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La batalla de Montecarmelo: las “erratas” de Almeida y los cambios de planos para sortear la fosa de los 451 brigadistas

EL PAÍS ha tenido acceso a los documentos que el Ayuntamiento de Madrid ha ocultado durante meses en los que aparece una segunda anomalía que podría ser otra fosa

El Colegio Alemán de Madrid y la parcela donde se construirá el cantón de Montecarmelo.
El Colegio Alemán de Madrid y la parcela donde se construirá el cantón de Montecarmelo.Samuel Sánchez

La tierra bajo la parcela donde se proyecta un cantón y una base del Servicio de Limpieza Urgente (Selur) en el barrio de Montecarmelo aún tiene mucho por revelar. Pese a que, hace un mes, el Ayuntamiento de Madrid dio por zanjado el tema de la lucha vecinal por el cantón y el de la búsqueda de una posible fosa común con los cuerpos de 451 brigadistas internacionales, una serie de documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS demuestran que uno de los asuntos que más guerra le ha dado a Cibeles está lejos de terminar. En todo este tiempo, el alcalde Almeida llegó a negar la posibilidad de una fosa, para luego afirmar Cibeles que pudo haber una “errata” en la declaración del alcalde. Respecto a la ubicación de la fosa, también el Ayuntamiento llegó a decir que estaba alejada del cantón, que era adyacente, incluso a modificar los planos para que quedara fuera. Ocultó incluso que hay una segunda anomalía todavía no explorada y que memoria Democrática tendrá que explorar.

Este diario ha tenido acceso al informe que redactó la Dirección General de Limpieza sobre la posibilidad de que en la parcela hubiese una fosa común y a los otros documentos que tomó como base para redactarlo. Uno es el de la empresa Gama Geofísica S.L. –contratada por el Ayuntamiento– que buscó el enterramiento con un tomógrafo y un georradar y otro, el estudio geotécnico hecho para Urbaser, la empresa que gestionará el cantón, en octubre de 2023, con el que el Ayuntamiento trató de argumentar que en el solar no había ningún indicio de una fosa. Al contrastar los documentos y superponer los distintos mapas, se confirma que la posible fosa está justo en el límite de la parcela 26.2b –donde se proyecta la instalación de limpieza– y que parte de los 125 metros cuadrados de la “anomalía” detectada por la empresa contratada por el Ayuntamiento está dentro de ese terreno. También se evidencia que el proyecto del cantón habría sido modificado para esquivar una alteración bajo tierra que es “altamente compatible” con el enterramiento, que hay al menos otra anomalía por examinar y que aún hay terreno sin explorar. Todas estas alertas, de las que ahora hay evidencias documentales, han permitido a la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI) ampliar la denuncia que interpuso ante la Fiscalía a mediados de junio contra Cibeles por un delito de prevaricación al “ocultar indebidamente” el contenido del informe de Gama Geofísica S.L.

El enfrentamiento del Ayuntamiento con los residentes de un barrio que ha sido históricamente un bastión del PP no ha cesado ni siquiera en verano. Un día después de que se conociera la denuncia de la AABI ante la Fiscalía, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, confirmó que se había detectado una “anomalía” en una “parcela adyacente” que podía “ser compatible con la fosa común”. Luego, el delegado de Urbanismo Borja Carabante detalló que la “anomalía” estaba a 12 metros de donde se prevé ejecutar el proyecto y que, por tanto, no había ningún impedimento para construir el cantón. El informe redactado por el Ayuntamiento, al que ha tenido acceso este diario, asegura que los 12 metros de distancia dejan a la posible fosa “completamente al margen” y que “no se verá afectada por las obras ni por la posterior operación del servicio”.

Unos días más tarde, Cibeles anunció que el ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática recibiría el informe de las exploraciones hechas por Gama Geofísica S.L., una empresa contratada por el Ayuntamiento para confirmar o descartar la existencia de la fosa, y los permisos para hacer su propia exploración arqueológica. El ministerio ya tiene la autorización, según confirma el área de Urbanismo de Madrid. Ahora, está pendiente otro permiso que debe dar la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.

Aunque el tema parecía solucionado, la AABI y las asociaciones vecinales han seguido movilizándose. El 24 de junio, la AABI se reunió con la fiscal de Derechos Humanos y Memoria Democrática, Dolores Delgado, para explicarle sus preocupaciones sobre la actuación del Ayuntamiento. Luego, el 16 de julio, la asociación amplió la denuncia y exigió a Cibeles que le otorgara a Memoria Democrática los permisos para que la empresa Arqueoantro hiciera exploraciones arqueológicas en toda la parcela 26.2b, donde se proyecta el cantón. La base de la ampliación de la denuncia son los documentos a los que también ha tenido acceso este diario y que, de momento, no son públicos, pese a que así los han pedido los partidos de la oposición y las asociaciones vecinales.

