Los médicos de los hospitales irán de nuevo a la huelga ante el silencio de la Comunidad de Madrid
Los sanitarios mantienen la jornada de paro convocada para el próximo 19 de abril y denuncian que en casi 20 días la Consejería de Sanidad no ha mostrado interés en desatascar las negociaciones
Un paso adelante, dos pasos atrás. Es el resumen de las reuniones entre los médicos de los hospitales y la Comunidad de Madrid para poner fin a las jornadas de huelga previstas para los meses de abril, junio, septiembre y octubre. Entre las dos primeras ―el pasado 1 y 2 de marzo―, y la convocada para este miércoles, el comité de huelga hospitalaria y la Consejería de Sanidad se han reunido tres veces. También han suspendido los paros una vez, como “gesto de buena voluntad” en un momento en que las negociaciones parecían avanzar. Pero la buena sintonía inicial se rompió hace casi 20 días, la última vez que los sanitarios y los representantes del Gobierno regional se vieron las caras. Desde entonces, el sindicato Amyts y la asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem) ―convocantes de la huelga― denuncian el silencio y la falta de voluntad de la Administración.
“El paro del 22 de marzo se suspendió [...], porque la Administración nos había llamado para dialogar y nos había dicho que tendrían propuestas que poner encima de la mesa. Por desgracia, cuando llegamos a la reunión el día 31, aquello no fue así”, recuerda la secretaria general de Amyts, Ángela Hernández, en un vídeo enviado a los medios. Si nada cambia en las próximas 24 horas, entre 12.000 y 14.000 facultativos de 34 hospitales de la región están llamados a colgar las batas y manifestarse frente a la Viceconsejería de Sanidad, en el número 280 del paseo de la Castellana, este miércoles a las once de la mañana. Ese mismo día, cuatro sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad (Satse, CC OO, CSIT y UGT) han convocado una jornada de paro para todos los trabajadores del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). También lo han hecho para el 8 y el 26 de mayo, esta última a dos días de las elecciones municipales y autonómicas.
La batalla de las 35 horas
El principal caballo de batalla de las reivindicaciones de los médicos ―y gran escollo en las negociaciones― es la jornada laboral de 35 horas semanales. En diciembre de 2011, en plena crisis económica, el gobierno de Mariano Rajoy (PP) aprobó un aumento de la jornada de los funcionarios hasta las 37,5 horas por semana. Los sanitarios criticaron la medida y denunciaban que traería consigo una pérdida de poder adquisitivo. Desde entonces, 10 comunidades han recuperado el modelo anterior: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias, La Rioja, Canarias y Baleares. Solo Madrid, Castilla y León, Galicia, Murcia y Cataluña mantienen la medida impuesta con la crisis, y en Valencia y Aragón se han firmado acuerdos para volver a las 35 horas. “La pelota, una vez más, está en el tejado de una Consejería que dice que es dialogante y que tiene la mano tendida, pero que luego no demuestra con hechos lo que dice”, lamenta Hernández.
El presidente de Afem, Carlos Castaño, indica por teléfono que la vuelta a las 35 horas repercute en todos los trabajadores públicos y que los médicos saben “muy bien” que lo único que pueden pedir a la Comunidad de Madrid es que eleve la cuestión a la dirección general de Función Pública. “Por ahora solo podemos negociar cómo vamos a cumplir la jornada de 37 horas y media”, matiza. Ahí, las posturas de los sanitarios y la Consejería de Sanidad chocan. “Si un médico trabaja más horas, gasta más [en material, recursos...] y eso no interesa. Les sale más rentable que trabajemos 35 horas de jornada ordinaria, así las otras dos horas y media que debemos por semana nos las quitan del dinero de las guardias”, explica Castaño. En total, son 231 euros menos al mes y 10 horas de trabajo sin retribución.
En las primeras reuniones, la consejería se comprometió a acabar con esa sustracción y abrió la puerta a que las horas se recuperaran de otra manera. “Fue una declaración de intenciones por escrito”, recuerda Castaño. En el texto, Sanidad ofrecía un cambio en la organización de la jornada de los profesionales, “con el fin de proceder a la devolución de las horas de guardia descontadas al personal facultativo”. “Se propone que aquellos profesionales que realizan turnos, módulos de guardia [...], puedan completar y cumplir su jornada laboral de 37 horas y media, con carácter individual y voluntario, mediante la misma planificación actual, módulos de tarde o cualquier otra actividad”. El objetivo, se señalaba, es que los médicos cumplieran con sus horas sin “detraer o mermar” el valor de las guardias.
“Los médicos trabajamos muchas horas que no se contabilizan. Por ejemplo, si sales de guardia no te puedes ir inmediatamente, debes esperar al compañero siguiente. Eso es una hora extra. O si estás en quirófano, la operación se complica y te quedas más tiempo”, cuenta Castaño. Según el médico, traumatólogo en el hospital Gregorio Marañón, el preacuerdo en el que estaban trabajando con la consejería valoraba la opción que esas horas “perdidas sirviesen a cuenta de las 37 y media” que deben hacer. “Pero eso no les viene bien, porque si fichamos saldría a la luz que nos deben muchas horas trabajadas de más”, critica.
Guardias “penosas”
Otro punto clave de la negociación es la “penosidad” de las guardias. “Somos la tercera comunidad que menos paga las horas de guardia [por detrás de La Rioja y Canarias]”, denuncia Castaño. Unos 23,2 euros la hora, mientras que en Navarra, Castilla-La Mancha, Murcia o Baleares los facultativos cobran más de 30 euros por hora de guardia. Los médicos madrileños reclaman un incremento a 30 euros la hora en días laborales y a 35 en sábados y festivos, además de la implantación progresiva y voluntaria de las guardias de 12 horas y el descanso de la guardia no recuperable.
Esta última demanda, Castaño la explica así: “Tenemos dos tipos de jornada, la ordinaria y la no ordinaria, donde entran los turnos de 24 horas. El día después de una guardia, el médico no debería trabajar, pero es jornada ordinaria y las 24 horas que ha hecho no lo son. Entonces, el sanitario libra, pero debe esas horas de libranza”. El profesional añade que la consejería “no quiere negociar un cambio” porque “tiene un as en la manga”: “O tienen pensado hacérnoslas trabajar o quitarnos más dinero”.
Entre el resto de reivindicaciones están: abrir una mesa de negociación permanente entre los facultativos y la Comunidad de Madrid, incentivar los descansos, la conciliación familiar y la posibilidad de jubilación anticipada, actualizar los complementos retributivos al resto de comunidades o activar los concursos de traslados. “No los ha habido desde hace años. Cuando sacas plazas cada tanto tiempo, desestabilizas los servicios, donde además hay un 52% de temporalidad”, comenta Castaño. Y concluye: “No entiendo tanta rigidez por parte de la consejería”.
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