De Carabanchel a Valencia: así funciona uno de los puntos de recogida para los afectados por la dana
El gimnasio Black Panther funciona desde hace una semana como un punto de recogida para donar alimentos y material a los habitantes valencianos
La palabra solidaridad ha llegado desde la voluntad de los españoles hasta los afectados por la dana en Valencia. Muchos puntos de recogida independientes se han organizado, tanto en Madrid como el resto del país como, para proveer desde su propio bolsillo aquello que las inundaciones y riadas les han quitado a los valencianos. Es el caso del gimnasio Black Panther, situado en el distrito madrileño de Carabanchel. “La iniciativa surgió gracias a la unión entre trabajadores y clientes. Somos como una familia”, relata Natalia Sanz, una de las encargadas del centro, que se encarga de gestionar el punto. Desde el pasado sábado, cada día trabajadores y usuarios compaginan el funcionamiento habitual de un lugar de culto al cuerpo con un voluntariado altruista a más de 300 kilómetros de la zona de la tragedia, y que ha tenido una gran acogida por parte de los vecinos de su zona y alrededores gracias a su difusión en las redes sociales.
“Hemos mandado ya 20 camiones hasta Valencia en una semana”, comenta Sanz, que estima que han superado el valor de 10.000 euros en material y alimentos. Los alimentos y material, recogidos y empaquetados por más de una decena de voluntarios cada tarde, principalmente jóvenes, en una de las salas interiores del gimnasio se trasladan en furgonetas, coches y camiones desde el sur de Madrid y se entregan directamente “en mano” a los afectados de la dana, explica la encargada. Cuando se realiza esa entrega, graban “un vídeo para demostrar que la ayuda ha llegado a quien lo necesita”. De esta forma, según fueron pasando los días, las donaciones por parte de gente ajena al gimnasio se incrementaron gracias a la confianza generada.
Durante la tarde de este viernes, un coche se detiene en doble fila delante del gimnasio. De él sale Marina Villaseñor, que viene a donar por segunda vez al punto de recogida. Varios voluntarios recogen los botes de lejía y la con ropa de bebé que trae la joven para colocarlos junto al resto recogido durante el día, que espera en la entrada del centro para ser cargado por los furgones. “Me enteré de la iniciativa a través de las redes sociales”, explica. “De aquí sale ayuda casi todos los días para Valencia. Es muy difícil encontrar un punto de recogida así”, describe la donante sobre el gimnasio.
Uno de los voluntarios que participa en la entrega en mano de las donaciones es Isaac Belkhari. Es cliente del centro desde hace dos años. Entre semana ha estado viajando hasta Valencia a entregar las donaciones recogidas del gimnasio, como se puede ver en el contenido de sus redes sociales (@ibelky).
“Los primeros días”, comenta, intentaron entregar las donaciones en los pabellones habilitados para ello. “Hay muchas organizaciones en ellos, y la distribución por su parte no es efectiva”, asegura. “Yo soy de Valencia y tengo amigos allí que me dicen que la gente no tiene nada. Hay víveres, pero son poblaciones con decenas de miles de habitantes, y se acaban”, comenta. Desde que supo que ese era el problema, decidieron cambiar de estrategia.
“Lo que hacemos es entrar directamente al pueblo y entregárselo en mano”, describe. Por su parte, Sanz asegura que en muchos puntos les han dicho que los suministros están abarrotados. “Tenemos contactos allí, y nos dicen que sí hace falta más ayuda. Hay algunas zonas en las que los suministros sí que están abarrotados, pero en muchísimos lugares donde no es así”, argumenta.
@elpais “El punto de recogida surge porque en el gimnasio somos una familia”, resalta la encargada del centro Natalia Sanz. Clientes y usuarios llevan más de una semana recogiendo donaciones en el barrio madrileño de Carabanchel y entregándolas en mano a los afectados por la dana en Valencia @TBPGYM @IsaacBelk #dana #puntoderecogida #valencia #solidaridad #donaciones #iniciativassolidarias #CapCut
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A pesar de que la iniciativa opera de forma independiente, Bellkhari asegura que algunas organizaciones en Valencia los han ayudado en su propósito. “Cuando llevamos un cargamento de botas de agua, hablamos con el ejército y con la UME, y se prestaron a escoltarnos en las entregas — porque había maquinaria en la calle operando — e indicarnos la salida”, recuerda.
Melania García y Ana Sánchez son dos voluntarias que vienen desde Leganés, a menos de 10 minutos en coche de Carabanchel. “Tenemos amigos que trabajan aquí, y gracias a los vídeos que suben a Instagram, sabemos que hay mucha gente participando en salidas y entradas de donaciones”, explica García. Ambas han logrado hacer “encaje de bolillos” con sus horarios para ir como voluntarias hasta Valencia con una furgoneta alquilada por su cuenta y van a recoger parte de las donaciones para llevarlas durante la madrugada de este sábado. Su objetivo, el mismo que el del centro, “entregar las donaciones en mano a la gente afectada”, describe García.
Cambio en la demanda de donaciones
Poco más de una semana de la destrucción que ocasionó la dana, las demandas de los afectados han cambiado. “Los primeros días hacía falta comida, agua y ropa”, asegura Belkhari de uno de sus primeros viajes. “Después del abastecimiento, es necesaria maquinaria como palas, haraganes o karchers”. Una vez que se van limpiando poco a poco las zonas afectadas, “se necesitan colchones o muebles”, asegura.
Por su parte, Sanz ha detectado una mayor demanda en productos de limpieza e higiene. “Las aguas están contaminadas de cadáveres de animales y comida podrida”, describe, por lo que “hace falta protección para seguir limpiando las calles y las casas”. Coinciden García y Sánchez, que en su furgoneta iban aprovisionadas ya de una karcher, una bomba de achique y de productos de limpieza.
@elpais Tras casi dos semanas del paso de la dana por Valencia, los afectados van necesitando poco a poco otro tipo de donaciones. "Nos piden cosas de limpieza e higiene para protegerse”, relata la encargada de un punto de recogida. "Ahora vamos a necesitar muebles y colchones a medida que se van limpiando las calles”, relata otro voluntario @TBPGYM @IsaacBelk #dana #puntoderecogida #valencia #solidaridad #donaciones #iniciativassolidarias
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Las furgonetas y los coches van llegando a la puerta del gimnasio, mientras que va cayendo la noche en el sur de Madrid. Organizados casi en cadenas humanas, van depositando los enseres donados del pueblo a Valencia en cada furgoneta que llega. Dejan por un momento las mancuernas y las barras de acero para cargar en su lugar garrafas de agua y productos de limpieza. No es peso lo único que se levanta en este gimnasio: también se levanta, poco a poco, furgoneta a furgoneta, al pueblo valenciano.
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