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El barrio de las Letras pide oxígeno, ante una nueva tala del PP: “Hay que priorizar el espacio verde antes que más coches”

Los vecinos del centro de Madrid protestan por la eliminación de 47 árboles en la Plaza de Santa Ana, debido a la reforma de un estacionamiento de gestión privada

Manifestación contra la tala en la plaza de Santa Ana por la reforma del estacionamiento subterráneo, el 23 de julio de 2024.
Manifestación contra la tala en la plaza de Santa Ana por la reforma del estacionamiento subterráneo, el 23 de julio de 2024.Juan José Martínez
Juan José Martínez

En la centenaria plaza de Santa Ana, enclavada en el abrasador centro de Madrid, habrá espacio para cerca de 300 coches, pero no para más de 40 árboles que serán talados este verano. El trueque no parece buen negocio para los residentes del barrio de las Letras, quienes han salido a la calle este martes, al grito de “Madrid capital de la tala ilegal”. La manifestación fue seguida por más de 200 asistentes que han condenado el proyecto del Ayuntamiento para reformar el estacionamiento subterráneo de la pintoresca explanada, lo que supone la tala del 85% del arbolado, que cuenta con ejemplares de cipreses, cerezos japoneses y castaños de Indias. El consistorio ha defendido que “es una actuación de interés público”, mientras que el ganador de la licitación, que facturará cerca de 50 millones durante los próximos 25 años, se ha abstenido de hacer declaraciones sobre el impacto ambiental de la obra.

La reforma implica la pérdida de 47 de los 54 árboles que tiene la plaza, ha explicado el presidente de la Asociación Vecinal Sol Barrio de las Letras, Víctor del Rey (64 años). De los ejemplares a eliminar, 19 serán trasplantados y 28 talados. “Estamos en un distrito donde no abundan plazas de estas dimensiones ni con esta masa forestal, así que entendemos que hay que priorizar el espacio verde antes que la entrada de más coches. No nos podemos permitir el lujo de perder aquellas zonas que nos quedan de esparcimiento”, ha exhortado Del Rey. La tala está proyectada en el núcleo del centro de Madrid, la isla de calor urbano (UHI) más abrasadora de la capital, con temperaturas hasta 8,5 °C más altas que en el entorno rural, según un estudio de 2023 realizado por Urban Heat Snapshot.

Los árboles que serán cortados flanquean el paso peatonal entre las estatuas de Calderón de la Barca y Federico García Lorca. Este pasillo de los condenados a muerte es fácilmente reconocible, gracias a las marcas que hace una semana pintaron los trabajadores del Ayuntamiento con aerosol amarillo chillón sobre los troncos a talar. Ha sido sobre estos ejemplares, donde los vecinos han colgado carteles con la frase “este árbol lo van a talar R.I.P”, acompañado de una típica calavera de la muerte, que en lugar de dos huesos cruzados llevaba un par de troncos.

A las 20.30, los integrantes de la plataforma vecinal comenzaron a dibujar con cintas un rectángulo en el suelo, dentro del cual han escrito con tiza “no a la tala” y sobre el contorno de las letras han prendido unas velas que se hicieron protagonistas con la caída de la noche. Colectivos como No a la tala, partidos como Más Madrid o personalidades como María Reyes Maroto, del PSOE, han acudido a la protesta. Pero el espectáculo que se robó las miradas y las risas lo ha protagonizado un hombre que se puso una desfigurada máscara del alcalde de Madrid, Jose Luis Martínez Almeida, mientras blandía una motosierra de cartón, con la que persiguió a otro asistente disfrazado de árbol. La concentración fue festiva y estuvo plagada de pancartas y ocurrencias de todo tipo, aunque no por eso carente de indignación, a juzgar por las consignas que corearon por más de 60 minutos.

Un hombre que imita al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida simula talar a otro disfrazado de árbol durante la protesta en la plaza de Santa Ana, el 23 de julio de 2024.
Un hombre que imita al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida simula talar a otro disfrazado de árbol durante la protesta en la plaza de Santa Ana, el 23 de julio de 2024.Juan José Martínez

La explotación del estacionamiento de Santa Ana ha estado en manos privadas por casi 50 años. Tras la concesión anterior, que finalizó el año pasado, los vecinos solicitaron que el consistorio fuera el administrador del aparcamiento, según ha explicado Del Rey: “Estamos en contra de la privatización porque entendemos que es un parking que le puede generar dinero al Ayuntamiento”. La reforma no implica un aumento de las plazas, por lo que serán 296 cupos, de los cuales 110 estarán reservados a residentes.

