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Comunidad de Madrid
Tribuna
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El Gobierno de España cumple con Madrid, pero ¿el Gobierno de Madrid cumple con España?

Para acabar con las mentiras no hay nada tan contundente como la verdad, y para acabar con el populismo que las fabrica no hay nada más poderoso que la política bien hecha

Isabel Díaz Ayuso recibe a Pedro Sánchez en la Puerta del Sol, en septiembre de 2020 en Madrid.
Isabel Díaz Ayuso recibe a Pedro Sánchez en la Puerta del Sol, en septiembre de 2020 en Madrid.Andrea Comas

Desde que Pedro Sánchez preside el Gobierno de España, el PP de Ayuso ha convertido a Madrid en un fortín desde el que atacar de forma constante e injustificada las sucesivas medidas contras las reiteradas crisis que estamos padeciendo. Ataque y victimismo han sido su estrategia para sembrar la falsa idea de que Madrid es perjudicada por el Gobierno central.

Cuando Putin invade Ucrania, la agenda política del Gobierno de España, como la del resto de los gobiernos europeos, era muy distinta a la que hoy afrontamos. La superación de los efectos de la crisis sanitaria, el éxito de la campaña de vacunación y sentar las bases de una recuperación económica justa eran pasos firmes, por los que éramos felicitados y reconocidos internacionalmente.

La decisión política del Gobierno de España de desplegar un escudo social sin precedentes, para superar juntos la crisis del coronavirus, han beneficiado en Madrid a 644.735 personas con la prórroga de los ERTE, por un importe de 2.616 millones de euros; y a 14.607 autónomos con 1.270 millones dedicados a prestaciones extraordinarias, para aquellos que han visto afectada su actividad, desde el estallido de la pandemia.

A la par, el presidente Sánchez impulsó una solución europea global ante la crisis del coronavirus, que dio como resultado los fondos Next Generation, que en nuestro país son clave para la recuperación económica, suponiendo una gran oportunidad para la reindustrialización y el cambio de modelo productivo, que impulse la modernización de nuestra economía.

Los fondos europeos han alcanzado una velocidad de crucero. Fuimos el primer país en recibirlos. En términos de PIB, España es el tercer país de la UE que más fondos ha ejecutado hasta la fecha. Desde su aprobación, Madrid ha recibido 4.333,9 millones de euros: 1.652,6 millones para inversiones en vivienda, transición ecológica, educación y formación profesional, inclusión y servicios sociales; 1.403 ejecutados directamente por el Estado y 1.284,3 millones en fondos REACT-EU, que han beneficiado a casi 1.000 participantes en más de 70 convocatorias de ayudas: 210 entidades locales y organismos públicos, 310 empresas y centros de investigación, más de 120 fundaciones y asociaciones, y más de 320 personas.

A pesar de los intentos denodados del PP madrileño por boicotearlos ―aún queda en nuestra retina la imagen de Ayuso y Almeida yendo a Europa a hablar mal de su país―, España avanza con paso firme en su gestión, y tras Italia, somos el país que va a contar con más fondos europeos.

Desde hace cinco meses, afrontamos una guerra que está sembrando dolor, muerte e incertidumbre. El Gobierno de España ha apoyado de todas las maneras posibles al pueblo ucranio. De hecho, el de Pozuelo de Alarcón fue el primer centro de acogida que entró en funcionamiento. Un centro que ha atendido a 20.135 refugiados, conjugando la atención social con la expedición, por parte de Policía Nacional, de permisos de residencia y trabajo en 24 horas.

La línea de respuesta del Gobierno de España a la Guerra de Putin y sus consecuencias mundiales ha sido la misma que la que vivimos en la crisis sanitaria. En primer lugar, proteger. Proteger a la clase media y trabajadora, sus rentas, su bienestar: extendiendo a todo el año la vigencia de la bonificación de 20 céntimos por litro en los carburantes; limitando la subida de los alquileres; reforzando el Ingreso Mínimo Vital; rebajando el IVA de la electricidad; atajando la subida de la inflación, con medidas que, de no existir, no harían que el IPC estuviera en el 10%, sino que estuviera en el 15%. Además, a partir del 1 de septiembre, entrará en vigor la ayuda de 200 euros para las personas vulnerables, el aumento de 100 euros en las becas para un millón largo de estudiantes, la subida de las pensiones no contributivas, y la bonificación al transporte urbano y metropolitano.

En segundo lugar, reforzar la protección de todos aquellos colectivos que han devenido más vulnerables como consecuencia del alza de los precios. La Comunidad de Madrid ha recibido 3 millones de euros: 487.000 euros para ayudas de desarrollo rural; 1,3 millones de euros para compensar las dificultades económicas derivadas del conflicto bélico en Ucrania y 1,2 millones de la ayuda excepcional al sector lácteo, por el incremento de los costes de los productores de leche.

En tercer lugar, hacer un reparto más justo del coste económico y social de la guerra, creando e impulsando una nueva fiscalidad, con dos impuestos importantes, como es el de las grandes entidades financieras y las grandes entidades energéticas. Y, por último, impulsar soluciones europeas a un problema europeo, como la crisis energética. Gracias a la excepción ibérica para limitar el precio del gas que genera electricidad, ya se está reduciendo y se va a reducir aún más la factura, entre un 15 y un 20%.

Ni la pandemia ni la guerra han frenado los avances estructurales de nuestro país. Gracias a la reforma laboral, que los catastrofistas vaticinaban como una plaga de desempleo, contamos con cifras inéditas en la historia de nuestro país: 20 millones de empleos. Uno de cada dos contratos que se firman es indefinido, acercándonos al 80% de empleo estable. Además, los más de 400.000 autónomos que hay en nuestra comunidad se beneficiarán del acuerdo recientemente alcanzado por el Gobierno, para integrarse mejor en nuestro sistema de protección social.

