Ayuso defiende su cita con Milei pese a sus críticas a Sánchez: “No he visto al presidente de Argentina insultar ni a España ni al Rey”
La presidenta de Madrid subraya la autonomía de su Gobierno para condecorar al mandatario americano, mientras la vicepresidenta Montero reclama a Feijóo que “module, rectifique o se separe” de la ceremonia del viernes
Ni un paso atrás. Ni una duda. Todo lo contrario. Un día después de recibir en la Real Casa de Correos al presidente de Argentina, Javier Milei, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se sube este sábado a la ola de polémicas y tensión institucional que genera la cita y la intenta emplear para movilizar a los votantes del PP y de Vox en contra del Gobierno de Pedro Sánchez. Ocurre en un parque de la capital de España, donde el PP de Madrid cierra filas alrededor de su presidenta, que toma la palabra para pregonar sus verdades: a su juicio, da igual que Milei (un “valiente”, le define) lleve semanas cargando contra Sánchez, porque en el origen del conflicto diplomático entre España y Argentina, argumenta, están unas palabras del ministro Óscar Puente, que sugirió que Milei podía haber consumido “sustancias”. “No he visto al presidente de Argentina insultar ni a España ni al Rey”, dice Ayuso. Que sí lo haga con Sánchez, se sobreentiende, le da igual a la líder del PP. Quizás por eso la vicepresidenta, María Jesús Montero, no se dirige a ella, sino a su jefe de filas, Alberto Núñez-Feijóo, cuando este sábado reclama que “module, rectifique o se separe” de la ceremonia del viernes.
La jornada del sábado arranca con la resaca de la recepción del viernes a Milei en la Real Casa de Correos, a la que el argentino llega tras referirse a la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, como una “corrupta”, y tras definir al presidente español como un “socialista arrogante” o un “cobarde”. Antes de que Ayuso se deshaga en elogios a Milei ―”hay que ser valiente para ponerse al frente de un país hundido por el kirchnerismo”, dice―, y antes de que defienda la concesión de la medalla ―“nos amenazan por mantener relaciones institucionales como pueblos hermanos: ha recibido una medalla porque tenemos esa potestad”, lanza―, solo una minoría sin peso alguno en el PP de Madrid llega al mitin con una visión negativa de lo ocurrido el viernes en la sede del gobierno madrileño, donde el presidente argentino vuelve a criticar de forma apenas velada a Sánchez y su entorno.
“La concesión de la medalla incumple la propia norma de la Comunidad de Madrid, porque Milei no está de viaje oficial”, opina una fuente que conoce las entrañas de la organización. “Como siempre, Ayuso ha puesto al resto del PP nacional y a los otros barones en la posición de tener que defender ese acto”, sigue. “Eso es más fácil para los que gobiernan con Vox. Para el resto...”
Para el resto, que busca vender moderación, no es tan fácil. Esa es la herida en la que echa sal este sábado la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, cuando reclama al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que “module, rectifique o se separe” de los ataques al Gobierno en la entrega de la medalla internacional de Madrid a Milei.
En declaraciones a la prensa tras la jura de Imanol Pradales como lehendakari, Montero lamenta que con ese acto la Comunidad de Madrid haya hecho, a su juicio, “política de confrontación y persecución” al Gobierno de España. “Y eso no fue lo más llamativo, sino los discursos” de ese acto, opina. Así, la vicepresidenta del Gobierno critica el argumentario “tan destructivo” del presidente argentino contra la igualdad de oportunidades, lo colectivo y el estado de bienestar, al considerar que los impuestos son un “robo y ataque a la propiedad privada” y defender la “ley de la selva”. En consecuencia, Montero pide “respeto y lealtad institucional” a Ayuso.
Sin embargo, los puentes de la relación entre las dos administraciones están rotos desde hace tiempo, como demuestra la presidenta de Madrid al acusar una vez más a Sánchez de “comprar las elecciones en Cataluña” con el dinero de los españoles, vinculando las negociaciones para investir a Salvador Illa como president con las negociaciones del Gobierno con ERC para la financiación de Cataluña. Y no hay vuelta atrás.
Por eso, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, afirma que la recepción a Milei “constata” que Ayuso y José María Aznar, “y no Feijóo”, marcan el discurso político en el PP. Por eso, un día después del encuentro, el núcleo duro de la presidenta en el PP ve “un acierto” la ceremonia. Y por eso en el Gobierno madrileño, vista la reacción de la izquierda, o las críticas de medios normalmente más alineados con Ayuso, se asegura que no se replantearían recibir a Milei una vez conocidas las consecuencias: “En absoluto: fue un acto institucional a la altura de un jefe de Estado”.
