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Los médicos de los hospitales y la Comunidad de Madrid paralizan la huelga como “acto de buena voluntad”, pero continúa el conflicto

El sindicato Amyts convocaba a unos 12.000 facultativos de la región a un día de paro este miércoles para reivindicar mejoras laborales en el sector

Médicos de los hospitales y profesionales de atención primaria se manifiestan de manera conjunta por la calle de Fuencarral (Madrid) el 1 de marzo de 2023. Foto: CLAUDIO ÁLVAREZ | Vídeo: EPV
Beatriz Olaizola

Los médicos de los hospitales tenían previsto colgar las batas este miércoles si la segunda reunión entre el comité de huelga hospitalaria y la Comunidad terminaba, otra vez, sin acuerdo. El sindicado Amyts llamaba a unos 12.000 facultativos de 34 hospitales de la región a secundar la jornada de huelga ―la tercera en lo que va de mes―, como ya hicieron el pasado 1 y 2 de marzo. Pero ya no habrá parón. Los sanitarios y la Consejería de Sanidad han alcanzado un pacto para desconvocarlo. Aun así, los representantes sindicales recuerdan que los paros para los próximos meses siguen pie, porque el conflicto no ha terminado y esto es solo un primer “gesto de buena voluntad” para seguir negociando.

“No hemos podido generar un acuerdo global para desconvocar la huelga, pero sí había voluntad de ir avanzando en algunos temas y aún debemos conseguir concreción en algunos otros”, ha señalado Daniel Bernabéu, presidente de Amyts, a la salida del encuentro, que se ha prolongado durante cinco horas. Y ha matizado que los cuatro días de huelga previstos para los próximos meses ―19 de abril, 21 de junio, 20 de septiembre y 19 de octubre― siguen convocados: “El compromiso de suspender el paro de mañana es para facilitar las negociaciones. Esperamos que el desarrollo en los próximos días sea el que todos queremos, y si no, nos veremos obligados a continuar con la huelga”. Por el momento, el comité de huelga hospitalaria y la consejería se han dado un mes de plazo para seguir avanzando, y esta semana volverán a reunirse, aunque no han especificado cuándo.

Uno de los focos principales de las reclamaciones, y en el que se ha centrado la negociación, es recuperar la jornada de 35 horas semanales. En diciembre de 2011, en plena crisis económica, el gobierno de Mariano Rajoy (PP) aprobó un aumento de la jornada laboral de los funcionarios hasta las 37,5 horas por semana. Los sanitarios criticaron ampliamente la medida y denunciaron que traía consigo una pérdida de poder adquisitivo. Desde entonces, 10 comunidades han recuperado el modelo de las 35 horas ―Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias, La Rioja, Canarias y Baleares―, muchas de ellas después de reiteradas manifestaciones y huelgas de los profesionales. Los médicos de la capital piden que se aplique también en la Comunidad de Madrid.

El acuerdo no recoge que se vaya a aprobar el cambio, pero sí la voluntad de valorarlo. “Se han comprometido a presentar el estudio económico para permitir que Hacienda dé el visto bueno a las 35 horas, que es algo que tendrá que ser implementado en una ley que afecte a todos los funcionarios y empleados públicos de la Comunidad de Madrid”, ha comentado Bernabéu, aunque ha añadido que “todavía está un poco lejos”. El pasado 28 de febrero, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, se reunió con los cinco principales líderes sindicales de la sanidad madrileña (de CC OO, UGT, Amyts, Satse y CSIT), un encuentro que llevaban meses reclamando. Entonces, Escudero ya abordó la posibilidad de trasladar a la Consejería de Hacienda la vuelta a las 35 horas semanales. El consejero no ha estado presente en ninguna de las dos reuniones con el comité de huelga hospitalaria, pero sí ha acudido es el viceconsejero, Fernando Prados Roa.

