El Defensor del Pueblo investiga la falta de plazas públicas en FP en Madrid y Cataluña
“La institución lleva años recibiendo quejas”, dice Francisco Fernández Marugán, que añade que la tasa de empleabilidad se sitúa en el 42,2%, superando a la de los estudios universitarios, con un 38,5%
La falta de plazas de Formación Profesional ya ha llegado al Defensor del Pueblo, que ha decidido actuar de oficio ante las numerosas quejas de ciudadanos que se quedan en el limbo. Francisco Fernández Marugán ha pedido datos oficiales tanto a la Comunidad de Madrid como a la Generalitat de Cataluña del número de vacantes ofertadas y las previsiones para adecuar la oferta a una demanda que aumenta con los años.
“La Institución lleva años recibiendo quejas de personas que muestran su preocupación por las dificultades para acceder a estos estudios. En este sentido, ha podido comprobar que se ha producido un ligero aumento en la oferta de plazas, pero este no ha sido suficiente para atender la demanda en algunas comunidades autónomas”, dice un comunicado del Defensor del Pueblo. En Madrid, el 1 de septiembre comenzó la tercera fase de la matriculación en Grado Medio con 6.938 jóvenes en lista de espera para repartirse 2.816 plazas, la mayoría para las especialidades menos demandadas. Este lunes comenzó la misma carrera para conseguir un hueco en Grado Superior. Eran muchos para una oferta más que escasa: casi 18.000 futuros alumnos para 2.218 vacantes. Todavía no se sabe cuáles de ellas se han ocupado, según explica la Comunidad de Madrid, ya que “todavía no ha terminado la convocatoria extraordinaria”.
La problemática también se da en Cataluña. Según los cálculos del Sindic de Greuges (el Defensor del Pueblo en Cataluña), solo para Grado Medio había a finales de julio más de 10.000 plazas menos que peticiones de inscripción. La Generalitat ofertó 31.358 plazas para Grado Superior y 38.651 para Grado Medio. 10.723 quedaron vacantes porque correspondían a grados que no interesaban a los estudiantes. Sin embargo, estudios como Auxiliar de enfermería y Sistemas microinformáticos y redes tienen mucha más demanda de plazas que las que se ofertan. La Generalitat ha vuelto a abrir un periodo de inscripción para esas más de 10.000 plazas y otras 4.000 para estudios de Grado Medio a distancia. “La Formación Profesional no puede ser online, como se plantea para estos alumnos. No es más que un parche. La situación de la FP en Cataluña es muy complicada”, denuncia el responsable de FP de la Federación de Educación CCOO en Cataluña, Rodrigo Plaza, informa Emilio Sánchez Hidalgo. Plaza critica, además, el exceso de número de alumnos por clase que se dará en 433 grupos al aplicarse un incremento del 10% de ratios. El sindicato cifra en 1.200 el número de profesores necesarios para dar respuesta a la falta de plazas, partiendo de los datos facilitados por el departamento esta semana.
En opinión del Defensor, las campañas promovidas para fomentar estas enseñanzas han generado falsas expectativas al no ir acompañadas de un incremento notable del número de grupos y de los cupos de profesorado para incrementar la oferta. De hecho, en las últimas décadas miles de jóvenes no han podido formarse en la enseñanza profesional pública y la falta de becas o ayudas tampoco les ha permitido hacerlo en el sector privado, “lo que ha derivado en que muchos abandonen el sistema educativo y queden en riesgo de exclusión social”. Madrid anunció el curso pasado que destinaría 18,5 millones para becas en la privada, aunque la realidad dista mucho de solucionar el problema. Se conceden ayudas que van desde los 400 hasta los 3.000 euros, cuando las matrículas superan en algunas especialidades los 10.000 o 12.000.
Fernández Marugán considera que los desajustes entre los ciclos formativos ofertados, las necesidades del mercado laboral y las plazas disponibles para realizar estos estudios “son un problema estructural”. Para solucionarlo, el Defensor aboga por “una adecuada” planificación de la oferta pública que permita dar respuesta al aumento de demanda que se ha producido, entre otras razones, por la alta tasa de paro juvenil que hace que muchos jóvenes vuelvan al sistema educativo para lograr una formación postobligatoria que permita su inserción laboral.
Según datos oficiales, en los últimos años el porcentaje de ofertas de empleo que solicitan titulados en FP sigue aumentado de manera imparable. Es más, la tasa de empleabilidad se sitúa en el 42,2%, superando incluso a la tasa de los estudios universitarios, que se encuentra en el 38,5%.
Estas cifras deberían, según Fernández Marugán, llevar a las administraciones educativas a reforzar, modernizar y flexibilizar las enseñanzas de formación profesional, y aumentar la oferta, tanto de ciclos formativos como del número de plazas en aquellas opciones profesionales con mayor demanda y proyección laboral. En este sentido, el Defensor valora positivamente el proyecto de ley de la Formación Profesional aprobado esta semana por el Consejo de Ministros.
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