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TRIBUNA
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Operación Campamento. Ahora o nunca

Me parece temerario apelar a la pureza de líneas cuando la crisis habitacional en Madrid es ya el primer problema de todos los madrileños

La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez (derecha), visita este viernes el nuevo barrio de Campamento en Madrid tras el desbloqueo esta semana de iniciativa urbanística de Campamento por el Pleno del Ayuntamiento de Madrid.
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez (derecha), visita este viernes el nuevo barrio de Campamento en Madrid tras el desbloqueo esta semana de iniciativa urbanística de Campamento por el Pleno del Ayuntamiento de Madrid.Daniel González (EFE)

El pleno del Ayuntamiento de Madrid daba el pistoletazo de salida el pasado martes a algo de lo que llevamos ya tres décadas hablado: la reconversión de los antiguos cuarteles de Campamento en un nuevo barrio madrileño, en lo que será una de las operaciones de regeneración urbana más importantes jamás acometidas en España. Un día importante porque significa que la promesa que hizo el presidente del Gobierno Pedro Sánchez de que esta operación se iba a desbloquear de una vez por todas, hace apenas dos años, se hace realidad por fin.

Esta iniciativa ha sido promovida por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana a través de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) con una inversión de 1.000 millones de euros en toda su operación, que incluye los 300 ya invertidos para hacerse con la totalidad de los terrenos y el compromiso del soterramiento de la A-5. Porque la totalidad de esta financiación corre a cuenta estatal. Una movilización de recursos sin parangón que, sumados a las otras operaciones milmillonarias en marcha como la futura estación de Chamartín, o la pasante de Atocha, cuesta creer eso de que el Gobierno de España no apuesta por Madrid que tanto repite el alcalde. Más bien diría que nos tiene hasta mimados.

Las cuentas finales quedarán en torno a 10.700 viviendas a precio asequible, además de casi un 33% del suelo dedicado a zonas verdes, equipamientos y dotaciones necesarias en el distrito de Latina y en toda la ciudad de Madrid.

Sí, digo precio asequible a propósito porque estos días he leído críticas totalmente infundadas que incluso han llegado a describir esta operación como un “pelotazo”. Esto no es una operación en la que grandes promotoras propietarias de suelo han de pagar, además de esos suelos, toda la operación con la venta de las viviendas a altos precios, como fueron Madrid Nuevo Norte o la operación Mahou-Calderón. Ambas promovidas por el gobierno de Manuela Carmena. Aquí solo hay un propietario con la práctica totalidad de los suelos: el Estado, y que no necesita vender las viviendas a precio de lujo para pagar la operación, porque ya está pagada y porque ese no es su cometido.

Me pregunto por qué quienes ahora denominan la operación de Campamento como pelotazo y acusan de la existencia de un modelo “PPSOE” no tuvieron reparo alguno en promover otras operaciones, con los votos favorables del Partido Popular, en los que sí existían grandes lucros exclusivamente privados. Eso aquí no existe, esto es una promoción 100% pública.

Igual que el Grupo Municipal Socialista lo fue entonces en aquellas operaciones, lo es ahora, realismo y pragmatismo frente al bloqueo indefinido. Sí, si hoy hubiéramos diseñado el Plan Parcial de Campamento seguramente lo hubiéramos hecho diferente, pero fue aprobado hace ya 15 años. ¿Qué alternativa había, rechazarlo y esperar otros 15? Me parece temerario apelar a la pureza de líneas cuando la crisis habitacional en Madrid es ya el primer problema de todos los madrileños. Agravada por las políticas neoliberales y la indisciplina de un Partido Popular más preocupado porque la ciudad haga caja que porque ofrezca una vivienda digna y asequible.

El compromiso del ministerio es que todas las viviendas sean entregadas a precios asequibles. El 65% o más de ellas con algún régimen de protección, y mucho más del 7% mínimo que establece el plan parcial, sean públicas y de alquiler. Sumadas a otras fórmulas de titularidad pública como los derechos de superficie. Además, en paralelo, se trabaja para promover un cambio legislativo que perpetúe de por vida la protección de las viviendas.

Esta semana ha echado a andar. De aquí en adelante solo podemos mejorarlo. Y lo haremos.

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