la de este martes es una celebración de la Constitución como no ha habido otra en la Comunidad de Madrid. La víspera, Carlos Díaz-Pache, portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, justifica que el Ejecutivo de Ayuso haya cancelado la intervención que venía teniendo el delegado del Gobierno central en el homenaje regional a la Constitución con el argumento de que Francisco Martín representa a “una organización mafiosa”. Esas tres palabras describen el punto de no retorno al que han llegado las relaciones entre la administración nacional y la regional, y que ya quedó ejemplificado en que la baronesa conservadora se negara en octubre a reunirse con el presidente, Pedro Sánchez, en La Moncloa.

Una ruptura total a la que ya no escapa el respeto institucional, y que quedará explicitada esta misma semana: Ayuso y Martín celebrarán la Constitución que une a los españoles en dos actos que se celebrarán por separado. Uno, el tradicional, este martes; y el otro, el alternativo, el miércoles. “Si lo que hace la señora Ayuso lo hicieran otros líderes políticos, ella sería la primera en llevarse las manos a la cabeza, y muchos de los medios de comunicación que la jalean estarían escandalizados”, se queja el delegado del Gobierno en la Real Casa de Correos, donde los socialistas ven “vomitivo” que Serrano compare al PSOE de hoy con el de los GAL, los grupos paramilitares que practicaron terrorismo de estado contra ETA. “No tienen límites”.

Y llega entonces el turno de Ayuso, tras un acto plagado de intervenciones de la sociedad civil, y con un nuevo formato para justificar la eliminación de la intervención del representante del gobierno de España. La elección de los intervinientes no tiene nada de casual: son Javier Pulido, conocido por luchar porque su hija pueda estudiar en castellano en Cataluña; Paco Vázquez, exalcalde socialista de A Coruña; Alejandro y María Laura, afectados por la dana de Valencia. El acto lo ameniza la orquesta filarmónica de exiliados venezolanos. Nadie da puntada sin hilo en el equipo de Ayuso.

“Han ido socavando la Constitución desde dentro, y ahora nos encontramos que cada vez más instituciones están en entredicho”, dice la presidenta de Madrid. “Sin embargo, siguen en pie. Nos amparan. La Ley de leyes ha resultado tener mucho más aguante de lo que sus enemigos creían”, subraya, en referencia a ETA, los independentistas catalanes, o el golpe del 23-F.

Criticas a Sánchez

A partir de ahí, Ayuso amaga, pero no pega, porque insinúa varios de los conflictos que le enfrentan a Sánchez, sin mentarle, ni explicitarlos. Es lo de menos, en realidad, porque el choque, la distancia, los reproches cruzados, son sobradamente conocidos, y marcan la jornada del martes, como la de ayer y la de mañana. “Quizá no sea mal sitio, esta Puerta del Sol, para recordar que, como dice el artículo 5, Madrid es la capital del Estado; y que, por lo tanto, descapitalizar España no solo es una insensatez y no beneficia a nadie”, argumenta, en referencia, entre otras cosas, al proyecto gubernamental de radicar sedes de organismos oficiales fuera de la Comunidad. “Es que igual es inconstitucional”, desliza.

“O que la Comunidad Autónoma de Madrid tiene, como todas las demás, autonomía financiera: artículo 156…”, recalca, tras tener que cobrar el impuesto de Patrimonio, contra su ideario y para evitar que la recaudación se la quede el Estado. Y lanza una crítica al proyecto gubernamental de dotar a Cataluña de una financiación singular: “Es un simple intento de secesión fiscal. Este cupo va contra el principio de solidaridad entre regiones, como mandan los artículos 138, 139 y 2″.

En su conjunto, la intervención de Ayuso recoge un repaso de todos los artículos de la Constitución que a su juicio incumple Sánchez. El resumen de un desencuentro irreparable, de un choque sin vuelta atrás y de una enemistad política y personal que marca el día a día de la agenda política en España. Dicho de otra forma: el día en el que Ayuso reivindica la concordia, el PP que ella misma preside califica de “mafia” al gobierno de España (PSOE y Sumar) y acusa al PSOE de utilizar la “guerra sucia”.