Las intervenciones del mitin, convocado este sábado con motivo del primer aniversario de la victoria en las autonómicas y municipales de mayo de 2023, reflejan ese convencimiento. Basta escuchar al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, cargando contra las críticas de la izquierda.
“Presidenta, nos tienen manía porque tenemos la más alta responsabilidad que se puede tener en la España de Pedro Sánchez: somos el principal ariete político y democrático para que deje de ser presidente, un ariete fundamental”, dice, a las claras, el regidor. “No hay un modelo político más contrapuesto al de Pedro Sánchez que el de Madrid y el PP de Isabel Díaz Ayuso”, sigue. “Representamos todo aquello que Sánchez detesta”.
Como es habitual, Ayuso no rebaja ese tono beligerante. Al contrario, lo multiplica y dedica largos tramos de su intervención a defender la recepción a Milei. Hay, incluso, un momento de mímesis argumental ―”el socialismo nos lleva a la baja, al cero”, dice Ayuso―. Pero sobre todo hay un esfuerzo por defender la autonomía del Gobierno de Madrid a través de compararlo con el de Cataluña, como si Ayuso no se diera cuenta de que así pareciera que reclama para ella lo mismo que los independentistas vienen reclamando desde hace años.
“Y luego los presidentes autonómicos no podemos invitar a líderes internacionales”, dice tras lanzar una andanada de críticas contra Sánchez. “¿Cuánto dinero se ha ido a embajadas, a esa ensoñación? ¿Y a eso no le dice nada el Gobierno?”, pregunta en referencia a los independentistas catalanes. “Eso sí es política exterior”, añade, contestando así a las críticas de que su recepción a Milei no cumplió con los requisitos legales que marca la ley estatal de acción exterior.
“Si hay embajadas catalanas, si se puede con el dinero de la clase trabajadora, ¿por qué no podemos mantener lazos de hermandad con naciones con las que estamos unidas desde largos siglos?”, inquiere. Y remata: “Cada vez hay más independencia para repúblicas falsas que nunca han existido [por Cataluña], y menos libertad para las Comunidades Autónomas solidarias como Madrid. ¿Ese es el juego? ¿Eso es lo que hay aguantar?”
Los cientos de personas concentradas para escuchar a Ayuso estallan en gritos y aplausos. La baronesa gobierna con mayoría absoluta, y no parece que afecte a su tirón ninguna de las polémicas que le rodean (desde el presunto fraude fiscal cometido por su pareja, a las irregularidades detectadas en la vivienda que comparten, pasando por la recepción a Milei).
Igualdad ante la ley
“Ellos son los que deciden quién merece una medalla”, dice Ayuso sobre la izquierda y la distinción concedida a Milei, en discusión porque la norma requiere que el agraciado esté de visita oficial en Madrid. “Para ellos [la izquierda], todo, pero para aquellos que no hemos provocado conflictos internacionales con naciones hermanas, tenemos que quedarnos quietos y seguir con la miseria”, se queja. “Pues no”, corta. “En la Comunidad de Madrid es que no. No es no”, cierra, recuperando, ironías del destino, el eslogan que más fortuna ha hecho en boca de Sánchez. “No he visto al presidente de Argentina insultar ni a España ni al Rey. Sí he visto a la mitad del gobierno hacerlo”.
“Informo a los señores del PSOE, que esta semana se han puesto tan nerviosos, que el PP siempre ha tenido a Argentina en sus discursos (...) No tenemos por qué entrar a un juego de las disputas políticas que provocan ministros [por Puente] que solo saben insultar, ofender, y no saben hacer su trabajo”, sigue Ayuso. Y lanza: “¿Por qué tenemos que seguir por el camino de la confrontación al que nos lleva el sanchismo?”.
Solo hay un momento en el que Ayuso logra que el público suba incluso más el volumen de los aplausos y los gritos con los que sigue su intervención. No es cuando lanza su nuevo eslogan ―”sanchismo es chavismo”―. Tampoco cuando carga contra el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz. Ni cuando critica que el Tribunal Constitucional haya anulado de forma parcial la condena de la socialista Magdalena Álvarez por el caso de los ERE. Ese momento llega cuando Ayuso se refiere a Sánchez para recordar que todos los españoles son iguales ante la ley: “Usted, su familia y su Gobierno también”.
El recuerdo al caso que afecta a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, citada a declarar por la presunta comisión de los delitos de corrupción en el sector privado y tráfico de influencias; y las diligencias abiertas contra su hermano por un presunto delito contra la Administración, enardece al público. El recuerdo de Milei, otro tanto: Ayuso defiende la cita con el presidente de Argentina, convertida ya en una foto que la acompañará siempre.
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