Aumentar el precio de las guardias

Otro punto clave en las negociaciones es la “penosidad” de las guardias. El comité de huelga pide un incremento del precio de la guardia a 30 euros la hora en días laborales y a 35 euros en sábados y festivos, además de la implantación progresiva y voluntaria de las guardias de 12 horas, frente a las de 24, para facilitar la conciliación. Bernabeú ha indicado que “Madrid es la comunidad que peor paga las guardias en toda España” y que han vuelto a solicitar el aumento. “Han dicho que parece que sí [a la subida del precio de guardia], pero que hay que perfilarlo todavía con Hacienda”, ha añadido. El texto recoge que “el objetivo [de la consejería] es incrementar el precio de las guardias del personal facultativo y hacerlo competitivo dentro del Sistema Nacional de Salud”, aunque no especifica de cuánto dinero sería la subida ni de cuándo se llevaría a cabo.

“También se han comprometido a acabar con la sustracción que nos hacían de 231 euros [todos los meses]”, ha explicado el presidente de Amyts. Como la jornada laboral de los facultativos es de siete horas de lunes a viernes, en teoría, cada semana deben dos horas y media. Esas horas se retraen de forma monetaria del trabajo de las guardias.

El acuerdo propone un cambio de la organización de la jornada de los profesionales, “con el fin de proceder a la devolución de las horas de guardia descontadas al personal facultativo”. “Se propone que aquellos profesionales que realizan turnos, módulos de guardia [...], puedan completar y cumplir su jornada laboral de 37 horas y media, con carácter individual y voluntario, mediante la misma planificación actual, módulos de tarde o cualquier otra actividad”. El objetivo, señala el texto, es que los médicos cumplan con sus horas sin “detraer o mermar” el valor de las guardias, que es lo que ocurría hasta ahora.

El comité de huelga también reclamaba un aumento en los presupuestos para recursos materiales y personal, con el objetivo de reducir las extremas listas de espera de los hospitales del sistema público. La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha sacado pecho en más de una ocasión por las supuestas mejoras en las listas, aunque muchos madrileños siguen protestando indignados por las demoras.

Madrid es la segunda región en espera quirúrgica, por detrás del País Vasco, según los datos que publica el Ministerio de Sanidad cada seis meses y cuya la última actualización data del 30 junio de 2022. Pero el gran problema son las consultas con especialistas: la espera media en días (51) coloca a la comunidad en la mitad de la tabla, aunque el porcentaje de quienes esperan más de 60 días la sitúa en anteúltimo puesto, solo superada por Canarias. Esto es, un 69,1% de los madrileños que aguardaban el verano pasado para ver a un especialista debían soportar tiempos de espera superiores a los dos meses.

Tras este primer avance, quedan por perfilar algunas de las peticiones del comité de huelga, como la temporalidad. “Es un tema bastante delicado y está en negociaciones. Hay muchos flecos que tienen que ir encajando en un puzzle y hay voluntad de que la temporalidad se acabe de una manera justa para todos. Pero necesita todavía trabajo y rodaje. No ha habido un compromiso fehaciente”, ha señalado Bernabéu.

Otros de los puntos a debatir en próximos encuentros son: abrir una mesa de negociación permanente entre los facultativos y la Comunidad de Madrid, incentivar los descansos, la conciliación familiar y la posibilidad de jubilación anticipada, actualizar los complementos retributivos al resto de comunidades o un plan de Urgencias y Emergencias que reconozca la situación de los servicios de la urgencia hospitalaria y su especialidad, entre otros.

Por ahora, el mayor escollo son los plazos, concretar cómo y cuándo se van a aplicar todas las medidas que están sobre la mesa. “Es un proceso negociador que exige tiempo. Los próximos días necesitamos ver avances firmes hacia esas concreciones, que permitan lo que deseamos todos: desconvocar la huelga”, ha concluido el presidente de Amyts.

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Sobre la firma

Beatriz Olaizola
Es reportera en la sección de Madrid. Antes escribió reportajes para eldiario.es en el País Vasco, donde cubrió sucesos y temas sociales, políticos y culturales. También realizó prácticas en la Agencia EFE. Graduada en Periodismo por la Universidad del País Vasco y máster en Periodismo UAM- EL PAÍS.

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