En la Comunidad de Madrid, el impacto de la reforma laboral ha sido claro. En términos interanuales, la afiliación en Madrid aumentó un 4,59%, sumando 150.227 cotizantes más; la cifra de desempleados es la más baja desde julio de 2008. Aquí, Ayuso no dice, como Feijóo, que los datos están maquillados, directamente se atribuye sin pudor el éxito de la reforma laboral del Gobierno de España.

Otra reforma estructural ha sido la educativa, cuya punta de lanza ha sido la Formación Profesional. El Ejecutivo de Sánchez ha destinado 244 millones de euros a distintos programas educativos: 53,1 millones para el Plan de Modernización de la FP; 31,7 millones para el Programa de Cooperación Territorial de Mejora de la Competencia Digital Educativa; 25 millones para las universidades madrileñas; 10,8 millones de euros para el programa de refuerzo educativo PROA+; 6,1 millones para la financiación de libros y materiales didácticos. Y en el ámbito de la formación para el empleo, Madrid ha recibido 115,3 millones para trabajadores empleados y desempleados.

Al igual que ni la pandemia ni la guerra nos han desviado de las reformas que precisaba nuestro país, tampoco hemos perdido de vista las grandes líneas del programa de Gobierno presentado por el presidente Sánchez en el Debate de Investidura. La primera, tenía que ver con la creación de empleo, un empleo que fuera de calidad. Objetivo que está logrando la reforma laboral.

La segunda, la cohesión social y la cohesión territorial. En Madrid, el compromiso del Gobierno de España en cohesión social ha sido claro: 1.544.851 madrileños se han beneficiado directamente de las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo central para garantizar la cohesión social. Respecto a la cohesión territorial, el Gobierno ha invertido, tan solo en este semestre, casi 800 millones de euros en el desarrollo de infraestructuras. Lo mismo sucede con la tercera línea estratégica, la transición ecológica. El Gobierno destina casi 500 millones de euros para financiar proyectos para acelerar la transición ecológica luchando contra el cambio climático en la Comunidad de Madrid.

En cuanto a la transformación digital que Madrid tanto precisa: 2.811 pymes madrileñas han sido beneficiarias de las ayudas del Programa Kit Digital a julio de 2022; se han destinado 21,1 millones de euros para para modernización y digitalización de las Entidades Locales y se está poniendo en marcha el Programa Código Escuela 4.0, para el desarrollo de competencias digitales en los centros sostenidos por fondos públicos.

Y finalmente, la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres. El Gobierno ha destinado 13,5 millones para luchar contra la violencia de género. Una lacra que, en Madrid, en lo que llevamos de año, ha asesinado a tres mujeres.

Concluyo con uno de los principales problemas que tenemos los madrileños/as: la vivienda, junto al empleo, el principal factor de exclusión social. Madrid ha recibido del Gobierno de España en 2022, 156,7 millones de euros para hacer más accesible la vivienda en nuestra región: 55 millones de euros del Plan Estatal de Vivienda 2022-25 para ayudas al alquiler, incrementar el parque público de viviendas y fomento de la rehabilitación; 31,8 millones del Bono Alquiler Joven y 70 millones para construir viviendas sociales de alquiler asequible. Y, por fin, se ha desbloqueado, la Operación Campamento que supondrá la construcción de 12.000 viviendas en la ciudad de Madrid, de las cuales el 60% serán públicas.

Este Gobierno no ha olvidado nunca para qué y para quién gobierna, como tampoco olvida su compromiso inequívoco y claro con Madrid. No lo olvidó durante la pandemia, a pesar de la irresponsabilidad del Gobierno madrileño, que usó esa crisis para un solo fin: hacer oposición al Gobierno de España.

Ahora, toca ahorrar energía. Es prioritario, es una tarea de todos y va en línea con lo que están haciendo otros países y con lo que determina la Comisión Europea. Así, lograremos reducir nuestra factura energética, disminuir nuestra dependencia del agresor, de Putin, y, también, doblegar la curva de la inflación.

Pero una vez más, el Gobierno de Madrid se sitúa enfrente augurando oscuridad, tristeza y pobreza. De nuevo, en un momento histórico no solo para nuestro país sino para el futuro de la Europa democrática, Ayuso usa una decisión política que afronta con realismo y valentía las consecuencias de esta guerra, para su batalla particular: saltar de Sol a La Moncloa.

Usó la pandemia para convertirse en una líder de su partido, usó el caso del escándalo de su hermano para asestar un golpe a la dirección de su partido. Ahora, usa de nuevo esta crisis, para dar un paso más en su alocada carrera hacia La Moncloa, por encima de Feijóo y sus torpes estrategias.

Madrid no se merece un Gobierno que use a millones de madrileños/as para las ambiciones de una sola persona. Madrid se merece un Gobierno que nos cuide, que nos dirija hacia el progreso y que cuando vengan mal dadas, afronte la realidad, tome decisiones y diga la verdad, pensando en el interés general y no haciendo cálculos egoístas.

Para acabar con las mentiras no hay nada tan contundente como la verdad, y para acabar con el populismo que las fabrica no hay nada más poderoso que la política bien hecha. Este es el relato político de la verdad. El Gobierno de España cumple con Madrid, pero el Gobierno de Madrid no cumple con España. Recuperemos nuestra identidad: Madrid tierra de progreso, de avances, de oportunidades. Gente que acoge y ayuda. Gente que cumple.

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