La posible fosa sí está, en parte, dentro de la parcela

El 13 de junio, Almeida reconoció que el estudio de Gama Geofísica S.L. sí había detectado indicios de un “movimiento anómalo de tierras” que no se sabía, aún, si correspondía a la fosa común de la guerra civil. Sin embargo, aseguró que esta no estaba bajo la huella del futuro cantón, sino “en una parcela adyacente”. Fuentes del Ayuntamiento reconocen que pudo haber una “errata” en las declaraciones del alcalde y que, en efecto, la empresa contratada hizo el estudio dentro de la parcela 26.2b y que los hallazgos están dentro de esa zona mas no bajo la posible ubicación del futuro cantón.

En todo caso, EL PAÍS ha verificado las coordenadas de la “anomalía principal” que el estudio de Gama Geofísica identifica como “la más compatible con la presencia de una fosa común” y las ha situado en un mapa junto con la ubicación de la parcela 26.2b que aparece en el Geoportal del Ayuntamiento: las coordenadas apunta a un lugar justo en el límite del solar. Luego, al verificar la forma de la posible fosa que dibujó Gama Geofísica en su informe, de 125 metros cuadrados y de tres metros de profundidad, se ve que la “anomalía” está, en parte, dentro de la 26.2b.

Más Madrid, recientemente, también ha tenido acceso al informe de Gama Geofísica y también ha concluido que los posibles restos están dentro de la parcela. “Almeida debe explicar por qué mintió y paralizar inmediatamente el proyecto del cantón”, ha exigido el Eduardo Rubiño, portavoz adjunto. “No es la primera vez: ya mintió a los vecinos antes de las elecciones municipales, cuando les dijo que consensuaría con ellos la ubicación del cantón”, ha agregado el concejal.

Madrid giró el cantón para “esquivar” el posible enterramiento

Es cierto que la posible fosa ahora no está bajo el perímetro donde se ubicará la obra. Pero, en el proyecto original, sí quedaba bajo la base del Selur. Así se puede concluir tras superponer dos mapas: el mapa de la actuación prevista, extraído de un informe geotécnico hecho para Urbaser en octubre de 2023, y el mapa revelado por El Mundo con información facilitada por el Ayuntamiento de Madrid en junio de 2024.

La Plataforma No Al Cantón de Montecarmelo ya había denunciado, en su momento, que Cibeles había reubicado el cantón para alejarlos de la anomalía. Ahora, con los mapas, esta tesis se reafirma. Una portavoz del Área de Urbanismo argumenta que el plan está en fase de redacción y que “nunca ha habido un proyecto definitivo”. Carabante, le dijo a EL PAÍS en junio que el mapa publicado por El Mundo era “la ubicación del proyecto que está bajo supervisión” del área.

Otra particularidad que salta a la vista al comparar los planos de 2023 y el 2024 es que en este último ya no aparece la base del Selur. La portavoz de Urbanismo responde que aún no hay proyecto definitivo, por lo que aún no se puede afirmar que el Selur vaya o no en esa zona de Montecarmelo. Eso se sabrá tras las vacaciones de verano.

Hay más de una “anomalía”

La “prospección geofísica” que realizó la empresa Gama Geofísica en abril se hizo dentro de esa área con un tomógrafo que enviaba impulsos eléctricos que permitirían detectar anomalías en terreno –una posible fosa, rellenos u otros elementos distintos al terreno natural– a una profundidad máxima de 10 metros. También se empleó un georradar en zonas llanas para una exploración de alta resolución en los primeros 3 o 4 metros de profundidad.

Con el tomógrafo, la empresa detectó una anomalía principal de 125 metros cuadrados. “[La anomalía] sería compatible con una zona excavada y rellena, y que, por tanto, podría corresponderse con la fosa buscada”, dice el informe oficial de la empresa. Pero, esta no es la única detectada. El tomógrafo también encontró una alteración ubicada más hacia el centro de la parcela que identifica como un posible “relleno”, pero advierte que la posibilidad de que sea otra fosa “tampoco debe descartarse del todo”.

Sin embargo, el Ayuntamiento, en su informe final de apenas siete páginas, obvia ese segundo hallazgo. “La anomalía se encuentra en el relleno y es por lo tanto incompatible con la fosa buscada”, dice el documento firmado por Víctor Sarabia, director general del Servicio de Limpieza de Madrid. Lo que preocupa a la Plataforma No al Cantón y a la AABI es que esta segunda anomalía sí está bajo el área donde se proyecta el cantón.

No toda la parcela está explorada

Otro elemento que salta a la luz al ver el informe de Gama Geofísica es que no se ha estudiado el 100% de la parcela. La empresa asegura que la prospección ha sido “exhaustiva” en la parcela y el camino de acceso, pero reconoce que la zona central del solar quedó menos explorada con el georradar por problemas de los desniveles, vegetación y la naturaleza del terreno. Esto lleva a la AABI a pedir al Ayuntamiento permita que el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática pueda entrar a toda la parcela a hacer los estudios arqueológicos que comprueben, o descarten, la presencia de una o más fosas. Pero Carabante, ya dejó caer en junio que el Ministerio podrá trabajar solo “donde hay posibilidad de que exista de esa fosa”.

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