El contrato de 45,8 millones de euros para reformar y explotar el estacionamiento ha sido adjudicado al Grupo Ortiz para los próximos 25 años. El acuerdo incluye el importe de más de seis millones de euros por parte del Grupo Ortiz para la reforma de la infraestructura, ya que una inspección del consistorio descubrió algunas filtraciones de agua desde la cubierta hacia las plantas inferiores. Las obras obligarán a retirar parte de los elementos de la plaza de Santa Ana, entre ellos los árboles, para impermeabilizar la cubierta. Sin embargo, los vecinos creen que hay otras alternativas. “La ubicación de los puntos de las filtraciones están localizados y suman unos 600 metros cuadrados —de los 4.400 que mide plaza— y afectaría a seis o siete árboles”, ha explicado Del Rey. EL PAÍS ha contactado con el departamento de Relaciones Públicas del Grupo Ortiz, que ha declinado la entrevista.

Quien sí se ha pronunciado sobre el tema ha sido el Delegado del Área de Gobierno de Urbanismo del Ayuntamiento, Borja Carabante, quien ha defendido este lunes las obras al argumentar la necesidad de reparar las goteras y aumentar el número de plazas para los residentes. Carabante ha puntualizado que las talas “se van a revisar para minimizar la afección lo máximo posible” y ha asegurado que las obras están “dirigidas especialmente a los vecinos, que ahora no tienen donde aparcar” y que hora tendrán una plaza “a un precio razonable”. Tales declaraciones han sido tomadas como “un ejercicio de cinismo impresionante”, en las palabras de Del Rey, quien ha aprovechado para enviar un mensaje al delegado: “Si tanto le preocupa donde pueden aparcar los vecinos, le recuerdo que a 500 metros de la plaza hay un parking de más de 200 plazas abandonado y sin reparar. Lleva seis años sin uso”.

Concentración en la plaza de Santa Ana contra la eliminación de 47 árboles por una reforma del estacionamiento, el 23 de julio de 2024.
Concentración en la plaza de Santa Ana contra la eliminación de 47 árboles por una reforma del estacionamiento, el 23 de julio de 2024.Juan José Martínez

La asociación vecinal ha lanzado una recolección de firmas en la plataforma change.org, que ya cuenta con más de 5.500 respaldos. El texto que acompaña la petición recuerda otras talas como la de Madrid Río, el parque de Comillas o Atocha. “No podemos permitir que los pocos árboles que hay en nuestro barrio desaparezcan, dando paso a otra plaza dura granítica más, invivible en épocas de calor, como la cercana Puerta del Sol”, han solicitado. Los residentes del Barrio de las Letras ya sufrieron la pérdida de 28 árboles en 2023 por causa de otro estacionamiento, cuya gestión fue adjudicada, de nuevo, a una empresa privada hasta el 2044.

Las obras en la plaza de Santa Ana durarán un año aproximadamente, algo que hace temer a los hosteleros de la zona que tendrán que rotarse por turnos para cerrar dos meses las terrazas, según ha confirmado este martes Baldo Cubas (54 años), administrador de la cervecería Santa Ana. “Van a bajar un 20% las ventas durante el año”, ha estimado Cubas, a pesar de que conserva cierto optimismo por la idea de que los trabajadores de la obra busquen en su local algún refresco o menú durante la jornada.

La actriz Marisa Paredes (78 años), protagonista de varias películas de Pedro Almodóvar y un ícono combativo de la izquierda, creció en el barrio de las Letras, cuando aún era asequible para familias obreras. Sus memorias de la infancia tienen por escenario la plaza de Santa Ana, a la que volvió en enero de este año para participar de la primera manifestación tras conocerse los planes de tala del Ayuntamiento. En ese entonces tomó el megáfono para agradecer la asistencia de la prensa y los vecinos. Este martes, siete meses después de esa concentración, ha vuelto a sentar su posición entre una marea de aplausos: “¿Qué pensaba, señor Almeida, que no íbamos a estar aquí? No conoce usted a su pueblo”.

Ajena al alboroto de la vecindad, la serena estatua de Lorca ha ofrecido una imagen de contraste, contemplando la fachada del monumental Teatro Español y dando la espalda al arbolado que será historia en cuestión de días. La imagen del poeta, que publicó Yerma mucho antes que el Partido Popular gobernará en Madrid, muestra al granadino soltando al vuelo a una paloma que sostiene entre sus manos. Menos mal que solo es un pedazo de bronce, pues no habrá lugar para las aves en la nueva plaza de Santa Ana, como tampoco para los vecinos que quieran refugiarse del sol, a menos que gusten del frescor de los estacionamientos subterráneos.

Los asistentes a la manifestación en el Barrio de las Letras prendieron velas sobre la frase “no a la tala”.
Los asistentes a la manifestación en el Barrio de las Letras prendieron velas sobre la frase “no a la tala”.Juan José Martínez

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